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Chris era un chico alto, con una espalda ancha, cabello demasiado corto, como si se hubiera rapado la cabeza hace algún tiempo y apenas comenzaba a salirle de nuevo, cabello de color negro, tenía brazos grandes y fuertes, llevaba puesto un pantalón de mezclilla, tenis rojos y se había quitado la sudadera para quedarse en una camisa rojo vino. Mientras que Hanako era una chica delgada, de piel clara, demasiado clara, obviamente era de nacionalidad japonesa, con sus ojos un poco rasgados, labios delgados, cabello un poco ondulado y de color negro, era alta como yo, pero tenía tatuajes en todos sus brazos. Llevaba puesto unos pantalones de mezclilla de color negros, camisa de tirantes del mismo color, a la cintura llevaba una camisa de cuadros a rojo y negro atada en la cintura además de que llevaba puestos unos botines negros de tacón. Me gustó totalmente su estilo.

Los dos parecían sorprendidos al haberme quitado la bolsa de la cara.

-¿No me dirán nada?

-Es que, nosotros no podemos decirte nada -dijo Hanako

Mientras los miraba en silencio, afuera se escuchó como llegó un auto, como bajaron y se acercaron a la puerta para entrar a la casa. Los dos parecían ansiosos y dudaron en si quedarse parados delante de mí, moverse a otro lado o qué hacer.

Al ver su nerviosismo simplemente me di la vuelta en el sofá dejando mi brazo izquierdo en el respaldo. Juró que sentí que me desmayaría, estaba confundida, emocionada, impresionada... y enojada.

-Hola, cariño -Jungkook me miraba con una sonrisa en los labios

-Jungkook -dije en un suspiro levantándome del sofá para ir y darle un fuerte abrazo -sabía que no habías muerto

-Lo lamentó -me dio también un fuerte abrazo

Después de un momento me alejé de él.

-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no me dijiste nada?

-Lo siento, pero las cosas eran difíciles

-aj -me llevé la mano a la frente -tus padres la están pasando mal...

-En realidad... mis padres lo sabían

-¿Ah?

-... Mis padres -movió las manos como si estuviera buscando la mejor manera de repetirme lo que dijo -ellos saben todo esto

Miré a los otros dos y ellos solo me miraron, sin decir o hacer nada.

-¿Cómo... que lo saben? -pregunté

-Camil... tengo que explicarte algunas cosas... sobre mí. En realidad, fingí mi muerte... para poder escapar

Solo esas palabras fueron suficientes para que las ganas de abofetearlo fueran fuerte, pero me controlé y no lo hice. 

-¿Escapar? ¿De qué estás hablando?

Por un momento se me paso por la cabeza la idea de que, al ser policía, algún delincuente estuviera detrás de él por haberlo detenido.

-Camil... no soy la persona que crees -el modo serio en el que me miraba, me dieron escalofríos en toda la espalda

-N-No te entiendo

-Sentémonos un momento ¿Sí?

Miró a sus compañeros y ellos entendieron el silencio para que nos dejaran solos en la sala. Me senté de nuevo en el sofá quitando la manzana de cristal que había escondido a mis espaldas antes.

-¿Qué es eso? -preguntó él al verme dejarla en la mesa

-Solo... por si necesitaba defenderme -sonreí un poco, pero él tragó saliva

-Será mejor que me la des

-¿Por?

-Solo... precaución

Me la quitó de las manos y la dejó a sus espaldas.

-Camil, veras... mis padres... los tres en realidad somos ladrones de antigüedades

-¿Ah?

-Mis padres y yo, robamos antigüedades

-¿Estas escuchando lo que me estás diciendo?

-Sí

-Jungkook, eso suena a una película

-No es una película, hay ladrones de antigüedades en todo el mundo, muchos, más de los que tú crees o de lo que las personas conocen, y mi familia es eso, somos eso

-Me estás diciendo que ¿Me case con un ladrón de antigüedades que ha fingido ser un policía todo este tiempo?

-Prácticamente

-¿Y por qué fingir tu muerte? ¿Por qué ahora?

-Porque estaban por atraparme y si fingía mi muerte lograría desviar todas las pruebas de quién era yo

-¿La policía te persigue?

-No es policía, es otro ladrón de antigüedades con el que tengo algunos... asuntos

-¿Qué clase de asuntos?

-Asuntos, Camil

Solté una sonrisa burlona y rodeé los ojos.

-No quieres decirme qué clase de asuntos, pero fingiste tu muerte, me dejaste sola, además, tus padres lo saben todo y les vieron la cara a mis padres y a mí, eres un ladrón de antigüedades que me ha estado engañando desde que nos conocimos, eres un delincuente y además... acabas de secuestrarme

-No es lo que piensas, Camil

-¿Ah no? Explícamelo entonces, porque parece que no lo estoy entendiendo

-Escucha, iba a decírtelo, en algún momento, pero

-¿Pero?

-Eres forense del gobierno, es como si fueras un policía del gobierno

-Tu eres policía ¡Maldita sea! ¡Tu sí eras policía!

-¡Lo hacía solo para desviar cualquier información sobre mí, de ti, para mantenernos a salvo los dos!

-¡Eso debiste pensarlo desde un principio! Renunciar a ser un ladrón cuando nos casamos, de ese modo los dos estaríamos a salvo

-No es tan fácil, una vez ladrón, jamás dejas de serlo, aunque lo quieras, siempre estarán persiguiéndote

-Entonces... de esos robos ¿Es de donde sacabas todo ese dinero?

-...Sí

Siempre me pregunté de dónde conseguía todo ese dinero, aunque él tratara de ser discreto con sus gastos, se me hacía demasiado extraños los gastos y lo que compraba, su sueldo como policía especial no era mucho, el mío tampoco, por eso pensé que sus padres le daban algo más de dinero al ser hijo único y tenerlo consentido, pero ahora entiendo.

-...Si estás aquí, es porque cometí un error -dijo algo cabizbajo

-¿Error?

-Pensé... que al morir, esa persona dejaría las cosas, digo, ya estoy muerto, ya no puedo estorbar en su camino y pensé que con eso tu estarías a salvo, pero me equivoque

-¿De qué hablas?

-Camil -me miró a los ojos -no te he dejado sola desde que me fui, en ningún momento

En ese momento recordé los extraños mensajes y las extrañas llamadas, además de las sensaciones de que alguien me estaba mirando cuando caminaba por las calles.




Vida Doble (JeonJungKook)Where stories live. Discover now