Capítulo 9: El compromiso

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Transilvania, 1446


Estaba hecha un desastre, la falda de su vestido estaba rota y en algún momento de la pelea con su víctima había perdido su tocado, sus guantes estaban pegajosos con la sangre aun fresca luego de haber arrastrado el cadáver y haberlo arrojado por un acantilado para finalmente ser arrastrado por la marea hacia las profundidades del océano. "El basurero" como ella lo llamaba estaba demasiado lejos del castillo, pero nunca nadie prestaba atención a qué hora salía ya que sus padres estaban ocupados con sus propias actividades nocturnas.

El sol ya se asomaba en el horizonte cuando cruzo la entrada del castillo en su caballo, uno de los sirvientes corrió hacia ella cuando lo desmonto y le dio las riendas para que lo llevaran a descansar luego de la ajetreada noche que habían tenido, entro rápidamente y subió a su recamara donde su nueva asistente la esperaba con un baño caliente. Estaba de pie en el vestidor mientras le ajustaban el corset cuando su madre entro a abruptamente.

— ¿Dónde estabas? —Le dijo con un tono filoso.

—Si ya sabes la respuesta para que preguntas—Le respondió ella de forma grosera.

Su madre le dio una mirada severa.

—Quítate—Le dijo empujando a la sirvienta que estaba sosteniendo las tiras del corset y de un solo tirón logro que se ajustara perfecto.

Catalina se llevó una mano al vientre cuando sintió que sus pulmones no tenían suficiente espacio para dejarla respirar.

—Está demasiado ajustado—Le dijo a la sirvienta haciéndole señas para que se lo aflojara.

—Tonterías—Le dijo su madre, —Te queda perfecto.

— ¿A que debo tu inesperada visita madre—Le dijo Catalina cambiando de tema.

—Tú prometido llego al amanecer, imagina nuestra sorpresa cuando los sirvientes irrumpieron en nuestro cuarto de juegos anunciando que el príncipe solicitaba hospedaje en el castillo de , pero que forma más grosera de aparecer.

Catalina frunció el ceño.

—No tengo un prometido.

—Aún no querida, pero estoy segura de se lo preguntara a tu padre formalmente esta noche— Le dijo su madre de forma divertida, —Si no lo hace, echare al pequeño bastardo fuera del castillo.

— ¿De verdad tengo que casarme con él?

Catalina vio como el rostro de su madre se deformo con furia.

—Deberías estar agradecida de que tu padre te ha encontrado un prometido tan maravilloso, bien podría casarte con un anciano asqueroso, ya sabes que cuando se trata de territorios la ambición de tu padre no conoce límites, además es tu deber para con la familia.

Catalina volteo los ojos disgustada al escuchar aquello.

Todo siempre se trataba de sacrificios para la familia, no importa el costo mientras protejas a la familia, el deber siempre era primero y todos los miembros de Bathory tenían como único propósito acumular riquezas y poder, porque mientras más alto estuvieran en la cadena alimenticia corrían menos riesgo de ser atrapados.

—Ni siquiera es uno de nosotros, él no lo entenderá—Le dijo refiriéndose a su estilo de vida.

—Él no tiene que saberlo, seguramente viajara tanto o incluso más de lo que lo hace tu padre, así que mientras seas discreta no veo cual es el problema.

La sirvienta ato la crinolina a su cintura con un fuerte nudo y luego la aseguro con botones para que no se cayera ya que era realmente pesada, le puso el resto del vestido y después la sentó frente al tocador para peinarle el cabello. Mientras la mujer seguía las instrucciones de su madre para hacerle un moño elaborado Catalina cayo en cuenta que no había forma de escapar de ese matrimonio, seguramente iban a tratarla como una yegua obligándola a engendrar herederos para proteger la corona de Valaquia y asegurar el titulo para la familia Bathory.

La Última Bathory© [En Edición ]Where stories live. Discover now