𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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FAMILIA
°•°
ELEANOR LLEVÓ A SU BOCA UN PAR DE GALLETAS DE LIMÓN, sus grandes ojos verdes estaban fijos en sus hermanos quienes se encontraban dispersos por aquel amplio salón tomando sus clases de magia.
Cada uno de ellos estaba viendo un tema diferente. Enfocados en diversas cosas, ignorándose por completo unos a otros.
La cobriza suspiro, estiró sus brazos y pronto se llevó una galleta más a la boca. Aburrida de ver a sus hermanos estudiar, dio media vuelta y comenzó a caminar por los amplios pasillos de ese castillo.
Después de una clase de duelo que casi destruye toda la casa O'Malley, se tomó la decisión de entrenar, estudiar y practicar en el castillo Le Fay, no había nada que romper ahí, y si se rompía, no importaba muchísimo.
Eleanor entró nuevamente a la estancia principal, aquella donde se encontraba aquel retrato colgado sobre su pared.
—Tu familia es bastante... resonante. — se quejó la mujer en el retrato. —Me han causado migraña y eso que solo soy una pintura en un cuadro.
—Dimelo a mi que llevo diecinueve años viviendo con ellos. — la cobriza se dejó caer en el sofá. —Artemis, tráeme...
—¿Cerveza? ¿Ron? ¿Whisky?
—Definitivamente debes de tener un severo problema con el alcohol para que las primeras opciones de tu elfo sean bebidas nocivas para la salud.
Eleanor bufó ante los reproches de Morgana. —No Artemis, quiero una hamburguesa con doble queso y dos órdenes de papas. — ordenó con amabilidad. —Y dile a Ares que me traiga una malteada de chocolate, y ya que estás por ahí, pídele a Hermes que me traiga una nieve de limón.
—Si amita O'Malley. — su preciado elfo desapareció con un "puf"
—¿Todo eso para ti sola?
—Soy de apetito grande, además, no desayuné.
El cuadro asintió. Pronto, se escuchó una explosión en el pasillo. Tanto la mujer en el sofá como la mujer en el retrato, decidieron ignorarlo.
—Son buenas personas. — admitió la bruja antigua. —Es bueno saber que aquellos que rompieron la maldición, no son ambiciosos de corazón. Sobre todo, que no ansían tener más poder.
—No somos como tú hijo, Morgana. — suspiro. —Así que puedas estar tranquila, ya no habrá más magos oscuros en tu línea de sangre.
—Eso me tranquiliza.
—O'Malley. — la pelirroja se giró ante el llamado.
—¿Huyendo de sus estudiantes, profesor Osborn?
—Tus hermanos son horribles, no sé ni siquiera por qué diablos acepté este trabajo.
—¿Quizá porque le pago lo triple que ganaba en Hogwarts? Y solo tiene cinco alumnos.
