𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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SOBREVIVE PARTE I
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EL AMANECER ERA LO QUE MÁS LE GUSTABA DEL DÍA. Desde niña cada que veía un amanecer era como tener una prueba tangente de que había sobrevivido un día más. Pero también disfrutaba de los colores del cielo y esa hermosa brisa fresca que daba la noche al desaparecer.
Cada mañana durante los últimos meses se había levantado de la cama antes de que saliera el Sol. Y solo hasta después de darle de comer a sus patos, quitar los huevos de los nidos de sus gallinas, ordeñar a su vaca y cepillar la lana de sus borregos, el día le sonreía con una oleada de colores.
Tal vez Bellatrix tenía razón. Se había vuelto una loca al convertir el jardín de mamá Euphemia en una granja. Pero hacer esos deberes matutinos cómo una rutina cotidiana le hacía despejar su mente y sentirse en paz, sin pensamientos negativos, sin brotes melancólicos, sin recuerdos tristes.
La brisa fresca de aquella mañana le voló el sombrero que tenía en su cabeza. El otoño estaba por terminar, faltaba poco para la próxima nevada. Y entonces las manecillas del reloj en su mente le decían que el tiempo estaba por agotarse.
—Creo que has perdido esto. — la voz de su esposo tras de ella la hizo salir de sus pensamientos. Eleanor no tuvo tiempo de girar cuando los brazos de James la envolvieron y le pusieron su sombrero frente a ella. —Dime ¿Has pensado en traer un animal más a tu criadero? No sé… ¿Unos caballos te paren bien?
—Los caballos no son mala idea. — sonrió con calma mientras tomaba su sombrero y se dejó apapachar por el cálido abrazo de su esposo. —Azor y Harry necesitan hacer algo más que pensar en quidditch.
—¿Un caballo no sería demasiado? La equitación no es mala pero los niños no tienen aún tres años. — pronto James frunció el entrecejo. —No le digas Azor a Thomas, realmente va a pensar que se llama de esa manera.
—Querido esposo, conocí a nuestro hijo de quince años, y todos le decían Azor, hacer que acepte su nombre es una batalla perdida. — la mujer disfruto del suspiro abatido de su marido. —Y sí, un caballo es demasiado para nuestros demonios, mejor hay que enseñarle otra cosa… andar en bicicleta a ver si así dejan de robar sus escobas de todos los sitios donde las guardamos.
—¡Yo! ¡Yo quiero enseñarles! — el moreno soltó a su esposa y comenzó a dar saltitos emocionados. —¡Andar en biconeta! Sabes que ahora yo sé manejar muy bien, ¡Incluso el coche! Ya soy un excelente conductor de casi cualquier vehículo.
Eleanor rió un poco ante la emoción del gryffindor. —Sí señor Potter, es un excelente conductor. — lo reconoció ya que después de mil intentos de choques y casi cincuenta formas de morir James consiguió manejar correctamente. —Tal vez deberías de aprender a conducir un tractor, lo necesitaremos cuando comience a sembrar maíz.
