Camil recibe la llamada que cualquier mujer casada y que ama a su esposo nunca desearía recibir, su marido, ha muerto en el cumplimiento de su deber en un accidente de auto lo que la deja devastada. Mientras examina sus restos, se da cuenta de que a...
-Bueno, supongo que por ahora estamos bien así, pero en el futuro pensamos tenerlos, así que me emociona el tema
-Bueno, por el momento solo pensamos en uno, me gustarían dos, pero... todo dependerá del tiempo
-Claro que sí, pero no te preocupes, Jungkook es un buen esposo
-Muchos me han dicho lo mismo
-Es en serio, lo conozco de hace tiempo y puedo asegurar que él esta totalmente enamorado de ti, es raro, no sé como explicarlo, pero... con solo ver sus ojos y decir tu nombre, te das cuenta de cuanto te quiere
Supongo que sus palabras fueron suficiente para hacerme sentir bien.
-¿De qué hablan chicas? -por fin apareció Hanako
-Solo... del bebé -dijo su hermana
-Uuh el bebé –se sentó donde había estado antes y así el tema con el que habíamos comenzado cambio al del bebé
Cuando todos se fueron a sus habitaciones a la hora de dormir, me quede sentada en la cama pensando en Hanako y en la posibilidad de que los tres estuvieran escondiéndome algo y no me gusta que me escondan cosas así que tenía que hablar con ella para que me lo dijera todo.
Dejé mi habitación para ir a la de ella, pero antes de poder tocar a su puerta escuché su voz dentro, al parecer estaba hablando por teléfono y mientras ella hacia eso, la alarma de movimiento sonó en mi teléfono.
-No pueden ir ustedes solos –susurró ella –es demasiado peligroso... sé que lo quieres terminar de raíz, pero piensa en Camil ¿Vas a dejarla sola?... entonces deja esa tontería y vuelve, encontraremos una mejor manera de deshacernos de él... Jungkook... Jungkook –soltó un suspiro de frustración y al parecer colgó el teléfono porque no volvió a hablar
No me di la delicadeza de llamar a la puerta, simplemente la abrí y ella se sorprendió por eso.
-Pensé... que estabas dormida
-Quería hablar contigo
-¿Sobre qué? –sonrió nerviosa
-¿Me explicas esto? –levanté mi teléfono para que viera la pantalla donde había un mapa y un punto rojo moviéndose
-¿Qué es eso?
-Son Chris y Jungkook moviéndose fuera de la ciudad ¿A dónde van a esta hora?
-¿Cómo... cómo conseguiste eso?
-Sabía que algo así iba a pasar –me crucé de brazos –ya no quería que me escondieran cosas así que a cada uno les puse un rastreador
-¿Qué? ¿Dónde? –palmeo un poco su ropa
-El tuyo lo puse en el collar que siempre llevas –señalé su collar con los ojos
Ella siempre llevaba un collar de oro de una cruz, jamás se lo quitaba y fue una buena opción que funcionó muy bien.
-En Chris, cambie uno de sus aretes que siempre usa por un localizador y en Jungkook... quite el diamante de su anillo y puse uno hueco con el localizador
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-O me explicas lo que está pasando o yo misma iré a donde van ellos para que me lo expliquen
-Camil...
-Tienes tres segundos, Hanako
Se me quedó viendo con la preocupación en su cara de no saber cómo explicarme las cosas.
-Uno... dos...
-¡Fueron a matar a Joe y a Albert Simon! –se cubrió la boca al darse cuenta de que lo había gritado y el esposo de su hermana estaba en casa
-¿Qué?
-Jungkook estaba demasiado asustado cuando le dijiste que estabas embarazada, no quería que tú y el bebé estuviesen en peligro. Ya te habíamos dicho que Joe nos ha estado siguiendo desde siempre, y lo seguiría haciendo si no lo detenemos... tu dijiste que era bueno matarlo para que nos dejara en paz
-Sé que lo hice, pero... estaba enojada con todos en ese momento
-Pues Jungkook tomó tu palabra
-Entonces –la miré asustada -¿Ahora mismo van a enfrentarse a él?
Ella solo aceptó con la cabeza.
Salí de su habitación directo a las escaleras para bajar a la entrada de la casa donde en un colgador de llaves que había en la pared, de madera clara con 4 ganchos negros, tomé las llaves del auto donde Hanako y yo habíamos llegado.
-Camil, Camil –ella venía detrás de mí, pero no me alcanzó hasta que estuvimos fuera de casa -¿A dónde vas?
-Con ellos ¿No es obvio?
-No puedes hacer eso
-Claro que puedo y lo voy a hacer
-Piensa en tu bebé, no estás en las condiciones para ir, es demasiado peligroso
-¡Hanako! –la miré furiosa –tus mejores amigos están en peligro, mi esposo y mi amigo están en peligro
-Sé que es así, a mí tampoco me gusta, ellos son mi familia, pero a mi familia le prometí mantenerte a salvo, también eres mi familia, Camil
-Gracias por eso, pero... ya perdí una vez a Jungkook y fue lo más doloroso que he vivido en mi vida, no quiero volver a sentir ese dolor
Me di la vuelta para llegar al auto.
-¿Y si mueres tu o pierdes al bebé? ¿No crees que eso le dolerá a Jungkook también? ¿No piensas en su dolor si llega a perderte? ¿O en la vida que está en ti?
Me quedé quieta, mirando mi reflejo en el vidrio de la ventana del auto.
-Prefiero morir o verlo morir a él sabiendo que lo ayudé con todo lo que tuve en lugar de solo quedarme en casa acostada esperando por él
-¿Y tu bebé? ¿Sacrificaras a tu bebé?
-No lo haré, no pasará, no morirá nadie, pero para evitar eso, ellos deben tener toda la ayuda que puedan
Abrí la puerta y entré. Encendí el motor y tomé el volante para salir, pero Hanako se puso delante de mí en el auto con los brazos abiertos.
-Tendrás que atropellarme para poder irte
-Sabes que no voy a atropellarte
-Lo sé, así que baja del auto
-Pero no me molestaría romperte un brazo, eso se puede curar con el tiempo
-Inténtalo entonces
Respiré profundamente, apagué el motor del auto y bajé para acercarme a ella.
Me quedé de pie frente a ella haciendo que bajara sus brazos.
-No quiero pelear contigo, Camil
-Tu no, pero si no me dejas ir, a mí no me molestará
-Entonces... -se hizo hacia atrás y tomó una posición de defensa diciéndome que no le molestaba pelear conmigo
