𝐔𝐍𝐀 𝐄𝐒𝐏𝐎𝐒𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐔𝐍 𝐓𝐈𝐑𝐀𝐍𝐎 ❛𝑷𝒐𝒔𝒆𝒊𝒅𝒐𝒏❜ SNV

ᥴꪖρⅈ𝕥ꪊꪶꪮ 20

La situación se hacía cada vez más inquieta y eso no le ayudaba a que sus energías se recuperarán un poco por lo menos. Hades seguía peleando para evitar que las harpias le pusieran un solo dedo encima hasta que aquellas monstruosas criaturas dejaron de llegar al oír el llamado del que las había comvicado, esa parte llamó la atención de la diosa sabiendo cual era esa ubicación, su rostro se quedó más pálido de lo que esperaba debido a los nervios comenzando a correr sin importar que sus pies ya dolieran por todo ese caos total. Hades fue detrás de ella para evitar que cometiera una locura, la alcanzó a tiempo antes de salir por completo del bosque lo que hizo que ella comenzará a pelear por zafarse.

—¡Kamir quédate quieta! —advirtió este notando cuál era la preocupación de la Diosa —. ¡VAMOS, Poseidón esta bien, confía en que todo va acabar!

—¡igual debo de ver si esta bien, por favor Hades, no me acercaré tanto! —callo al suelo esta vez sintiendo que sus piernas estaban dormidas debido al cansancio

—tranquila, esta bien —dejo que tomará aire viendo lo alterada que estaba —. Recuperate y prometo que podrás ir a ver a Poseidón, sineore y cuando, trates de calmarte

Ella solo asintió a lo que dijo el contrario aun sintiendo los nervios a flor de piel, es verdad que debía de hacer las cosas con calma recordando que no sólo ella estaba en grandes apuros.

Mientras tanto, Tyr seguía jugando con gran burla con Poseidón, no podía atacarlo de forma directa sabiendo que lo mataría con rapidez, por lo menos lo que quería en ese instante era que las harpias lo detuvieran para que él fuera en busca de la Diosa que estaba a tres pasos de morir si lo deseaba, ya había esperado demasiado sabiendo que ella ya no podría escapar debido a ese lazo creado mientras la mantenía inconsciente.

—debo admitir, Poseidón —habló burlesco mientras se escondía detrás de un gran árbol de roble —. Que me sorprende que queras a Kamir, considerando el tipo de Dios que eres

—no tengo porque responderle eso a escorias como tú —de un golpe cerceno el árbol haciéndole una leve cortada en el brazo lo que provocó que se escknduera en otro —. ¡VAMOS BASURA, NO TE ESCONDAS! —la rabia lo hacía destruir cada cosa o lugar en el que este se fuese escondiendo sabiendo el tipo de juego que quería —. No entiendo esa obsesión tuya por Kamir

—eso es tan simple, soberano de los mares —se detuvo en un de los árboles, uno ya viejo y algo huevo donde algunas harpias descansaban en sus ramas —. Cuando era joven, yo me enamore primero de Calíope, éramos buenos amigos hasta que tuve que irme a tener mi reconociendo de Dios, pase años sin saber nada de ella y luego resulta que se caso con él que era mi mejor amigo, Feyr se la había ganado peor admití mi derrota, o creí eso

—ve al punto imbesil —volvió a atacar, matando de paso a aquellas emplumada crituaras

—creí que ya no tendría manera de amar otra vez, hasta que, nació mi pequeña Kamir, verla ahí en su cuna, con sus cabello aznache tan pequeño, sus ojos grises me miraban con cariño como si ya supiera quien era, no pude ese día... —agachó su cabeza demostrando una mirada demasiado sombría —. Traté de lnevarmela y vivir lejos con tal de tenerla a mi lado... —esquivo otro golpe por parte de Poseidón causándole aún más irritación —. Pero claro, me impidieron aquello, vi a mi querida Kamir crecer de una u otra forma dándome cuenta que era más de lo que yo pudiera desear, ella debía estar a mi lado. Debe de estarlo —le miró con reorche y despreció —. Pero al parecer te me metiste en el camino, igual que ese idiota de Apolo... Dime Poseidón, ¿qué hizo Kamir para que te intereses en ella?

—ser una mujer estúpida y ridiculamente diferente —esa respuesta causó furia en el Dios contrario

—¡no tienes derecho a insultarla, bastado de agua salada! —con voz feros trato de e fre tarlo lo cual fue su gran error, ahí fue cuando lo único que vio por ese momento fue que su brazo derecho había sido mutilado por el tridente de Poseidón