Capitulo 6.

723 113 35
                                    

Draken

—¡RYUJUSHI!!!! — Demonios esa voz otra vez, pese a lo que mi cerebro diga mi cuerpo no hace caso y se voltea. Sano se encuentra corriendo en mi dirección, mis piernas dejan de funcionar, esperan ¿Qué? No creo saberlo.

—Necesito hablar contigo en este instante

—Platicaremos en un rato, ahora tengo algo que hacer— independientemente de lo que mi ser inconsciente quiera, no puedo dejar a Mey, así. Ha sido una buena amiga durante varios años.

—No, hablaremos ahora— su determinación comienza a exasperarme y la forma como me toca comienza a inquietarme.

—Y de que se supone que hablemos, de lo tonto que ha sido tu plan para alejarme — si sus planes son estos acercarme e intentar romperme el corazón, le dejare totalmente claro lo fácil que me lo fue adivinar.

—No tengo idea de lo que dices, crees que todo esto es un plan estúpido — obviamente lo creo y lo sé, por dios Sano, me alejaste durante años sin razón conocida y de buenas a primeras me envías cartas de amor.

—Me supones tan crédulo como para tragarme eso de que estas enamorado de mi —el volumen de mi voz aumenta obligándolo a soltarme y separarse un par de pasos.

—¡Me gustas, no puedo evitarlo, te quiero, probablemente tu a mí no, pero, no me rendiré, seguiré dejándote cartas y regalos, hasta que me correspondas, no te libraras de mi tan fácilmente! — súbitamente grita una declaración, su comportamiento cambia a uno mas nervioso y desesperado. Un leve sonrojo apenas perceptible incluso para el comienza a mostrarse ¿Habla enserio?

—No juegues con tus sentimientos y los de otros de esta manera, ahora déjame te dije que tengo al......— antes de siquiera poder completar la oración unas pequeñas pero fuerte manos se aferran a mi cuello jalándome hacia abajo y sin más preámbulo percibo algo suave en mis labios, ¡¡¡son los labios de Sano!!!!!!, reparo la vista al rostro enfrente mío, unos ojos cerrados, unas pestañas largas, unas mejillas sonrosadas y tersas.

Debo alejarlo, tengo que, inconvenientemente mis brazos no corresponden a mis pensamientos y me doy cuenta de que no quiero alejarlo, deseo tenerlo más cerca, lo extraño tanto. Al cabo de unos segundos mas Sano se aleja, no te vallas, solo dame un poco mas sin embargo no hago nada para detener lo, debo de terminar con esto ya. Si, me beso y pese a eso no puedo creerle después de todo lo ocurrido durante tantos años. En un movimiento rápido busco su mirada, un ligero brillo se cierne en aquellos ojos negros, un brillo el cual creí un día perdido, al menos cuando tan lindos ojos se dirigieran a mí.

—Entiendo que no tengo nada más que hacer aquí, espero sean muy felices juntos— una voz suave desvanece mis pensamientos, pensamientos equivocados.

—Mik...—No, para mí ya no eres el— Sano yo ...—debo dejar en claro esto de una buena vez, es necesario cortar los sentimientos de raíz antes de florecer a dejarlos secar y permitir que dejen semillas. No cometeré el mismo error 2 veces.

—Hablamos al terminar la clase o mejor mañana, ya comenzaran las clases — antes de permitirme terminar, Sano interrumpe todo lo que fuera hacer o decir. Da la vuelta y camina con tranquilidad aparentando una imagen de seguridad. Quiero alcanzarlo y como ya a sido frecuente durante la ultima media hora mis extremidades no obedecen.

Demonios estuve a un suspiro de dejarme llevar, Sano no es el mismo (al menos con mi persona) y cada acción suya se a encargado de demostrarlo. Casi caigo, ha demostrado ser capaz de muchas cosas, un beso no es nada para el ya no soy nada para él. Si sigue con este estúpido plan, le seguiré el juego, lo único que necesito es permanecer a una distancia prudente y evitar a toda costa revivir el pasado.

El plan tWhere stories live. Discover now