La Última Bathory© [En Edición ]

Capítulo 17: El lobo negro

Dominic se quedo toda la noche cuidando de Madie, como su compañero era su deber estar con ella, ya que gracias al vinculo que los unía era capaz de predecir cuando los síntomas aparecerían de nuevo, la temperatura de Madie se elevaba por los cielos cada que el dolor se extendía por todo su cuerpo, había sido una tortura hasta el amanecer cuando finalmente pudo quedarse dormida, Dominic por otro lada también estaba tan agotado que en algún momento fue vencido por él sueño. Estaba tan profundamente dormido cuando una sensación placentera lo hizo estremecerse, sintió que algo estaba provocando una dulce fricción contra él, por un momento creyó que era un simple fruto de su imaginación, pero cuando la sensación se repitió de nuevo el deseo que despertó fue tan intenso como una llamarada de fuego que ardía en su venas, lo hizo abrir los ojos y percatarse de que aquella deliciosa sensación estaba siendo provocada por Madeline quien yacía dormida sobre él.

Se sentía al borde, el animal dentro de él estaba fuera de control.

Los instintos de Madie habían despertado después de los episodios de fiebre, cuando el lobo dentro de ella olio el delicioso aroma de su mate, comenzó a frotarse contra él con tal ansia debido a la necesidad de que su olor se quedara impregnado sobre ella, sus instintos más primitivos tomaron control de su cuerpo, haciéndola arder de deseo, una dulce humedad se deslizo entre sus piernas cuando la temperatura de su cuerpo subió de nuevo.

—Madie—Dominic pronuncio su nombre con un jadeo, paso las manos por sus brazos y noto que ardía en fiebre.

Madie había tenido alucinaciones durante toda la noche, incluso cuando despertaba sofocada por el calor veía toda clase de cosas extrañas moverse por la habitación, así que cuando comenzó a soñar que se masturbaba sobre Dominic creyó que solo se trataba de su mente jugándole una broma, se convenció de que solo era una tonta fantasía y por ello se permitió hacerlo hasta que un delicioso escalofrió la recorrió de pies a cabeza, haciéndola fundirse en el éxtasis que la embriago.

Dominic estaba completamente duro, ver a Madie llegar al orgasmo había sido la cosa más sensual que había visto jamás, todo dentro de él gritaba, quería arrancarle la ropa y prenderse de sus pechos, quería lamerla y probar el exquisito néctar de entre sus piernas, el olor que desprendía lo tenía vuelto loco, Madie trato de tocarlo de nuevo, pero Dominic la sujeto y los hizo rodar en la cama dejándolo encima de ella, Madie abrió los ojos y Dominic se dio cuenta de que no se trataba de Madie, si no de su lobo.

Tenía los ojos de un azul tan profundo que casi parecían negros.

Sabía que si permitía que más cosas sucedieran entre ellos mientras ella se encontraba en medio de bestia y humano, Madie jamás se lo perdonaría, sería como aprovecharse de ella y Dominic la quería tanto, al grado de pelear contra su instinto animal y sus deseos, le tomo toda su fuerza de voluntad hacer que Madie lo soltara y salió de la cama como alma que lleva el diablo, dejo la habitación y luego se escabullo por la puerta trasera de la casa hacia el bosque donde corrió lo mas lejos posible.

Unas horas más tarde, uno de los lobos de la manada se presentó en la puerta de Kristin para informarle que el Alfa requería la presencia de todos para una reunión urgente, Liam aún no se había recuperado del todo, aunque podían sanar más rápido que las personas normales, sus heridas habían sido muy grabes y le estaba tomando más tiempo de lo normal cerrar por completo, Kristin tendría que presentarse sola por primera vez y pedirle a Liam que vigilara a Madie desde su habitación y la llamara si algo malo sucedía.

—Despierta cariño—Madie escucho la voz de Kristin entre sueños, llevaba todo el día durmiendo, ya que la fiebre continuaba apareciendo junto con un dolor insoportable por todo su cuerpo. —Saldré por un rato, pero Liam está en su habitación, si sientes mucho dolor solo llámalo y el vendrá para darte la medicina.