El Centro De Tu Universo [JiRin - OH MY GIRL]

Unyel

El aturdidor sonido de la alarma la hizo despertar, cerró los ojos una vez que apagó el sonido soltó un botezo y realmente ya era hora de empezar el día. Se removió entre las sábanas ajenas y busco el bello rostro de su amante, sonrío al ver esa cara limpia sin rastro de maquillaje, luego miro los labios a un lado de un pequeño babeo, por lo que soltó una pequeña risa. Se acercó a la pelirrosa y comenzó a darle besos por el rostro molestandola para que ya despertara.

-Mmh. -se quejó, ya que había dormido tarde- No...

-Ya es hora, hermosa.

-Cinco minutos más... Por favor.

-No sé en que estés trabajando con Shuhua pero si ya no puedes con tanto trabajo mejor déjalo. -Jiho abrió los ojos con pesadez encontrándose con una linda sonrisa.

-¿Alguien te ha dicho que tu sonrisa es jodidamente hermosa? -dijo con la voz ronca.

-Si me lo han dicho, pero solo me interesa que tú me lo digas. -Jiho sonrío y recibió un beso de Arin en los labios.

Estaban en el departamento de Jiho, habían pasado las últimas tres semanas juntas, ya sea en el departamento de Arin o en el de Jiho pero siempre se mantenían juntas. Los fines de semana normalmente se separaban, Arin visitaba a sus hermanos y Jiho a su madre o tenia reuniones con sus amigos de H&L.

Estaban locamente enamoradas, solo en cuestión de meses ya estaban más que felices de compartir sus días, sus cosas, sus sueños y una que otra meta.

-Estas hermosa.

-¿Porqué me lo dices a cada rato?

-Porque lo eres.

-Uhm... -dijo dudosa, miraba con atención los labios de Jiho.

-¿Te molesta?

-No. -contesto sin mirar a la pelirrosa, corrió sus dedos por el mentón y el perfíl de Kim- Tengo miedo.

-¿De qué? -abrazo a la pelinegra.

-¿Eres felíz?

-No mucho.

-¿Porqué?

-Si no tuviera que vender mi auto hoy, creo que sí estaría feliz.

-Podrás comprarte otro más adelante.

-¿Tu eres felíz?

-Mucho. -dijo mirando a Jiho con una sonrisa y acomodandole unos mechones de cabello detrás de la oreja- Por eso tengo miedo... Tengo miedo de que no seas feliz conmigo...

-Soy muy feliz contigo. -le contesto la otra con una enorme sonrisa- Me haces tan feliz que incluso puedo olvidar la tristeza de que el auto a partir de hoy ya no será mío. Me haces tan feliz porque no hay un momento en el que te escapes de mis pensamientos. Soy feliz porque tu compañía me encanta, tu personalidad es tan preciosa como tu belleza, realmente eres mi tipo ideal.

-Me encantas. -Arin un poco más calmada y con la respuesta tan satisfactoria de Jiho, se levantó de la cama- Me encantaria hacerlo súper rápido, pero hoy no.

-¿Porque tenemos que trabajar? -Jiho se levantó y se encamino al baño para lavarse la cara, odiaba que Arin jugará con sus deseos pero sabía que al final del día la pelinegra rogaba ser... Complacida.

-Se me antojo una rosquilla. -Jiho salió con la toalla en las manos secándose el rostro.

-No, no, no... -hizo una cara de susto- ¡No me digas que te embaracé!

-Tonta. -Arin soltó una carcajada.

-Yo te invito tu rosquilla ¿Café?

-Si. -Arin le dió un beso rápido e hizo un tierno gesto como niña chiquita siendo consentida.