CAPÍTULO 28

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Narra ____.

Me encontraba en la cocina mirando comer a Camilo mientras que hablábamos de lo sucedido.

-Camilo- ¿Entonces piensas tener una cita con él?

Puse una mueca. Realmente la idea no me gustaba nada.

-____- Yo no lo llamaría cita.

-Camilo- ¿Entonces?

-____- Sería un paseo. Sencillo y rápido. 

-Camilo- No tienes que hacerlo si no quieres.

-____- No me lo pongas más difícil. Solo quiero agradar a tu abuela.

-Camilo- ¿Y porqué? Ya le agradas a todos. No pasa nada por que alguien no haga todo lo que ella quiere.

Suspiré y me senté con ayuda de un pequeño salto a su lado, sobre la encimera.

-____- No es tan sencillo...

Recordé mi última conversación con doña Alma sintiéndome mal instantáneamente. El de cabello rizado me miró.

-Camilo- Tu puedes hacerlo sencillo.

-____- Da igual, no le demos vueltas. Es solo un paseo.

Se terminó su postre y volvió a mirarme con una sonrisa confiada.

-Camilo- Bueno, entonces yo también quiero invitarte a un "paseo".

Realizó unas comillas con los dedos cuando dijo la palabra paseo y no pude evitar sonrojarme un poco. ¿Me estaba invitando a una cita?

-____- ¿Como una cita...?

Me sonrió burlón dando un paso hacia mí. Me maldije a mi misma por haber decidido que sentarme en la encimera era buena idea. La distancia entre nosotros se había reducido considerablemente y yo no podía retroceder. Aún sentada Camilo seguía siendo más alto que yo. No me molestaba estar cerca de él pero mi corazón se comenzaba a acelerar.

-Camilo- Solo si tu quieres que sea una cita. También puedes verlo como un paseo...

-____- ¿Pero una cita, como las parejas?

-Camilo- Algo así si.

Se acercó aún más apoyando sus manos en la encimera, a los lados de mis caderas. Mientras que se inclinaba sobre mí con su sonrisa. Nuestros rostros estaban muy cerca y pude sentir como comenzaba a nevar sobre nosotros.

-Camilo- ¿Y bien? ¿Aceptas?

Estaba totalmente sonrojada y me costó reaccionar. Pestañeé un par de veces en silencio mientras contenía la respiración. Contesté tartamudeando como pude.

-____- Claro.

Se apartó rápidamente de mí y pude ver un pequeño sonrojo en su rostro.

-Camilo- Entonces esta noche, a las 8.

-____- Perfecto.

Se sacudió la nieve del cabello mientras que la nube rosa seguía haciendo que nevara sobre mí.

Oímos como Pepa llamaba a Camilo a gritos mientras que este me seguía mirando ensimismado. Lo miré expectante, pero no parecía darse por enterado.

-____- ¿Camilo?

-Camilo- ¿Si?

-____- Tu madre.

-Camilo- ¿Qué le pasa?

-____- Te está llamando.

La voz de la mujer volvió a escucharse, parecía impacientarse con cada segundo y el de cabellos rizados pegó un saltito sobresaltado. Miró hacia atrás y luego hacia mí nervioso.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora