Gorgeous | Max Verstappen [En edición]

01. La voz de la inexperiencia

Era la segunda botella de vino que me terminaba, estaba sentada en el piso del departamento que compartía con Liam y Kacey, ellos estaban sentados sobre el sofá pintándose las uñas mientras yo me hundía en mi propia miseria.
— ¿Sabes qué dijeron al terminar la entrevista? — pregunté a mis amigos
— Si, cariño, ya lo dijiste como 10 veces. — contestó Liam riendo, a lo que Kacey dió un golpe, moviendo su mano y manchando de más sus dedos del pie. — Hey, mi uña! 
— ¿Qué te dijeron Nea? — preguntó Kacey amablemente a pesar de que sabía la respuesta.
— Que no desperdiciaron tiempo con una persona sin experiencia, lo dijo sin sentimientos, fue como si tomara mi corazón y lo estrujara. Yo solo quería un empleo y ese ser despreciable, dijo que no. ¿Puedes creerlo? — arrastraba las palabras como me fuera posible — Todos odian esas bebidas, yo planeaba hacer que todo el mundo las amara.

Me quedé callada por unos minutos pensando, mis amigos seguían arreglando sus uñas y yo estaba dispuesta beberme la 3 y última botella de vino que teníamos en casa.
— Deberías intentar aplicar a otra empresa, quizá una más grande — sugirió Liam.
— Si ellos que son una mini empresa no me aceptaron, tú crees que alguien como Red Bull me aceptaría, soy inexperta — argumenté sirviendo el vino sobre la copa.
— ¡Eso es! Manda tu currículum a Red Bull, son líderes de ventas en bebidas energéticas, quizá podrías aplicar de asistente y aprender. 

En ese momento eso pareció una idea excelente, estaba convencida de que podría demostrar que era una persona capaz que podía hacer cualquier cosa. Tan pronto como me pude levantar, fui a mi habitación por mi laptop, volví con ella y me senté dónde minutos atrás estaba. Empecé a buscar el website de Red Bull y me dirigí hasta el pie de la página, en la sección de empleos. Había varios abiertos, pero ninguno estaba enfocado a Social Media, los demás empleos eran para ingenieros en automovilística, ¿Cómo porque diablos una empresa de bebidas energéticas pide ingenieros en autos?, bueno, quizá necesitan para los camiones repartidores.

Para mi suerte había uno en asistencia en general, seguí todo el proceso y envíe mi currículum, que en ese momento me pareció presentable.
— Ha sido fácil — dije cerrando la laptop y bebiendo de mi copa.
— Deja de beber, Nea. Te terminaste la reserva de vino para la semana — me regañó Kacey quien se puso de pie, quitándome la botella para ponerla en el refrigerador. — Es mejor que vayas a dormir, olvídate de ese rechazo. 
Liam me ayudó a ponerme de pie, me acompaño hasta mi habitación, me recostó y me arropó, lo único que podía pensar era que tenía a los mejores amigos del mundo; tan pronto como mi cabeza tocó la almohada, sentí un cansancio horrible, cerré los ojos y me adentré a un sueño profundo.

***

Por la mañana, Kacey entró a la habitación con un vaso de agua y unas aspirinas, las dejó sobre la mesita y se sentó en la orilla de mi cama.
— Hoy es un buen día, no te atormentes por lo que sucedió ayer. Habrá alguien que querrá apostar por tu inexperiencia Nea, no todos son seres despreciables — asentí y tomé su mano, Kacey era esa persona qué sabía que decir justamente en el momento que la necesitabas.

Ella salió de la habitación, cerrando la puerta, me senté lentamente evitando un mareo a gran escala, me tomé las aspirinas y me puse de pie para ir al armario a buscar ropa, el día está soleado y era perfecto para seguir con mi rutina de ejercicio, pero no estaba en la mejor condición, así que preferí, solo salir a caminar por la ciudad y aprovechar para visitar a mi madre.

Cuando salí del departamento, Liam y Kacey ya se habían marchado, así que cerré con llave detrás de mí.
Caminé y caminé hasta llegar al parque de la ciudad, era miércoles y por ende, mi madre vendía sus productos orgánicos en el mercadillo, al llegar, la vi ordenando algunas piezas sobre la mesa, me ofrecí a ayudarla y estuve con ella, le platiqué sobre mi desastrosa entrevista de trabajo, pero antes de obtener una respuesta, mi teléfono empezó a sonar. Era una llamada de un número desconocido, pensé en no contestar, pero terminé aceptando la llamada.
— ¿Si? — pregunté
— Señorita Williams, nos complace informarle que estamos interesados en realizarle una entrevista para el puesto de asistente en Red Bull Racing.

Espera... ¿Qué diablos era Red Bull Racing? 

— Entonces, ¿puede volar hasta Austin, Texas y asistir mañana a la entrevista presencial?

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¡Hey!

Primero que nada, bienvenid@s!

Esto realmente es muy nuevo para mí, he escrito en otras ocasiones, pero es contenido que se queda únicamente para mí y esta vez pensé en compartirlo. Realmente espero que sea de su agrado y no tengo idea a donde nos llevará esto, pero, estoy emocionada.