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A Jimin se le hizo costumbre caminar, así que cuando ya estuvo listo, caminó hasta la cafetería de Yoongi, tuvo que colocarse una gorra y unas gafas para que la luz no le lastimara pues el dolor de cabeza lo estaba matando, pero él quería ir a tomar un café justo en esa cafetería a casi a diez cuadras de su edificio.

Saludó con una sonrisa al chico de afuera, abrió la puerta y vio a Yoongi preparando un café, Jimin se saca las gafas de sol y alza su mano para saludarlo.

-Yoongi- dice no lo suficiente alto como para que lograra escucharlo.

Cuando iba a acercarse vio como el rubio salió de detrás del mesón y entregó el café, pero grande fue su sorpresa cuando Yoongi sujetó con dominio la cintura del contrario, besando a aquel que Jimin pensaba que solo era un cliente.

-¿Qué?- susurró, vio con detenimiento a aquel chico -¿E~es Hoseok?

No sabe porque pero su cuerpo reaccionó y salió de la cafetería, se puso de espaldas a la entrada, en una distancia prudente para que no se vea evidente, todo para que Hoseok no lo viera salir, sus ojos comenzaron a arder, las lágrimas empezaron a caer y su corazón estaba doliendo, soltó una risa.

-Pero que tonto- tapó su rostro con ambas manos luego de ver como Hoseok se alejaba -¿Por qué estoy llorando?

Felix vio la escena y decide acercarse al chico -¿Se encuentra bien? 

-Y~yo...- saca las manos de su rostro -me puede dar un café y una tostada por favor, te agradecería mucho si no te demoras- trato de mostrarle una sonrisa amable pero fue un intento en vano.

Felix asintió y entró rápidamente, no vio a Yoongi así que asumió que se encontraba en la cocina. Al terminar salió con la orden y encontró a Jimin sentado sollozando mientras tapaba su rostro, Felix se preguntaba qué había pasado para que aquel chico que le sonrió hace unos minutos antes de entrar, de repente haya empezado a llorar tan dolorosamente.

-Aquí está su orden, son seis euros.

Jimin saca de su billetera el primer billete que tanteo y se lo entregó al chico.

-Ya le traigo su cambio- Felix corrió dentro y agarró el cambio lo más rápido que pudo pero cuando salió ya no estaba.

Volvió confundido y un poco triste por aquel pobre chico, Yoongi quién salía de la cocina lo vio desorientado.

-¿Qué sucede?- pregunta. 

-Es que vino un chico.

-¿Y...?

-No entiendo- dice más como para sí mismo -él me saludó con una bonita sonrisa antes de entrar, pero después de unos segundos él salió del local y empezó a llorar.

-¿Qué?

-¡Yoongi, estaba llorando! se lo escuchaba tan triste, su rostro estaba lleno de lágrimas, me pagó con un billete de veinte euros, vine por su cambio y cuando salí ya no estaba.

-Pobre chico ¿Qué habrá sido tan impactante para él como para que llorara de la manera en la que me cuentas?- Yoongi suspiro -el vuelto que dejó te lo puedes coger como propina- dice restándole importancia.

-No lo me lo cogeré, lo dejaré en la caja- lo guarda en la caja- no se me place beneficiarme del aturdimiento del chico, gracias- dijo tajante para luego desaparecer en la cocina, Yoongi lo miró confundido, sin saber qué fue lo que hizo mal pero decidió seguir haciendo su trabajo, ignorando por completo que aquel chico que le mencionaron estaba llorando por su culpa.



Jimin llegó al apartamento, dejó todo en la cocina y se fue a ocultar debajo de sus sábanas, en busca de un lugar seguro, el dolor de cabeza había aumentado desde que empezó a llorar, sentía que su cabeza iba a explotar y su corazón estaba doliendo tanto. La tristeza estaba llenando todo su ser, él no sabía que eran Yoongi y Hoseok pero estaba seguro de que los vio besarse y presenciar aquel beso, hizo que dedujera que ambos eran novios, entonces la preguntas aparecieron como un tornado en su mente empezando a derrumbar todo.

La noche del inicio  (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora