Capitulo 5.

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Mikey.

—¡Me gustas, no puedo evitarlo, te quiero, probablemente tu a mi no, pero, no me rendiré, seguiré dejándote cartas y regalos, hasta que me correspondas, no te libraras de mi tan fácilmente! — Esto no tenia que pasar, no así, no ahora. Se suponía que debería de bastar con firmar la carta, para asustarlo, me adelante 20 pasos porque sentí que el plan se me salía de las manos y ahora ¿qué hago? ¿Cómo ocurrió esto?

Draken.

—¿Qué tal las donas del viernes ? No tenían veneno o ¿sí? —dijo Mitsuya una vez logra seguirme el paso—

—Buenos días para ti también—

—Lo siento, pero yo no fui quien no me espero varios días de la semana pasada y menos hoy— contesta con un supuesto disgusto— y ¿Qué tal estuvieron?

—Bien, supongo—

—¿Solo bien? — pregunta, invadiendo algo de mi espacio personal.

—Pareces muy interesado, ¿No será que tu las preparaste? —pregunto acercándome un poco para intimidarlo.

—Por supuesto que no, si los demás te conocieran como yo lo hago seguramente perderían todo el interés romántico . —contesta volviendo a colocar la mirada al frente.

—Solo era una suposición, mas bien una broma, serias la segunda persona de la que preferiría no recibir esa clase de cartas—

—Eres muy cruel, un momento ¿segunda? —

—Si, y sobre las donas, estuvieron deliciosas muy similares a las que preparaba mi abuela cuando era niño— dirijo la mirada al cielo— o quisa solo fue mi imaginación— regreso al camino—démonos prisa, no falta mucho para que cierren la escuela.

Mi cuerpo avanza cada vez más rápido, hoy particularmente quiero leer mi "correo" lo antes posible. Al pasar el portal de la escuela mi vista se dirige de inmediato a los zapateros, un pequeño peluche negro con forma de dragón y grandes ojos ámbar, espera a su futuro dueño, me acerco, tiene una notita azul "cuando lo vi mi primer pensamiento fuiste tú, espero te guste Ryujushi". Es algo atrofiante recibir regalos todos los días, sobre todo cuando no conoces su procedencia y con el paso de los días cada regalo es mas grande. Sin embargo, lejos de cualquier sentimiento negativo, cada detalle me da ternura y con cada uno de ellos solo quiero saber quién es el dichoso "anónimo" pareciera ser que se quien los manda o que quisiera que lo hiciera.

Abro la puertita de los zapatos y cae de nuevo una carta, pero hay algo diferente en ella, el sobre es de un amarillo pálido y el perfume es diferente, el anterior parecía ser una esencia florar posiblemente jazmín, el de hoy tiene un olor a almendra, canela y chocolate. Con cuidado abro la carta sin importar quien me observe, ese será un problema del futuro, desdoblo el papel y leo.

Querido Ryujushi.

No deseo atrapar las estrellas distantes, no quiero hacer las mías, no deseo que el mundo deje de girar, no deseo regresar el tiempo.

En este universo no hay nada más significativo que tú, eres lo que más anhelo. Solo deseo estar contigo para siempre, eres lo único que pido.

No quiero que nadie lo entienda, no me importa el resto de las cosas preciosas, no deseo lo que los demás quieren, no quiero algo que todo el mundo anhele. Solo déjame estar contigo, ser tu soporte cuando estés cansado y tu aliento cuando ya no puedas más.

Quiero que seas mi cielo cuando vuelo, la estrella que me guie cuando este perdido. Solo deseo que me abraces en las noches frías, abrásame un poco más, abrásame más fuerte que en ese entonces.

El plan tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora