Perras sorprendentes, curvilíneas y elocuentes

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Qué día tan extraño joder.






Luego de la persecución entre los chismosos de Yuuji y Yu con Suguru —quien traía la cara toda paniqueada y estaba a medio vestir cuando bajó doce pisos a toda prisa detrás de Haibara— Geto se topó con Sukuna y Megumi, que estaban muy cómodos sentados en el concreto del piso brusco. Los chicos rieron porque estaba a punto de acorralar a Haibara para hacerle una llave y pedirle de "la manera más atenta" que dejara de hablar idioteces en el séptimo piso.


Al notar las risitas de los otros dos, se dió por vencido por lo que solo dejó que el chico huyera detrás de Yuuji, quién por cierto, lo había grabado en una situación "comprometedora" con Satoru.



Cosa que Yuuji y Yu desacreditaron horas después diciendo:


«¡¡Nel, si ni siquiera se vió nada!!»










¡Y todavía querían ver!





Un par de días después, el lunes para ser exactos, los chicos seguían trabajando en los revestimientos y parte de los muros de los pisos veinte a veintiséis, además, en los pisos inferiores ya empezaban a pintar y dejar espacio para las instalaciones eléctricas.

Suguru estaba algo amargado, tenía las manos cortadas gracias a los azulejos que llevaba pegando desde las seis de la mañana y la mezcla para fijarlos, cosa que recién había terminado de hacer.
Era un hecho, lo único que lo mantenía de buenas era que ya no se sentía a morir a la hora de llegar a tumbarse en su catre, sonriendo ya que los días que pasaba con Satoru lo reconfortaban bastante.

Lo que sí lo traía en jaque era el pequeño miedo a las alturas que tenía y que estaba superando de a poco con ayuda de Sukuna. Misma ayuda que se iba muy a la chingada cuando Yuuji llegaba por detrás suyo, haciendo comentarios fuera de lugar cómo el siguiente:

—¿Si te caes... Gojo se quedaría viudo?









¡Estaba a punto de terminar de aplanar la maldita pared por Dios!








Pero las cosas solo se ponían de mal en peor.


Resulta que Toji se había ido a reclutar a más personas, y estaba a punto de cumplirse una semana desde que no regresaba. Según Megumi, los chicos nuevos eran para terminar la iluminación y la circulación del agua en el edificio, algo que se le hizo medio extraño porque Gojo tenía electricidad y agua en los últimos dos pisos.

Cuando le preguntó a él directamente, el albino le comentó que ya era la etapa final para terminar los trabajos en la obra y, que nada más quedaba mandar a amueblar el sitio; aparte de unos que otros detalles: como la instalación de ventanas y alfarería.



Eso solo terminaba por dejarlo más preocupado, sobre todo porque jamás planeó qué haría después, cuando la obra se concluyera.





Quizá el estudio de Sukuna...



Pero la pronta intervención de Yu más para hundirlo que para defenderlo de los comentarios de Yuuji, lo trajo nuevamente a la realidad:




—¡Viuda tu abuela, wey! Si se cae, ¿quién nos va a sacar de pobres?









Pero por suerte, lo más pesado ya había terminado.








O eso había pensado.


Después de una tarde amena con los chicos que ya habían concluido su turno entre la comida y la plática, de golpe se escuchó un estruendo horrible a las afueras de la obra, junto a la música de una bocina que venía sonando a todo volumen rolas de Molotov.

| En La Obra | ] SatoSugu [Where stories live. Discover now