Gorgeous | Max Verstappen [En edición]

06. El que no arriesga, no gana

Día de muertos era una de las mejores festividades de México y nadie podía cambiar mi mente, este era el último fin de semana que pasaba con mi abuela, Kacey & Liam antes de empezar a trabajar y todo había sido increíble, rodeada de fiestas, comida, bebidas, buena compañía y uno que otro mensaje por parte de Danny Ricc.

No sabía nada de Max, lo había visto por última vez en Austin y no sabía ni siquiera dónde estaba, tampoco es como si él tuviera que avisarme porque la idea era desintoxicarme de él.

— Me agrada mucho la idea de que el próximo gran premio sea aquí, tendremos más tiempo juntos antes de que vayas a Brasil — Kacey estaba quitando pétalos a las flores que mi abuela usaría para el altar de muertos.
— Brasil, suena tan lejos — observé detalladamente las pequeñas calaveras de azúcar.
— Ve el lado positivo, estarás con Daniel Ricciardo — Liam habló.
— Algo no se siente bien con eso, me gusta pero... — no terminé la oración porque Kacey me interrumpió.
— Pero no es Max Verstappen.
— Se siente como si jugara con él, y es extraño — admití colocando la calavera sobre la mesa — Me gusta platicar con él y es muy divertido. 
— No te atormentes pequeña Nea, posiblemente él solo quiera colarse en tu cama y eso es todo, un poco de diversión no le viene mal a nadie — Liam me abrazo y me dio un beso en la frente.
— No puedo involucrarme con nadie, en especial, con un piloto de otro equipo, lo dice el contrato. 
— Sólo deja de pensar en eso. Pasaremos un buen tiempo con la abuela, más tarde saldremos a pasear — Kacey se acercó y se unió al abrazo.

***

El miércoles Kacey y Liam habían venido conmigo al Red Bull Show Run de CDMX que ofrecería la escudería para los fans, mi amiga pelirroja había conseguido un lugar de las gradas sin ningún problema al saludar a unos chicos, mientras yo me había dirigido hasta donde estaba el equipo, desconocía si Max estaba presente pero vi a Katie reunida con Checo.

Era un día soleado con mucho calor, los fans estaban eufóricos y esperaban ver a Checo correr por la avenida principal de la ciudad.
— ¿Ya viste a Max? — preguntó Katie revisando la agenda
— No, ¿está aquí? 
— Se supone que nadie sabe, pero posiblemente haga la última vuelta — me explicó.

Me sentí perdida, pero fui a buscarlo, increíblemente no habíamos intercambiado números para llamarle. Lo encontré apartado de todo el mundo, en un intento de pasar desapercibido y únicamente hablaba con un ingeniero mientras bebía desde el termo del equipo.

— Hola Max, ¿cómo estás? — pregunté acercándome a él, el ingeniero se apartó dejándonos solos.
— Nea, me alegra verte — me saludó con un beso en la mejilla, me encantaba la confianza que había surgido entre nosotros, había sido casi instantánea.
— Esperaba verte hasta el jueves para la rueda de prensa — le dije.
— Quería estar con Checo, es especial para él — hizo una pausa — de hecho, pensé que llegarías el jueves también al autódromo, ni siquiera hemos intercambiado números para coordinarnos — aunque era más alto que yo, podía apreciar las pequeñas marcas que se hacían en la sien cuando sonreía.
— De hecho, yo estoy aquí desde el miércoles de la semana pasada y sí, somos el peor equipo.
— ¿Por qué llegaste con tanto tiempo? — preguntó sorprendido.
— Me gusta ser puntual, bueno no, vine con mis amigos a visitar a mi abuela, nos gusta pasar día de muertos con ella — expliqué.

Esperamos que fuera el turno de Max, pero desafortunadamente la última vuelta del show run fue cancelada por una protesta, así que el show fue detenido.

— Entonces...¿Ya nos podemos retirar? — preguntó Katie un poco impaciente donde estábamos reunidos con Horner, Marko, Checo, Max y 2 ingenieros.
— ¿Por qué tanta prisa? — preguntó Checo riendo.
— Tú comes comida mexicana todo el tiempo pero yo tengo que aprovechar cuando estoy aquí para degustarme de comida típica — explicó Katie y todos reímos.
— Nos vemos mañana en el autódromo y sean puntuales — agregó Marko.