𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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EN MEDIO DE UNA GUERRA
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—Al hijo de la chingada que me dopo anoche, créame que si vuelve a hacerlo amanecerá colgado de un puente, primer aviso.
La pelirroja bajó con una mirada furiosa las escaleras de aquella casa. Lo primero que vio fue la sonrisa burlona de los tres merodeadores y aquellos ojos culpables de su hermano.
—Perdón Eleanor, pero, medidas desesperadas requieren de acciones extraordinarias. - Señaló Remus con una sonrisa. —Si no le poníamos pócima para dormir a tu té, no pararías hasta…
—Saberlo todo, porque yo necesito saberlo. - Apuntó con seriedad. —¿Cómo morimos James y yo? ¿Chocamos? ¿Nos atropelló un carro? ¿Hubo un terremoto y se nos cayó la casa encima? ¿James metió un tenedor en la toma de corriente y yo intenté sacarlo? No comprendo, toda la mañana llevo dándole vueltas a eso, pero ¿Cómo pudimos morir?
El silencio que se formó fue espeso y pesado, aquellos hombres se miraron entre ellos a lo cual la pelirroja bufó mientras se acercaba.
—Ya sé, la mitad está muerta y la otra mitad condenada, pero necesito saber ¿Qué nos ocurrió?
Sirius se levantó de la mesa y caminó hasta la joven, segundos después el mayor la volvió a envolver en sus brazos. —No vas a parar hasta saberlo ¿Cierto?
—Sarnoso… - Eleanor le devolvió el abrazo. —Mis hijos quedarán huérfanos, es importante saber ¿Cómo pasará eso?
—Ven, vamos a desayunar. - El hombre la guío hasta el comedor una vez que la soltó.
—No tengo hambre.
—Vas a comer y no está a discusión, jovencita. - Señaló Eleazar desde el fondo.
—¡Oye, idiota! ¿Quién te crees? ¿Mi padre?
—¡No has probado bocado desde ayer Eleanor, tienes que comer!
—¡Y ya te dije que no tengo hambre, carajo!
—¡Ya te he dicho que no está a discusión! ¡Te vas a sentar y te vas a comer lo que está en tu puto plato! ¿Está claro?
La pelirroja abrió la boca indignada antes de mandarle una mala mirada a su hermano.
—¡¿Por qué diablos me hablas así?! ¡Yo soy la mayor!
