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-Te toca el desayuno –se quejó él aun adormilado

-Te odio -me quejé también

Me levanté del lado de mi cama, me puse las pantuflas, di la vuelta a la cama y me acerqué a la mesa de noche de su lado para apagar la maldita alarma ruidosa.

Eran las 5:30 de la mañana, la hora normal en la que ambos nos despertábamos para ir a trabajar, a no ser qué se nos hiciera tarde.

Bajé a la cocina y comencé a preparar el desayuno mientras escuchaba como arriba Jungkook se preparaba, se metía al baño por una ducha y se cambiaba de ropa.

Para cuando bajó, el desayuno ya estaba preparado y yo ya casi terminaba de comerlo.

-¿A qué hora llegas hoy? –preguntó sentándose a la mesa

-mm... creo que temprano, no hay muchos cadáveres el día de hoy –seguí comiendo -¿Qué hay de ti?

-Temprano, tampoco tenemos muchos casos estos días

-Entonces –lo miré con una sonrisa coqueta -¿Tendremos tiempo para nosotros?

-Cariño –se levantó de su asiento y se me acercó con la misma sonrisa coqueta –siempre tengo tiempo para ti –y me dio un beso antes de ir al refrigerador para sacar la salsa picante

Terminé rápido con mi desayuno y subí a prepararme. Salí del baño para ponerme mis pantalones de vestir negros ajustados, mis botines negros, mi camisa de cuello a botones de color rojo vino, me ate el cabello en una coleta, me puse labial rojo, me enchine las pestañas, me puse el collar de un minicorazón que Jungkook me regalo cuando éramos novios y el cual siempre llevaba conmigo desde hace como cinco años y mi anillo de bodas.

Bajé a la cocina donde él ya había terminado de desayunar y ahora estaba hablando por teléfono, por eso no lo interrumpí y solo tomé un vaso para tomar agua.

-No te preocupes, yo me encargo de eso... sí, ya estoy por irme... claro, adiós

Colgó y guardo el teléfono en el bolsillo de su pantalón.

-¿Todo bien? -pregunté

-S-Sí, todo bien

-No parece –lo miré

-Solo, creo que llegaré un poco más tarde de lo que había pensado

Parecía deprimido por eso.

-Como agente de la policía –me acerqué a él dejando mi brazo en su hombro –debes cumplir con tu papel al pie de la letra. No te preocupes si llegas más tarde, haz tu trabajo ¿Bien? Yo te esperare

-Prometo no tardarme –me abrazo por la cintura –el tiempo para nosotros no pasará impune el día de hoy

-Está bien –sonreí –no te preocupes

-Te amo –me dio un beso en los labios

-También yo

Terminamos de prepararnos y los dos nos despedimos en la cochera. Él subió a su camioneta y yo a mi auto para ir a nuestros trabajos.

Llegué al edificio de ciencias forenses del gobierno donde además de recibir cadáveres de personas muertas hace pocos días, también recibíamos cadáveres de personas muertas hace 300 años, cuerpos de soldados caídos en guerra para identificarlos y prácticamente cualquier cadáver que se encontrara para proceder a identificarlo, contactar a su familia y o exhibir su historia en la exhibición eterna de Almas en el olvido en el museo de historia.

En cuanto bajé de mi auto, tomé la bata que llevaba en la cajuela, más mi gafete de identificación y entré al área de laboratorios.

-Buenos días, Camil –saludo mi compañera

-Buenos días, Emily

-El día de hoy tenemos tus favoritos

-¿Cuántos? –tomé la tableta que me entrego para revistar el inventario del nuevo cargamento que llegó ayer por la tarde pero no alcance a revisar hasta ahora

-8 cadáveres encontrado en bosques de Alemania

-¿Soldados?

-Eso parece, aunque por ropa de otros dos, parece que eran civiles

-Bien –le regresé la tableta después de firmar de recibido –comenzaremos ahora. Llama a Elina para que nos ayude

-Ella ahora está terminando el papeleo de los cadáveres anteriores

-Bien, comencemos nosotras

-Bien

Y así mi día, mientras yo revisaba un cadáver, Emily revisaba otro. Conseguíamos la causa de muerte, la edad aproximada que tenía cuando murió, y tratábamos de conseguir cualquier cosa que nos ayudara a identificar quien era. Registros históricos, cualquier registro que hubiera al respecto.

Me gustaba mi trabajo, me gustaba encontrar a las familias de esas personas que murieron en campos de batalla y que ellos pudieran darles un entierro digno. Nadie debe ser olvidado y sus familias tiene derecho a saber qué paso con ellos, por eso mi trabajo era importante al menos para mí.

-Oye -dijo Emily mientras ella trabajaba con el esqueleto que había sobre la plancha mientras que yo trabajaba con el que yo tenía

-¿m?

-Supe que tus vacaciones comienzan la próxima semana ¿A dónde irán de paseo esta vez?

-No tengo idea -sonreí -sabes que Jungkook siempre me sorprende con un nuevo destino

-Estaba pensando, que podrían ir a Hawaii

-¿Por qué a Hawaii? -la miré velozmente para poder regresar a mi trabajo

-Mi esposo y yo queremos ir a Hawaii cuando sean mis vacaciones, pero él no confía que sea un buen lugar por eso pensé que podrías ir tu con tu esposo y después contarme que tal les fue

-¿Usarme como conejillo de indias?

-Algo así

-Buena idea, a mi también me agradaría ir a Hawaii, se lo diré en cuanto llegué a casa

-¿En serio?

-Claro, no es como si fuera un lugar al que no quiera ir. Dos pájaros de un tiro, disfruto de un lugar paradisiaco y te doy consejos para tu viaje

-wow, solo estaba bromeando, pero si lo dices de ese modo... suena bien

Ir a Hawaii con Jungkook sonaba tan bien que ya quería mis vacaciones y en todo mi día de trabajo no pude evitar pensar en lo bien que nos la pasaríamos, hasta pude oler el mar y el calor.

Maldición, en serio necesito las vacaciones.

Por la noche, guardé todas las cosas, dejé todo en orden, me despedí de todos mis compañeros y regresé a mi auto, me quite la bata y el gafete para dejarlos de nuevo en la cajuela y así poder regresar a casa. 

Una vez en casa, me quité los zapatos y me puse unas pantuflas para poder preparar la cena más cómoda. Puse algo de música y me fui a la cocina para preparar todo antes de que Jungkook llegara, viendo que yo ya había regresado a casa y él no, quiere decir que hoy fue un día pesado y solo querrá llegar a cenar y dormir.

Dejé los platos con su cena en el microondas para que no se enfriara la comida y yo me senté a la mesa a comer la mía.

Ya estaba por terminar cuando escuche como llegaba el auto, cerraba la puerta y entraba a casa. Dejó el saco de su traje en el perchero a un lado de la puerta y se aflojo la corbata.

-Hola -lo saludé con una sonrisa

-Hola, cariño

-¿Cansado?

-Mucho -sonrió un poco -lo lamento, sé que dije que llegaría temprano, pero las cosas fueron...

-Oye, no te preocupes, lo entiendo

Suspiró cansado, pero aun así sonriente y se acerco a mí para darme un beso en los labios.

-Te preparé la cena ¿Quieres comer?

-Por favor

-Siéntate 

Vida Doble (JeonJungKook)Where stories live. Discover now