Vida Doble (JeonJungKook)

15

Cerró la puerta detrás de él.

-Bueno, si eso es todo lo que tienes que decir –tomé mis cosas para entrar al baño –la puerta es esa, puedes irte ahora

-Camil, sé que te decepcioné, pero... en serio que lo que te dije... sobre que en serio te amo, no es mentira

-Realmente, no quiero escuchar eso ahora

-Sé que no quieres escucharme, pero... solo quería decirte que, recuperaré tu confianza, te enamorare de nuevo, lo haré, lo prometo

-Suerte con eso, Jungkook

Le di una sonrisa y entré al baño.

Me acerqué al lavadero y me miré al espejo. Quería llorar porque era un momento en el que me sentía estresada, mi vida había cambiado, había perdido a mi esposo y me había dolido, pero volví a recuperarlo enterándome que no era la persona que yo pensé, que es un ladrón de antigüedades, mis suegros igual, que un ladrón nos persigue al igual que la policía, que él quiere volver a conseguir mi amor, son demasiadas cosas en tan poco tiempo como para que pueda procesarlas y por eso me sentía estresada al punto de hacerme llorar.

Me desvestí, me metí a la regadera y dejé que todos mis problemas, aunque fuera por un momento, se fueran con el agua.

Para cuando salí del baño, él ya no estaba así que pude prepararme para ir a dormir cómodamente. Me había acostumbrado a dormir con él a un lado de mi en la cama, por unos cuantos días no lo había hecho por pensar que estaba muerto y simplemente había abrazado su almohada y llorar hasta quedarme dormida, pero ahora... igual me recosté en la cama y pasé mi mano a un lado de mí, extrañando su presencia, tomé una de las almohadas y la abrace, no olía a él ni tampoco por esta noche quería llorar ante su ausencia, así que, por primera vez en unos días, me quede dormida sin llanto.

Por la mañana se escuchaba el ruido en la cocina que fue lo que me hizo despertar, así que me cambié la pijama y bajé. Todos ya estaban preparando su desayuno.

-Buenos días, preciosa -dijo Chris con una sonrisa dándome la espalda al estar cocinando en la estufa

-Chris -lo regaño Jungkook

-Buenos días, cariño -lo salude a él

-Camil

-Él puede decirme como quiera y yo puedo decirle como quiera

-No enfrente de mi

-No arruines la mañana de los demás ¿Quieres?

-Bueno, bueno ¿Quieres café? -preguntó Hanako

-Sí, gracias

-Claro

No sabía qué hacer yo, todos parecían tener sus puestos en el desayuno. Chris cocinando, Hanako el café y Jungkook ayudando a cortar los ingredientes, así que simplemente me senté en la mesa a mirarlos a ellos. La mesa ya estaba puesta, simplemente esperando por la comida.

-¿Saben... dónde está mi teléfono? -pregunté

No lo había visto desde que me lo quitaron cuando me trajeron aquí.

-Ow, yo lo tengo -dijo Hanko sacándolo de la bolsa de su pantalón -lo siento, olvide dártelo ayer

-No hay problema

Me lo entregó y continuo con lo que hacía. Estaba apagado, así que me tomó unos segundos encenderlo. Cuando estuvo completamente encendido me di cuenta de que tenía mensajes de mis padres preguntándome si estaba bien, así que tuve que contestarles para tranquilizarlos, incluso había un mensaje de Seonjoon preguntándome cómo estaba. Le respondí que estaba bien y no me dio tiempo ni de pensar cuando él ya me estaba llamando.

-¿Sí? -contesté

-¿Cómo estás?

-Bien, gracias

Me levanté de la mesa y salí de la cocina.

-¿Dónde estás? Fui hoy a visitarte al trabajo, pero me dijeron que habías salido de vacaciones

-Sí, sí... creo que unas vacaciones me vendrían bien ahora mismo, me siento un tanto... atrapada en casa

-Claro, lo entiendo perfectamente

-Lamento no avisarte... fue... repentino, de la noche a la mañana

-Lo entiendo, no tienes que explicármelo

-Gracias por haberte molestado en ir a mi trabajo por mí -sonreí mientras me acercaba a la ventana -es lindo tener a alguien que se tome el tiempo para ir por mi

-Sabes que no hay problema, me encanta estar contigo, es mi promesa

-Claro, la promesa

-En cuento regreses...

No terminó de hablar cuando al fondo se escuchó cómo lo llamaban.

-Parece que tienes mucho trabajo -dije

-Sí -suspiró -en unos días hay una fiesta de riquillos en el club Two y estamos organizando la seguridad y la lista de verificación de invitados

-¿En serio hay una fiesta? ¿Qué clase de riquillos estarán?

-mmm ya sabes, empresarios no estoy muy seguro

-Entiendo... bueno, te dejo para que continúes con tu trabajo

-Y yo para que continúes con tus vacaciones

-Nos vemos luego

-Llámame si necesitas hablar con alguien

-Claro que sí, muchas gracias por todo

-No hay de que

-Nos vemos

-Adiós

Colgué el teléfono y me quedé mirando la ventana con los brazos cruzados.

-¿Era ese estúpido?

Su voz me tomó por sorpresa y me hizo brincar del susto. Estaba de pie en la entrada de la sala.

-¿Escuchaste mi conversación?

-Un poco

-Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas

-¿Qué quiere ese estúpido? ¿Por qué te llamó?

-Porque puede hacerlo, somos amigos y él puede llamarme cuando quiera

-No él

-¿No puedo tener amigos?

-Puedes, pero no cuando intentan coquetearte

-Bueno, estoy soltera ¿Recuerdas? -caminé hasta él para quedar frente a frente -no te interesa que relación tengo con él -pasé por su lado para ir a la cocina

Hanako y Chris ya estaban sentado en la mesa con el desayuno listo.

-¿Amigos? -preguntó Hanako refiriéndose a la llamada

-Sí, algo así

Minutos después llegó Jungkook con una mala cara he hizo que la tensión en el ambiente se sintiera más fuerte. Chris estaba delante de nosotros en la mesa y Jungkook se sentó a un lado de él mientras que Hanako estaba sentada a un lado de mí.

-Y ¿Qué cuenta tu amigo? -preguntó Chris

-Sí, Camil -me miró Jungkook -¿Qué cuenta tu amigo?

Lo miré con malos ojos, pero no conteste a él y simplemente miré a Chris.

-Fue a visitarme al trabajo, pero no me encontró, es lindo porque él ha estado conmigo todo este tiempo, así que me siento un poco culpable no haberle dicho que me fui, aunque de todos modos creo que no hubiera tenido tiempo para que saliéramos

-¿Por qué no? -preguntó Hanako

-Parece que está ocupado organizando la seguridad de una fiesta de riquillos empresarios

-¿Riquillos? -preguntó Chris -¿Qué clase de riquillos?

-No me lo dijo, solo dijo que eran empresarios

-No puede ser