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Él caminaba a mi lado para que no fuera tan sospechoso el hecho de que viniera detrás de mí, pero, aunque él viniera a mi lado, no podía girar mi cabeza para mirarlo a la cara, no era porque no quisiera, sino que simplemente me lo impedía él. La primera vez que quise girar la cabeza presiono la punta de la navaja en mi costado.

-Mira al frente, solamente

-Entiendo

Así que mis ojos simplemente iban mirando fijamente hacia adelante.

Llegamos a la esquina de la calle y dimos la vuelta a la izquierda. Debo decir que, aunque fuera una buena zona, no había muchas personas, eso fue lo que nos gustó a Jungkook y a mi cuando pensábamos conseguir un departamento aquí, el hecho de que fuera un lugar demasiado tranquilo, pero por razones de distancia de nuestros trabajos, conseguimos la casa.

Al dar la vuelta a la esquina, me dijo que mirará directo a la pared, a lo que obedecí de inmediato y después sentí como deslizaba una bolsa de tela ante mis ojos, después unas llantas de auto a mis espaldas y un empujón que me lanzo dentro del auto. Escuche como cerraban con fuerza la puerta y después supongo que el hombre subió también, pero en la parte de adelante.

-¿Es ella? -escuché la voz de una chica

-Claro que es ella

-Lo siento, yo no la conozco

-Es ella -le afirmó el hombre

Yo mantenía la calma, claro que estaba asustada, pero no quería molestarlos con mis gritos o causándoles problemas y muy probablemente me golpeen o me duerman y quiero saber que tan lejos vamos de esta zona.

-Por cierto -dijo el hombre y al parecer se dio la vuelta sobre su asiento y me arrebato mi bolsa de las manos -no necesitas tu teléfono -creo que buscó en mi bolsa alguna otra cosa que pudiera servirle, pero al no encontrar nada, la lanzo a un lado de mí

-¿A dónde vamos? -pregunté

-No te preocupes -su voz era tan relajada y amable que no sabía si temer más por eso o no -iremos a un lugar tranquilo

-¿Ustedes tienen algo que ver con la muerte de Jungkook?

Hubo un silencio por unos minutos.

-Algo así

Donde yo iba sentada era un asiento, era una camioneta donde nos estábamos moviendo, por eso el viaje no fue incomodo, aunque mis manos estuvieran nerviosas y mi cerebro me dijera miles de veces que buscara una forma de salir de aquí ahora o no tendría oportunidad después, la otra parte de mí me decía que debía quedarme quieta y ver a donde me llevaban, si ellos tenían algo que ver con la muerte de Jungkook, lo averiguaría ahora mismo.

-Oye

Me llamó el hombre.

-¿Qué estas tramando? -parecía preguntarlo en una sonrisa

-Tramando de ¿Qué?

-Gritos, rasguños, maldiciones, ya sabes, lo normal de cuando secuestran a alguien

-¿Quieres que lo haga? Puedo hacerlo para cumplir tu sueño de ser un buen secuestrador

La chica que iba manejando soltó algunas risitas.

-Me agrada -dijo al final

-Entonces ¿Cooperaras con nosotros hasta el final?

-¿Hasta dónde es el final?

-No lo sé aun

-Sí, cooperare

Después de eso no dijo nada más, ninguno de los dos dijo nada más.

El camino de donde había dejado ese taxista a ese hombre fue al parecer lejos de donde estábamos ahora, unos 15 o 20 minutos de distancia.

Para cuando la camioneta se detuvo, los dos bajaron de sus lados y recorrieron la puerta de atrás donde yo estaba.

-Ven -dijo la chica con una voz igual de amble que el hombre

Me deslice en el asiento hasta la puerta.

-Cuidado con la cabeza -me advirtió la chica y me dio la mano para poder bajar sin caerme o golpearme

Al poner mis pies en el suelo sentí el cemento, por lo que no estábamos fuera de la ciudad, además de que aun se escuchaban los ruidos de los autos, pero olía un poco a flores, así que era un tanto confuso saber dónde estábamos exactamente.

-Vamos -la chica me tomó del brazo y me guio unos cuantos pasos hasta que entramos a una casa, una casa algo fresca, pero cómoda y ya dentro, me guiaron directamente a la sala, lo sé, porque choqué contra uno de los sofás.

-Lo siento -se disculpó ella antes de sentarme en ese mismo sofá -quédate aquí un momento

-Bien

Al parecer los dos eran tontos porque confiaron en mi palabra de que cooperaria con todo lo que me pidieran porque me dejaron a solas en la sala y ese fue mi momento, me quite un poco la bolsa de la cara, solo para poder ver bien y sin levantarme del sofá miré a mi alrededor para poder encontrar algo pequeño con lo que pudiera defenderme en caso de necesitarlo y lo único que encontré fue un pisapapeles de una manzana color dorado, sería fácil sostenerla del tallo y golpear fuerte, así que la tomé y me la escondí en la espalda, solo así, me volví a acomodar en el sofá y bajé la bolsa.

El silencio de la casa me ayudó a escuchar un poco lo que ellos hablaban, no entendía del todo lo que decían, pero estoy segura de que llamarón a alguien más.

-Ella ya está aquí -fue lo único que le entendí al hombre, porque para decir lo demás bajó la voz y solo escuché murmullos

Después de que dejaron de hablar con esa persona, los dos regresaron a la sala y al parecer los dos se quedaron delante de mí mirándome en silencio. 

-¿Quisieras tomar algo? -preguntó la chica

-¿Puedo quitarme la bolsa? -pregunté

-Creo que sería mejor que ninguno de nosotros hiciera nada -dijo el hombre -esto no es algo que a nosotros nos concierna

-¿Por qué son tan amables? -pregunté

-Lo sabrás en un momento -contesto él

-Entonces... ¿Podría saber sus nombres?

-...Ella es Hanako y yo soy Chris

-¿Qué está pasando realmente? -pregunté -dos secuestradores no serían tan amables como ustedes y mucho menos me darían sus nombres

-No somos secuestradores

-¿Entonces? -me fastidié y me quité la bolsa de la cabeza 

Vida Doble (JeonJungKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora