CAPÍTULO 20

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Narra Camilo.

Mi padre me miraba con ternura.

-Félix- Lo que intento decirte es que si sientes que es la indicada no la dejes escapar, no dudes. Y si piensas que es algo pronto para confesarle tus sentimientos, tantea el terreno. Conquístala con cada detalle, con cada sonrisa, haz que esté cómoda junto a ti, que se sienta segura entre tus brazos, pero sobre todo, sé paciente y hazla reír.

Me detuve unos segundos a pensar. Mi padre tenía razón no podía dejar pasar esta oportunidad por miedo al rechazo. Yo lo había sentido, ____ era mi chin, estaba seguro. Y me ocuparía de conquistarla a diario.

-Camilo- Lo haré, gracias papá.

-Félix- Ese es mi hijo. Sé que sabrás como hacerlo, después de todo lo llevas en la sangre.

Abracé a mi padre con una sonrisa cuando oí la voz de la abuela llamándonos a cenar. Salí de mi cuarto a toda velocidad bajando las escaleras de dos en dos. Oí a mi padre llamándome a mis espaldas y giré la cabeza hacia él. Cómo no, chocando y cayendo al suelo.

Bueno o habría caído al suelo si no hubiera sido con ____ con quien choqué tirándola al suelo con el peso de mi cuerpo y quedando sobre ella. Por suerte mis reflejos fueron lo suficientemente veloces como para apoyar mis manos a los lados de su cabeza evitando así aplastarla, pero quedando a escasos centímetros de su rostro.

Abrió los ojos y nuestras miradas se cruzaron. Su rostro se tiñó de rojo.

-____- ¿Camilo?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-Camilo- ¿Estás bien?

-____- Si, solo me asustaste un poco.

Me fijé en que había una pequeña capa de nieve bajo nosotros que debía de haber parado el golpe. 

-____- Camilo.

-Camilo- ¿Si?

-____- ¿Piensas quitarte de encima en algún momento?

-Camilo- Oh si, lo siento.

Reaccioné tan rápido como pude levantándome y tendiéndole mi mano, ella solo rio para después tomar mi mano y levantarse del suelo con mi ayuda mostrando un ligerosonrojoen su rostro. Miré de nuevo la nieve que había sobre el suelo en la que había quedado marcado el contorno de su figura y mis manos retiré la mirada cohibido fingiendo una tranquilidad que no tenía.

-Camilo- ¿Veo que hay pequeños avances no?

-____- Eso parece. ¿Vamos? Nos esperan en el comedor.

-Camilo- Te sigo.

Me sonrió para dar un pequeño paso hacia mí y extender su mano para sacudir restos de nieve de mi cabello. Luego se giró y caminó hacia el comedor. A lo mejor no era el mejor momento pero no pude evitar aquello que había dicho mi tía sobre que las mujeres movían más las caderas al caminar. Mentiría si dijera que no me fijé en el movimiento de sus caderas en ese momento y volvería a mentir si dijera que ese contoneo no me pareció sexy y adorable a niveles iguales.

Me sonrojé y la seguí hasta el comedor donde tomé asiento a su lado. Fue entonces cuando mi madre llamó la atención de todos en la mesa.

-Pepa- Adivinad quien ha salvado hoy a un niño congelando la cascada del río.

Todos en la mesa se giraron a mirar a ____ que sonrió con un pequeño sonrojo.

-Antonio- ¡Eres una heroína ___!

-____- Aún así me siento muy cansada.

-Pepa- Es totalmente normal, hiciste un esfuerzo impresionante.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Where stories live. Discover now