CAPÍTULO 11

26.7K 2.3K 1.5K
                                        

Narra Pepa.

La madre de ____ se encontraba en la puerta hablando con la abuela. Camilo y ____ estaban escondidos para poder escuchar la conversación sin que los viesen. Le hice un gesto a Luisa y ella los cogió a ambos en brazos para llevarlos dónde no pudieran escucharnos.

Me acerqué a la puerta sin ocultar mi desagrado por la madre de la joven.

-Pepa- Tu hija no es un objeto, Rosa.

-Rosa- Pero me hace las tareas y me cocina, así que si queréis que no se venga conmigo necesito algo a cambio.

La mujer sonrió con malicia y se le iluminaron los ojos.

-Rosa- Tengo una idea mejor. Un compromiso.

-Abuela- ¿Un compromiso?

Me miró con superioridad y un trueno se escuchó.

-Rosa- Tu hijo, el cambia formas. 

-Pepa- Son niños.

-Rosa- No tienen por qué saberlo todavía. No tengo prisa por la boda, pero no creo que os convenga.

-Pepa- ____ es una joven maravillosa.

Rosa se rio descaradamente para centrarse en la abuela.

-Rosa- Dejando a un lado su horrible forma de ser, no creo que te arriesgues a prescindir de parte de tu posible futura descendencia, arriesgando tu milagro, solo por una cría.

-Abuela- ¿A que te refieres?

-Rosa- Oh, vamos... ¿No te has dado cuenta todavía? ____ no puede tener hijos, no puede mantener relaciones sin que exista la gran posibilidad de congelar a su pareja, y aunque consiguiera quedarse embarazada, su cuerpo se mantiene a una temperatura muy fría a la que jamás se podría formar un bebé.

Pude ver un indicio de duda en el rostro de la abuela, sé que quiere lo mejor para la familia pero debe existir alguna solución.

-Pepa- Ella puede aprender a controlar su don.

-Rosa- Querida, lo de mi hija no es un don. Cuando éramos jóvenes mi pareja y yo no conseguíamos tener un bebé por mucho que lo intentásemos. Nuestro tiempo se estaba acabando y decidimos acudir a una mujer que preparaba remedios en las afueras del pueblo. Le pedimos ayuda a la vieja y nos propuso un trato. Nuestro bebé nos daría problemas, sería un parto difícil, pero le otorgaría una bendición para compensar nuestro sufrimiento.

La mujer suspiró con pesadez.

-Rosa- Como la bruja advirtió, el parto fue difícil, sobre todo para mi esposo murió congelado cuando la cogió en brazos por primera vez. Ese monstruo me arrebató al amor de mi vida segundos después de nacer. Es muy peligroso que se relacione con nadie. No hay otra manera para tratar a un monstruo.

Pude ver como mi madre se sentía insegura, yo coloqué mi mano en su hombro captando su atención. Asentí con una sonrisa tranquilizadora, no podíamos permitir que todos dieran la espalda a la joven. Nos correspondía a nosotros ayudarla.

-Rosa- Claro está que el compromiso se podría anular en cualquier momento, pero en ese mismo instante ____ volvería a casa conmigo y esta vez sería para siempre.

Bruno nos lo había advertido. Solo nosotros podíamos evitar ese final.

-Pepa- Aceptamos el trato.

La abuela asintió con seguridad para estrechar la mano que la mujer frente a nosotras nos tendía.

-Abuela- Ahora deberías marcharte Rosa.

-Rosa- Pretendía despedirme de mi hija.

No pude evitar enfadarme más todavía cuando la oí decir eso, acababa de ofrecernos a su hija en un trato que pensaba que nunca aceptaríamos para poder seguir utilizándola como su esclava personal. Era intolerable. Comenzó a tronar debido a mi humor y conseguí asustarla.

-Pepa- No lo creo.

-Rosa- Tranquila, mujer. Tengo que volver a casa antes de que la nieve me lo impida. Ya nos veremos.

-Abuela- Adiós Rosa. Cuidaremos bien de ____.

-Rosa- Aseguraos de cuidaros vosotros de ella, insensatos.

La mujer se marchó enfadada, mi madre cerró la puerta y me miró con pesar.

-Abuela- ¿Qué pasará con nuestro milagro?

-Pepa- No teníamos otra opción. Aún así, son pequeños, les queda mucho por aprender a ambos. 

-Abuela- ____ es una buena chica, nuestro Camilo está radiante cuando ella anda cerca. Pero, aunque crezcan y se lleguen a amar no pondremos en peligro nuestro milagro.

-Pepa- Tranquila mamá, aun falta mucho. Lo solucionaremos.

No pude evitar pensar en los dos jóvenes, todos en la casa se han dado cuenta de que están hechos el uno para el otro. Tan solo espero que todo salga bien.

Narra Camilo.

____ y yo estábamos escuchando cuando Luisa nos cogió en brazos y nos llevó a la cocina sin que pudiéramos hacer nada.

-Camilo- Luisa, no puedes hacernos esto. Tenemos que saber.

____ solo miraba a Luisa suplicante. La mayor nos miró con tristeza.

-Luisa- Lo lamento chicos. La tía Pepa me pidió que los sacara de allí.

-Camilo- No es justo.

En la cocina estaban mi padre y el tío Agustín, Luisa miró hacia ellos.

-Luisa- No los dejen salir. Tengo cosas que hacer.

 Mi prima se marchó y yo miré a mi padre.

-Camilo- Tenemos que saber lo que pasa.

-Félix- Tu madre lo solucionará todo. No hay nada de qué temer.

El sonido de un trueno nos interrumpió y yo rodé los ojos exasperado.

-Camilo- Claro, solo a mamá.

Me giré a ver a ____ que se encontraba de pie a mi lado y había comenzado a caminar de un lado para otro jugando con sus manos y murmurando en voz baja mientras el suelo se helaba a su paso.

-____- Es una mala idea, debería ir con mi madre. No quiero que ofenda a Pepa o Alma. No debería de haber salido nunca. Ella tenía razón. Solo causo problemas y daños allá donde estoy.

Miré a mi padre con los ojos abiertos como platos, señalando a la joven con las manos. El solo me devolvió una mirada llena de miedo y sorpresa.

-Félix- El parecido con tu madre es aterrador. ¡Haz algo!

-Camilo- ¿Yo?

-Félix- ¡Claro!

-Camilo- ¿¡ Y qué hago!?

-Félix- Y yo que sé.

Suspiré con desesperación y me acerqué a ____ intentando captar su atención, el problema fue que cuando lo conseguí esta comenzó a retroceder hacia la esquina de la habitación.

-Camilo- ____, oye tranquila. Todo va a salir bien, seguro que mi madre y la abuela lo solucionan.

-____- Ay no, no te acerques. No es buen momento para tenerme cerca.

-Camilo- No va a pasar nada. Respira ¿si?

Me acerqué a ella despacio para colocar mis manos en sus hombros obligándola a que me mirara a los ojos. 

-Camilo- Mírame, estoy aquí.

Sonreí con ternura para colocar un mechón de su pelo tras su oreja. Y susurrar de forma tranquila.

-Camilo- Todo va a estar bien.

Ella asintió despacio mientras intentaba mostrarme una sonrisa.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Espero que os esté gustando tanto como a mí. 









Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Where stories live. Discover now