Capitulo 10

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Draken.

—Nos vemos mañana Draken — Mitsuya se despide de mi una vez llegamos al desvío.

—Lo mismo digo— me despido y continuo el camino. Meto las manos en la bolsa para sacar algo, una carta nueva. Como se hiso costumbre al sacar mis zapatos de interior de su casillero encontré una nueva carta, no hubo un regalo cercano, pero al llegar a salón unos copcakes me esperaba en mi lugar, Sano no estaba cerca dándome la total libertad de husmearlos sobre la cubierta se encontraba una nota en papel amarillo.

"Ojalá los disfrutes y aceptes mi propuesta"

En su momento no entendí a lo que se refería, aparente mente para ello debía leer la carta (lo cual sigo sin hacer) aquellos dulces de café fueron deliciosos, comí 3 de ellos durante el día guardando la mitad para mas tarde.

"Gracias : ) "fue lo único que pude escribir en una nota para el junto a un pan de melón, claramente no fue suficiente como agradecimiento por tan delicioso postre, a pasear de mi mediocre intento de agradecimiento para Sano pareció ser mas que suficiente, al entrar al salón después del descanso de medio día el ya se encontraba en su asiento observando mi nota y mini regalo con una gran sonrisa, me habría gustado decir algo mas sin embargo la llegada del maestro fue un total impedimento.

Por la tarde él ya se había ido a casa.

La carta del martes fue diferente y a la vez igual a las anteriores, por una parte al igual que el resto parecía preparada con mucha antelación, un escrito repleto de frases románticas, con apariencia de provenir de una canción o poema, por el otro lado la caligrafía era diferente un poco desigual y mas chueca, el sobre no tenia perfume y la hoja estaba arrugada en ciertos puntos, como si algo de agua hubiera caído en ella. Los ojos de Sano esa mañana parecían rojos ¿lloro al momento de escribirla?

La segunda vez que fui a ver a Sano después de dejarlo en mi cama ya había llamado a Emma para decirle lo que paso, ella inmediatamente al saber la situación de su hermano insistió en mantenerlo en mi casa. Al entrar en la habitación para dejarlos medicamentos y agua, el permanencia dormido, tome mi mochila para hacer los deberes y de paso saque la carta. La leí sentado en el piso más específicamente alado de la cama.

Al notar los detalles y las probables lagrimas de Mikey un sentimiento regreso a mí, apenas el día anterior decidí herirlo, continuar con su juego. Considerar la posibilidad de no ser una broma o de haber cambiado el plan con el paso de los días, estrujo mi corazón.

¿Qué tan real fue el beso de ayer? Probablemente nunca lo sepa, si no pregunto, aun así, no tengo garantía sobre sus palabras. El tenerlo alado mío tan sereno y tranquilo mientras duerme no ayuda en lo absoluto. Mechones de tan lindo cabello dorado enmarcado su rostro, sus pestañas largas, unas mejillas ligeramente sonrosadas y sus labios ligeramente abierto me remontan a mi infancia. Específicamente a una noche hace 7 años, un beso inocente y la brisa entrando por la ventana.

Después de un par de minutos estoy de nuevo en casa, cambio mis zapatos rápidamente y entro a mi habitación. Espere con ansias leer la carta, prefería estar aquí donde durmió él hace 2 días sin interrupciones ni preguntas incomodas. Me recuesto en la cama y abro el sobre.

Querido Draken.

Hola, me doy cuenta de que nunca te he saludado en ninguna carta, hoy lo hago solo por ser un caso especial. No esperes mi típicas frases melosas y cursis en esta ocasión (no dejare de escribirlas, por so las extrañas) y aclarando eso continuo.

Gracias.

No solo por lo del martes, también por soportarme durante tantos años ya me habría cansado si fuera tu. Por eso y mas mucho, mucho mas te doy las gracias. Tengo más que decir, pero no me parece correcto decirlo por este medio y tampoco estaría dispuesto a decirlo en la escuela, ya ves todo el alboroto que se formó el lunes.

El plan tWhere stories live. Discover now