𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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WHAT IF...? •°•
LOS RAYOS DE SOL GOLPEABAN CONTRA SU ROSTRO debido a que sus cortinas no estaban bien cerradas. La pelirroja frunció el entrecejo con molestia, gruñó y se giró del otro lado de la cama, para abrazar su almohada.
Después de una noche donde bebiste casi hasta la inconsciencia lo último que querías era ser molestada por el maldito Sol. Eleanor se acomodo completamente y se cubrió con aquellas sábanas de seda que utilizaba para dormir.
La puerta de su habitación fue golpeada con fuerza, como si un gigante quisiera derribarla. Eso sólo aumentó su molestia, y de mala gana llevó la almohada a su cabeza para seguir durmiendo.
—¡Eleanor! — los ojos de la cobriza se abrieron de golpe e inmediatamente se reincorporo para quedar sentada sobre la cama. —¡El! — la puerta de su recámara se abrió e inmediatamente vio unos ojos idénticos a los suyos.
—¿Eleazar...?
—¡Mierda, El! — su mellizo corrió hasta ella y la sacó de un jalón de su cama. —¡Apresúrate! ¡Es tarde!
—¿Tarde? — sus ojos perezosos se fueron hacia el reloj en su mesilla. —Cabrón, son casi las diez de la mañana.
—Sí genio, ¿Y a qué hora sale el tren?
La joven se quedó en silencio por un segundo, hasta que poco a poco llegó el oxígeno a su cerebro. —¡MIERDA! — la pelirroja salió corriendo de la habitación rumbo al baño. —¡Los gemelos van a matarnos!
—¡Eso no lo dudes! ¡No puedo creer que Baloo nos haya convencido para ir a esa fiesta de mala muerte!
—¡Carajo! — gruñó la joven quién se interno en el baño para comenzar a asearse lo más rápido posible.
—¡NO PUEDO CREER QUE NOS HAYAN HECHO ESTO!
—¡JUSTO EN NUESTRO PRIMER DÍA!
—¡USTEDES DOS, ALCOHÓLICOS DE MIERDA!
—¿Podrían bajar la voz? La cabeza me duele más que una patada en los huevos. — Eleazar suspiró y posó una de sus manos en su frente. —¡ELANOR MUEVE ESE CULO Y APURATE QUE YO TAMBIÉN ME TENGO QUE BAÑAR!
—¡ESTE NO ES EL ÚNICO MALDITO BAÑO QUE HAY EN LA CASA!
—¡ERWIN Y ERICK LO ESTÁN UTILIZANDO!
—¡CARAJO!
Una mujer rubia apareció justo cuando la pelirroja salió del baño envuelta con una toalla y le tendió una bolsa con su ropa del día. —Eleanor, te he dicho mil veces que una señorita no debe de decir tantas groserías. — por el rabillo de sus ojos, Gabrielle miró como su hijo mayor se lanzaba al baño. —Aquí tienes tu ropa, cariño.
—¡Gracias, mamá! — la cobriza salto para darle un rápido abrazo a su madre y luego quitarle la bolsa con la ropa. —¡Aunque hubiera sido aún mejor que nos despertarás un poquito antes!
