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El mensaje me dejó sorprendida y un poco asustada, por lo que intente marcar el número, pero después de dos timbres, colgaron.

Me acerqué a la ventana, pero no había nadie a los alrededores. Incluso encendí la luz de la habitación con la intención que quien fuera, se asustará un poco por ver las luces prendidas.

Si esto era una especie de broma, no me daba gracia en lo absoluto, mis días últimamente no son como para tener ánimos de bromas y si alguien intentaba hacerme sentir mejor, lo único que estaba logrando era hacerme sentir mal.

Dejé el teléfono en la mesa de noche y apague las luces, simplemente dejé la lámpara de mi mesa de noche encendida.

Por la mañana desperté aun sintiéndome mal.

Desayune lo que mamá preparo mientras ellos intentaban mejorar el ambiente hablando de cosas simplemente y preguntándome de vez en cuando lo que pensaba. Si el momento hubiera sido otro, seguro daría una respuesta larga, pero ahora solo podía contestar que estaba bien o un simple no sé. Les agradezco en serio que intenten hacerme sentir bien.

Después de desayunar subí a mi habitación para darme un baño y cambiarme de ropa. Un pantalón de vestir negro, una blusa negra, tacones negros y nada más, ni siquiera me peiné bien o me puse algo de maquillaje. Cuando bajé ellos dos ya estaban listos y juntos fuimos al cementerio donde sería el lugar en que dejarían los restos de Jungkook.

Cuando llegamos, los padres de Jungkook ya estaba ahí, además de que estaban todos nuestros amigos y conocidos, todos de negro, con flores y ramos de flores, todos dándole el pésame a los padres y a mí. Seonjoon en cuanto me vio vino a mí para sentarse a mi lado mientras se decían algunas palabras.

Ver la caja donde estaban sus cenizas y saber que la persona que más amabas en el mundo está allí dentro y que pronto quedará sellado en un espacio junto a más personas que ya no están aquí, te da una sensación de desesperación, sabes que necesitas algo. A mí siempre me ha dado miedo olvidar a personas que fueron queridas por mí y ahora, tengo miedo de olvidar a Jungkook, por eso ese sentimiento de desesperación.

Al final, pusieron el cristal y fue el final, ese sería su lugar de ahora en adelante y para siempre.

Las personas dejaron las flores en una pequeña mesa de madera que se había colocado enfrente de su espacio de descanso y después de eso pasaron a la cafetería del mismo cementerio para comer algo y después irse a sus casas.

Todos se fueron, mamá y papá me dijeron que fuera con ellos, pero quería estar sola un momento, lo respetaron y se fueron.

Me cruce de brazos y dejé mi mirada en su caja de madera clara con la pequeña cruz dorada. No sé si era solo yo o realmente estaba haciendo frio aquí.

-Camil

Miré a mi lado donde Seonjoon venia entrando, él vestía de traje y llevaba dos vasos de plástico con café en las manos de los cuales me dio uno.

-Deberías ir a comer algo –dijo al quedar a mi lado

-No tengo hambre

-Enfermeras si no comes algo

Miré el vaso en mi mano y después le di un trago.

-¿Por qué te preocupas tanto por mí? Jamás hablamos antes

-Sí lo hicimos –sonrió

-Fueron simples saludos. Jamás nos pudimos considerar amigos

-Bueno –suspiró –Jungkook sabía los riesgos de su trabajo y se preocupaba por ti, por eso me hizo prometer que, si llegaba a pasarle algo algún día, yo cuidaría de ti

-¿En serio?

-Sí. Lo mismo le pedí yo, que si algún día, cuando tuviera esposa –sonrió –llegará a pasarme algo él también cuidaría de ella

-No sabía que su amistad era así de buena

-Lo era

-... Gracias por cumplir tu promesa

-No hay problema –sonrió -¿Entonces deberíamos ir a comer?

Suspiré porque no tenía hambre, pero ciertamente no había comido muy bien.

-Bien

-Vamos

Le di una última mirada a la caja de las cenizas de Jungkook y la foto enmarcada que había a un lado de la caja de él sonriendo con el fondo de un parque. La había tomado yo hace unos cuantos meses cuando en un fin de semana salimos a pasear y a andar en bicicleta por el parque.

Salimos del edificio de urnas y fuimos a la cafetería, pero en el camino sonó mi celular. Lo saqué de la bolsa que llevaba colgada en el hombro para ver lo que era. Se trataba de un nuevo mensaje de ese mismo número del que me llegó el mensaje anoche y decía prácticamente algo igual que lo de anoche.

Seonjoon está mintiendo.

Si este mensaje había llegado ahora, quiere decir que la persona escucho lo que estábamos diciendo. Miré a mi alrededor, pero no fue fácil identificar a alguien, había varias personas, por lo que marqué rápido a ese número y puse atención a cualquier sonido.

Miré a todas las personas esperando que alguna de ellas tomará su teléfono, pero ninguna lo hizo. Ninguna de ellas parecía sospechosa.

-¿Camil? –me llamó Seonjoon -¿Pasa algo?

-No –miré por última vez, los tonos seguían sonando, pero nadie contestaba –no pasa nada –colgué el teléfono y volví a guardarlo

Después de comer y recibir unos cuantos abrazos y unas cuantas condolencias más, cada quien regresó a sus casas, mis padres y los de Jungkook tuvieron la idea de que todos fuéramos a caminar y pasar un tiempo juntos, pero solo quería regresar a casa y dormir hasta mañana, por eso ellos regresaron a sus casas.

Seonjoon me acompaño hasta mi auto donde nos despedimos.

-Si quieres hacer algo, puedes llamarme

-Gracias –dije

-¿Nos vemos luego?

-Claro

Nos dimos un último abrazo y un beso en la mejilla como despedida para que cada quien pudiera subir a sus autos e irse a casa.

En cuanto llegué, seguí con mis investigaciones que ahora tenían un poco más de sentido al haber recibido esos dos mensajes extraños. Lo bueno era que en el trabajo me habían dado unos cuantos días para descansar y podía usar todo ese tiempo para investigar.

Lo primero que hice fue apuntar el número que me había marcado para que no se perdiera por ninguna razón, después, le tomé captura a los mensajes, a las horas en los que lo había recibido y en unos papeles había apuntado lo que estaba haciendo cuando lo recibí, todo eso lo dejé en un pizarrón de corcho pegados con unos pinchos redondos de color dorado. También coloque apuntado en hojas las lesiones que Jungkook tenía y le pedí a Elina que mandara una copia del reporte de lesiones, la cual imprimí y pegue en el pizarrón.

Sabía que esto eraarriesgado y que seguramente todos pensarían que estoy loca y que no me doy ala idea de que él murió, por eso, el pizarrón lo pegue en mi habitación,encima del escritorio que compartíamos. 

Vida Doble (JeonJungKook)Where stories live. Discover now