Capítulo 8: El auto de escape

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Alguien tocaba la puerta de la habitación cuando Madie despertó al atardecer, había permanecido encerrada todo el día y al final el aburrimiento la venció, estaba tan molesta con sus tíos que no quería ver ni hablar con nadie, al final abrió la puerta y resulto ser una de las señoras de servicio que le llevaba algo de cenar, ya que no había terminado de desayunar y se había perdido la comida.

— El Alfa está preocupado señorita— Le dijo la anciana cuando dejo el carrito con comida frente a la cama.

—Gracias— Se limitó a decirle cuando salía de la habitación y cerraba la puerta detrás de ella.

Apenas probó lo que había en el plato, odiaba que las personas trataran de controlarla, odiaba estar encerrada en una jaulita de oro, al menos sus padres no le prohibían cosas, mientras mantuviera una buena reputación no les importaba lo que ella hiciera. Madie entendía todo lo que había en juego con la situación de su familia, ella no quería terminar siendo un experimento ni saliendo en las noticias por algo como esto, pero Dominic debía darle al menos el beneficio de la duda y dejarla procesarlo todo. Necesitaba un respiro para poder tomar una decisión y luego estaba el asunto con ese tal Jack, quien había salido corriendo más rápido que un abrir y cerrar de ojos, tenía tantas preguntas pero no estaba segura si quería saber las respuestas.

Madie estaba bajo las sabanas cuando la habitación se tornó completamente oscura, miro el techo por lo que le pareció una eternidad, hasta que alguien abrió la puerta y se quedó parado en el umbral.

—Es muy inmaduro de tu parte hacer una huelga de hambre para que cambie de opinión, solo te advierto que tus trucos de niña mimada no van a funcionar conmigo— Le dijo Dominic con calma, entro a la habitación y se sentó a la orilla de la cama mientras Madie permanecía inmóvil.

No obtuvo ninguna respuesta.

—Sé que ahora no puedes entender, pero me preocupa que alguien trate de hacerte daño, por ahora estas a salvo aquí, pero eventualmente se correrá la noticia entre las demás manadas, soy uno de los Alfas más fuertes con el territorio y las empresas, algunas personas pueden hacer cosas terribles por el dinero y el poder, antes no temía enfrentarlos porque no tenía nada que perder, pero ahora que te tengo significas todo y no seré razonable cuando se trata de ti.

— ¿Por qué tú y Kristin siguen hablando como si fuera a quedarme aquí para siempre? —Le dijo muy seria.

—No puedes irte— Le respondió el.

—No puedes obligarme a quedarme— Salió de debajo de la sabana y lo miro a los ojos con desafío.

—Encontrare la forma para que quieras quedarte entonces— Le respondió mientras levantaba su mano y le acariciaba la mejilla.

—Manteniéndome encerrada todo el día, dudo que eso suceda— Madie se alejó de su toque y cruzo los brazos.

—No eres una prisionera— Le aseguro Dominic, —Solo debes infórmame a donde vayas, para así no preocuparme.

 Madie bufo en respuesta.

—No eres nadie para mí, no tengo que hacer nada porque no soy un objeto que te pertenece, no puedes decirme que hacer o decir, yo tengo mis propias ideas y podría escapar de nuevo, o podría ir al pueblo a denunciarte con la policía porque esto básicamente es un secuestro, no tengo que quedarme aquí si no quiero.

—No me hables así y esto no es un secuestro, puedes ir a cualquier parte de la mansión o el jardín, incluso te llevare a la ciudad si eso es lo que quieres, solo trata de mantener la mente abierta, dame la oportunidad de demostrar que puedo hacerte feliz—Dominic tomo la mano de ella y la puso en su pecho sobre su corazón, —No te cierres, solo danos una oportunidad.

La Última Bathory© [En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora