𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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REFLEJO DE LA OSCURIDAD °•°
—¿Estás segura de que sabes lo que estás haciendo?
—Sí...
—¿Ya lo practicaste?
—Nueve veces.
—¿Habrá algún margen de error?
—No.
—Chicos dejen a Eleanor trabajar. - Replicó Hanna quien está a acostada sobre una camilla que Harrison le había conseguido a Eleanor. ¿Cómo la había conseguido? Ni idea, aunque muy probablemente Eleazar la había robado de sus prácticas.
—Necesitamos saber que ese ultrasonido no va a dañarte.
—He practicado este hechizo con nueve personas diferentes.
—Ninguna estaba embarazada.
—Chicos ya basta...
—En dado caso compren un ultrasonido portátil.
—¿Eso no será más peligroso que el hechizo?
—¡No! De esa manera podrán ver a su hijo en una pantalla, es seguro y...
—Pero con el hechizo lo podremos ver en una esfera con la que tendrás más accesibilidad para ver sus extremidades.
—¡Exacto! ¡Por eso quiero hacer el hechizo! Puedo ver si todo va bien con el bebé.
—Pero puede ser peligroso porque no eres sanadora.
—¡Qué ya lo he practicado!
—¿Y sí...?
—¡AY! ¡YA FUE SUFICIENTE, MIERDA! - La cobriza ya estaba bastante irritada porque esos dos eran un tormento. —¿Cómo está la situación? ¿Acaso tenemos dos padres y una madre? ¿Un padre entre puras madres? ¿O el padre y la amante lesbiana? - La chica se arrancó la mascarilla de mala gana. —No me interesa su relación poli amorosa, solo me importa que me dejen trabajar.
Los ojos verdes de la doctora vieron el nerviosismo que invadió a los tres muchachos y como su pequeña ironía realmente se tornó en una difícil situación.
Amelia Bones la mejor jugadora de su equipo de quidditch, aquella joven tan serena y estoica, se había puesto tan roja como el escarlata de los cabellos de su compañera. Y casi al instante su nerviosismo se reflejó en unos movimientos involuntarios con sus manos.
Eleanor arqueo una ceja al ver aquella actitud, entonces escuchó aquel dramático y prolongado suspiró que se le escapó a su premio anual.
—Ya no veo porque seguir postergando más está situación, porque los tres sabemos que hay algo más aquí. - A pesar de que se encontraba jodidamente nervioso y avergonzado, por fin pudo soltar lo que llevaba guardando en él desde hace meses. —Amelia, desde hace años tú te has vuelto una pieza fundamental en esta relación.
