The Presentation [La presentación] ¬BrightWin

39 | MANTAS

No me maten, pls, rak na kha

39 | MANTAS

Bright regresó esa tarde de la escuela con el ceño fruncido. Metawin no lo había esperado y cuando fue a buscarlo a su salón de clases le tocó encontrarse con la mirada burlona de Mix, el desgraciado por alguna razón le sonrió tétricamente y le deseo suerte. Bright temió por su vida en aquel instante.

La situación era simple: por alguna extraña razón, Sahaphap, quien siempre había sido amable con él, había empezado a tratarlo como basura. ¡Y no estaba exagerando! Incluso le había lanzado envoltorios, servilletas y botellas usadas para luego decir "Oh, perdona, ¿este no era el bote de basura?". Ignoraba su presencia, a pesar de que la mayoría de las veces parecía de olvidarse de esa regla para mencionar comentarios francamente groseros e indirectas amargas sobre "un frío y desconsiderado muñeco de nieve sin sentimientos que lastimaba a su pobre, tímida y desahuciada criatura de cuya muerte por inanición sería el único responsable".

Mix también había logrado hacer que cualquier persona con la que hubiese tenido interacciones más allá de lo amistosas ignorara a Bright, era como una paria en la escuela, como si su aroma fuesen huevos podridos en vez de café, se sentía como si los F4 le hubiesen dado una tarjeta roja. Solo que los F4 no eran un chiquillo omega engatusador de aura demoniaca —eran cuatro alfas estúpidos, pero bueno.

Bright estaba volviéndose loco, toda esta conducta había iniciado justamente dos días después de haber empezado a salir con Win, hace aproximadamente dos meses y medio. Y no es que a él le gustara que lo trataran mal, pero irremediablemente se había acostumbrado a esa nueva actitud de Mix y verlo sonreír y desearle suerte le daba mala espina, muy mala espina.

Condujo paranoico todo el camino a casa, observando a su alrededor porque sentía que algo estaba mal, sospechaba del ambiente mismo e incluso fue lo suficientemente audaz para sacarle la lengua a un anciano al que casi atropella.

Además, Win se había ido sin él. Eso era razón suficiente para llorar porque significaba que su nong había evitado a propósito su sesión secreta de besos bajo el árbol de la calle Dechapithanakul. Era una costumbre muy interesante que había adquirido luego de darse cuenta que era el lugar perfecto para hacer cosas de adolescentes sin correr el riesgo de ser vistos por alguien y que les avisaran a Ole y Wanchai. La verdad es que para el mundo ambos seguían solteros y solo cinco personas conocían su secreto. Sabían que era necesario decirle a sus padres en algún momento, pero por ahora mantener todo en secreto lo hacía interesante.

¡Y Metawin había huido de su sesión de besuqueo diaria! Y Bright sabía que había huido porque conocía la agenda de Win y el día de hoy no tenía absolutamente ninguna responsabilidad más que atender y-