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Jimin comía en silencio mientras veía a Yoongi ir de un lado a otro, llegó también un nuevo trabajador que se dedicó a ayudar al platinado pues después de aquella chica que entró muchas más personas le siguieron hasta que la cafetería empezó a llenarse, el castaño no despegaba los ojos del mayor, quien de vez en cuando le guiñaba el ojo haciendo que Jimin se ruborice.

Era muy notorio lo feliz que Yoongi era atendiendo la pequeña cafetería, no es que riera todo el rato pero aún así se esforzaba en todo lo que preparaba, en la buena atención al cliente, su ayudante era Felix un nuevo empleado, es un poco torpe pero nada grave. La cafetería abrió hace unas semanas y él fue el primero en ser contratado, el dueño es un amigo de la niñez de Yoongi, tiene varias sucursales en la ciudad y le dejó al mando esta pequeña cafetería al platinado.

Yoongi se dedicaba a servir y hacer cada una de las órdenes con ayuda de su pupilo, que con torpedad trataba de seguir el ritmo del mayor, el platinado era consciente que el menor aún lo veía desde la mesa y que estaba comiendo sumamente lento para verlo trabajar.

Jimin miró su plato y se sorprendió al ya no ver nada en el, sabía que ya era hora de que saliera de la cafetería pero la cosa se le estaba haciendo un poco difícil, calculó el tiempo desde que llego hasta ahora y si sus matemáticas no fallaban ya llevaba una hora sentado en el mismo lugar "acosando" a Yoongi. El castaño se levanta de su mesa en dirección a la caja para poder pagar, el platinado se acerca a la caja para poder cobrarle. 

-¿Cuanto es?- pregunta Jimin jugando con sus manos tratando de ignorar sus nervios.

-Disculpa que hayas tenido que acercarte en vez de yo llevarte la cuenta, estamos cortos de personal- dice Yoongi mientras teclea la computadora sacando la cuenta.

-¡Oh! ¡No hay problema!

-Son 19 euros ¿Efectivo o...

-Efectivo- interrumpe Jimin, saca de su bolsillo el dinero y se lo entrega sus dedos rozando intencionalmente la piel del contrario.

-¿Tienes mi número?- pregunta Yoongi concentrado en la computadora.

-Si, Tae me lo dio- responde Jimin mirando al mayor.

-Muy bien, tu cambio y te hice la factura consumidor final, espero que no te moleste- entrega Yoongi mirando al castaño, quien solo esquivo que sus miradas chocaran. 

-N~no hay problema.

-Yo no tengo tu numero- dice Yoongi ojeando que su pupilo esté haciendo bien las cosas, Jimin no responde -Quiero tu numero Jimin- ordena.

Jimin lo miro y como si de un robot se tratara, tomó la pluma que Yoongi tenía detrás de su oreja y en la factura que había recibido empezó a escribir su número telefónico, el platinado sonrió al ver como al final del número el menor agrego un pequeño, casi diminuto corazón.

-Hubiera sido más fácil si me escribías- sonríe burlonamente.

-Es que yo no traje mi teléfono- miente.

-¡Claro que lo trajiste! Estabas riendo mientras escribías en el hace un rato- dice con burla pero a la final su tono cambió a uno amargo.

-¡Déjame en paz!- se queja Jimin -¡Te gusta burlarte de mi!- hace un puchero.

-Tal vez un poco- sonríe como si de un niño pequeño se tratase, se apoyo el mostrador mirandolo.

-Me voy- sentencia Jimin.

-Gracias por venir, lo esperamos de nuevo- dice apoyando su barbilla en su mano mientras le guiña un ojo.

-¡No vendré porque me molestas mucho!- dice Jimin un poco indignado.

La noche del inicio  (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora