CAPÍTULO 41

16.3K 1.5K 1.4K
                                    

Narra Camilo.

-____- Quería pedirte perdón por eso... Siempre acabas lleno de nieve cuando... Bueno ya sabes cuando.

-Camilo- ¿Cuándo qué?

Me miró frunciendo el ceño y yo le sonreí con inocencia.

-____- Sabes perfectamente cuando Madrigal.

Reí un poco y me acerqué a ella apoyé mis manos en el suelo cada una a un lado de sus caderas invadiendo su espacio personal y acorralándola por así decirlo. Acerqué mi rostro al suyo con una mirada coqueta.

-Camilo- Puede que te refieras a cuando te pongo nerviosa.

Ella se apartó un poco, sabía que estaba nerviosa, podía verlo en su mirada.

-____- No me pones nerviosa.

-Camilo- Me parece que ya hemos tenido esta conversación.

Acerqué un poco más mi rostro al suyo y sentí como comenzaba a nevar sobre nosotros. Miré hacia arriba para encontrarme con la nubecita rosa y volví a mirarla a ella para sonreír victorioso. Ella frunció el ceño.

-Camilo- Creo que esto confirma mi hipótesis, linda.

-____- Aggg, te odio.

-Camilo- Hace unos días puede que incluso te hubiera creído, después de todo lo que ha pasado hoy, sé que no es cierto.

Me mantuvo la mirada pero pude ver como se le escapaba una pequeña sonrisa.

-____- Puede que tengas razón, pero solo por esta vez.

Reí un poco para bajar mi mirada a sus labios por unos segundos para luego volver a mirar sus hermosos ojos oscuros. Moría de ganas por besarla de nuevo, moría de ganas por sentir sus fríos y perfectos labios de nuevo contra los míos. Cómo podía ser que sus labios estuvieran siempre rojos sin necesidad de utilizar un labial. 

Suspiré y comencé a acortar la distancia entre nosotros mientras ambos cerrábamos lentamente los ojos hasta que pude sentir de nuevo la presión de sus labios. Fue un beso tímido, corto, apenas un pequeño roce. Me separé igual de lento y ambos nos quedamos mirándonos en silencio con una sonrisa tonta. Un perfecto silencio.

-____- Camilo.

-Camilo- ¿Si? 

Me separé un poco más retirando mis manos devolviéndole así su espacio. Me esforzaba mucho por no presionarla o incomodarla, no quería arruinarlo ahora.

-____- Yo quería decirte algo, me hubiera gustado poder hacerlo aquella noche en el lago, pero simplemente te marchaste y yo ya no sabía que sentía o debía hacer, luego pasó todo lo de Alma y es cierto que puede que todo esto no sea lo mejor, además de que puedo hacerte daño.

Ella hablaba de forma rápida y sin pausas mientras que jugaba con sus manos al igual que hacía siempre que se ponía nerviosa o se agobiaba. La nubecita rosa desapareció.

-Camilo- Hey, fui un estúpido ¿si? No debí marcharme así esa noche.

Ella suspiró. Y me miró directamente a los ojos.

-____- También me gustas, Camilo. Te quiero. Mucho.

Una gran sonrisa apareció en mi rostro, no pude evitarlo, me sentía feliz.

-Camilo- Me gustas mucho ____. Creo que no te lo había dicho directamente.

Ella rio un poco para volver a mirarme cuando tomé sus manos captando de nuevo su atención. Era el momento, ahora o nunca.

-Camilo- Sabes, me preguntaba si tu... 

Las palabras eran de repente tan difíciles de articular, me sentía nervioso.

-____- Si yo...

-Camilo- ____.

-____- ¿Si?

-Camilo- ¿Querrías ser mi novia?

Abrió sus ojos sorprendida y de nuevo comenzó a nevar sobre nosotros. Asintió repetidas veces para lanzarse a mis brazos abrazándome. Rodeó mi cuello con sus brazos mientras que yo me aferraba a su cintura.

-____- SI, si quiero, me encantaría ser tu novia.

-Camilo- ¿De verdad?

Sentí como asentía y no pude evitar abrazarla aún con más fuerza, estaba helada, pero poco me importaba en ese momento. Éramos pareja oficialmente. Pequeñas flores de escarcha comenzaron a brotar a nuestro alrededor hasta cubrir el tejado por completo. Sonreí.

Se separó del abrazo pero ambos mantuvimos nuestras manos en el mismo lugar en el que estaban. Sonría como un imbécil mientras que la miraba.

-Camilo- Te quiero, te quiero ____, te quiero muchísimo, con todo mi corazón. 

Ella rio un poco y yo la atraje hacia mí para besarla de nuevo.

Podría pasar toda mi vida robándole besos. Haciéndola sonrojar. Diciéndole lo hermosa y maravillosa que era. Podría pasar toda mi vida junto a ella.

Fue un beso lento y largo, cargado de cariño y amor. Ella me correspondió.

Nos separamos y volvimos a abrazarnos. Me tumbé en el tejado haciendo que ella se acurrucara contra mi pecho. Nos quedamos un largo rato charlando mientras mirábamos las estrellas, bueno, yo la miraba a ella, pero esa es otra historia. El caso es, que estábamos mirando las estrellas y charlando cuando ella dejó de contestarme y me di cuenta de que se había quedado dormida. Sonreí con ternura.

Hoy había sido un día demasiado largo para ella. Era increíble que hubiera aguantado despierta durante tanto tiempo solo por estar conmigo. La cargué como princesa con cuidado de no despertarla.

-Camilo- ¿Me ayudas casita?

Las tejas se movieron bajo mis pies hasta dejarme de nuevo sobre el suelo del patio interior. Caminé escaleras arriba hasta mi habitación, entré y miré la litera, ____ dormía arriba pero no iba a poder subirla sin caernos los dos. Me acerqué a mi cama y la abrí con cuidado para colocar a la joven en ella y arroparla con cuidado. 

La observé por unos segundos y vi como parecía despertarse, abrió un poco los ojos.

-____-¿Camilo?

-Camilo- Shhh, venga cierra los ojos y descansa. Vuélvete a dormir.

Ella asintió adormilada para cerrar de nuevo sus ojos. Le retiré el pelo del rostro para depositar un fugaz beso en su frente. Me di la vuelta y caminé hacia el armario. Tomé mi pijama y me lo puse dándole la espalda a ____. Ella estaba dormida y si iba hasta el baño solo conseguiría despertar a alguien más, así que me cambié allí, guardé la ropa que llevaba puesta y subí a la litera de arriba con cuidado de no hacer demasiado ruido para no despertarla.

Me metí en la cama que normalmente ocupaba ____ y no pude evitar sonreír al sentir su olor cuando me tapé con sus sábanas. Al principio me regañaba a mí mismo por hacer cosas como esas, pero hacía tiempo que ya no me importaba. Adoraba su olor, es decir, olía a moras, como no iba a adorar su olor. A la mierda cualquier prejuicio, me encantaba su olor y punto.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 

@lala_madasi en Instagram.

Espero que les haya gustado este capítulo a mi desde luego me encanta.

Sigo alucinado con todo vuestro apoyo.

Un saludo a todos los que lo pidieron.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora