Capítulo 2: La ciudad de los sueños

2.6K 180 5
                                    


—Madeline.

Repitió por segunda vez el hombre sentado frente a ella, vestía un traje Armani con una corbata que le había regalado la navidad pasada, un rolex adornaba su muñeca mientras levantaba la taza de café y la llevaba a los labios esperando pacientemente a que ella tomara una decisión, después de ser observada por unos minutos se puso de pie y rodeo el escritorio, dirigió su mirada a través del enorme ventanal que daba a las calles del centro de Nueva York, donde desde las alturas podía observar a las personas apenas visibles caminando en la acera cada una perdida en su propio mundo. Con un suspiro se giró de nuevo para enfrentar a su abogado, quien continuaba esperando a que ella digiriera la noticia que acaba de darle.

— ¿Qué pasa si no quiero hacerlo?

—Bueno, ella es tu único familiar vivo y legalmente aún eres menor de edad.

— ¿Qué pasa con la emancipación? — Le pregunto con molestia.

—No tiene caso ir a la corte cuando en seis meses cumplirás dieciocho y no la necesitaras, además los gastos que generaría, las leyes son diferentes y no recomiendo seguir adelante con ello.

— ¿Quién diablos se larga a vivir a un bosque en medio de la nada? —Le preguntó ella con frustración.

—Piensa en ello como unas vacaciones.

El abogado trató de aligerar el ambiente, pero solo se ganó un gruñido por parte de su cliente adolescente.

—No puedo dejar mi vida entera y simplemente meter todas mis cosas en una maleta para mudarme a Europa solo porque mi tía Kristin es una chiflada amante de la naturaleza.

—Arreglaré tu agenda, pospondré todo para cuando regreses y lo tomaremos con calma—Él también se puso de pie y se acercó a ella, tomó su mano entre las suyas para tratar de darle algo de consuelo, después de todo aunque Madie era un genio y actuaba como un adulto, la mayoría de las veces en el fondo seguía siendo muy joven y ningún niño debería quedarse huérfano de la forma en que ella lo hizo. —Hablaré con los ejecutivos y dadas las circunstancias ellos entenderán.

— ¡Me reemplazarán! —Estalló —En seis meses mi carrera estará sepultada y nadie recordara quien soy.

—No lo permitiré, eres una estrella de la música clásica, no reciben solicitudes de chicos genios todos los días y aunque así fuera, seguirías siendo la favorita.

Ella soltó un bufido y luego se alejó.

—No quiero que todos crean que me estoy escondiendo— Madie tomó asiento y lo miro de forma derrotada, de pronto había envejecido diez años, se había vuelto heredera de una compañía multimillonaria y el objetivo de todas las revistas de chismes, su carrera como pianista apenas comenzaba cuando el escándalo opaco todos sus pequeños logros y ahora el mundo entero la conocía como la chica millonaria cuyos padres habían muerto de forma misteriosa.

—Nadie puede culparte por querer tomar un descanso de todo, con el equipo de abogados me encargaré de que todo marche bien, nos enviaran informes semanales y te mantendré actualizada de todo — Le dijo Adrien.

— ¿Por qué debería confiar en ti? —Lo cuestiono Madeline con un tono de voz que hizo que Adrien captara rápidamente su desconfianza haciendo que el abogado le diera una sonrisa cálida y tranquilizadora.

—Bueno, además del hecho de que ahora serás quien firme mis cheques, te aprecio y creo que lo que hicieron tus padres estuvo mal y ya tienes suficiente sobre tus hombros, lo que necesitas ahora es alguien que te dé una mano con todo este desastre.

La Última Bathory© [En Edición ]Where stories live. Discover now