CAPÍTULO 12

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Narra Camilo.

____ se abrazó a sí misma manteniéndome la mirada cuando soltó un pequeño suspiro.

-____- Lo siento, creo que estoy algo nerviosa.

-Camilo- Eso parece, si.

-Agustín- No tienes porqué estarlo, seguro que llegan a un acuerdo.

Ella asintió mirándolo para luego respirar profundamente y dar un pequeño paso hacia mí. Colocó su cabeza sobre mi hombro, cosa que me pilló totalmente por sorpresa. Sus manos seguían escondidas entre sus brazos y evitaba tocarme directamente. Tardé unos segundo en reaccionar y ella ya había comenzado a apartarse cuando yo la rodeé cuidadosamente con mis brazos. 

Me incliné un poco hacia ella acercándonos lo suficiente para que pudiera sentir el olor a moras de su pelo. ¿Cómo podías tener algún tipo de problema cuando tu cabello olía tan rico? No era el pensamiento más normal teniendo en cuenta la situación, pero no pude evitarlo. 

También pensé en lo indefensa y pequeña que se veía en mis brazos, luego me di cuenta de que realmente no tenía nada de indefensa, pues si alguien la intentaba herir solamente tendría que congelarlo. 

Pero ese no es el caso, era yo quien la estaba abrazando y en ese momento se veía así y yo solo podía pensar en cuidarla y no dejar que nada malo le ocurriera.

Oímos como la puerta se cerraba y mi madre entró a la cocina seguida por mi abuela. Giré mi cabeza hacia ellas y mi madre me sonrió con ternura al ver la escena. ____ se separó de mi para mirar expectante a las mujeres.

-____- ¿Y bien?

Mi madre se situó a mi lado colocando una mano en mi hombro y revolviéndome el cabello con la otra mientras que mostraba una sonrisa radiante para ____.

-Pepa- Todo arreglado.

-____- ¿De verdad?

Miré a mi madre con los mismos ojos llenos de emoción que tenía ____ y fue entonces cuando la abuela habló.

-Abuela- Bienvenida a la casita de los Madrigal pequeña.

La joven sonrió emocionada, para después dar una vuelta sobre sí misma mientras emitía soniditos de felicidad.

-____- ¡Yey! ¡Es maravilloso! ¡Muchísimas gracias, de verdad!.

Cuando giró unas hermosas flores hechas de escarcha brotaron a sus pies, todos los allí presentes las miramos con curiosidad y ____ al darse cuenta se disculpó sonrojada.

-____- Ups, jajaja. Creo que me emocioné de más.

-Camilo- ¿Bromeas? ¡Son hermosas! ¡Y esto es genial! 

La felicidad y la emoción que sentía en ese momento me ganaron y como movido por un impulso me zafé de mi madre y me lancé hacia ____ para sujetarla por su cintura y elevarla en el aire haciéndola girar a mi al rededor, obligándola a colocar sus manos en mis hombros para mantener el equilibro.

Ella rio y más flores como las de antes brotaron a nuestro al rededor. La bajé con cuidado, pero no aparté mis manos de su cintura ni ella de mis hombros. Nos quedamos en silencio mirándonos directamente a los ojos. 

No fue hasta un par de segundos más tarde que me di cuenta de lo que acababa de hacer y de que todos en la habitación nos miraban con una sonrisa. Me separé de ella con un notorio sonrojo en el rosto para colocar una de mis manos en mi cuello.

-Camilo- Lo siento.

Ella pareció cohibirse un poco también cuando me sonrió tímidamente.

-____- Tranquilo, está bien.

Mi tío Bruno entró en la habitación feliz seguido de Isabela.

-Bruno- Dolores ya nos ha dado la noticia. Es genial que puedas quedarte ____.

-Camilo- Ven ____. Te enseñaré mi habitación, bueno nuestra, bueno ya me entiendes.

Isabela se me adelantó cuando yo iba a tomar la mano de la joven y me miró con burla.

-Isabela- Ah no, de eso nada. Tenemos que buscarte un pijama ____, seguro que encontramos algo que te siente bien. Mañana buscaremos algo de ropa para que puedas usar sin problema.

Tiró de ____ hacia la puerta para luego mirarme de arriba a abajo.

-Isabela- Pásate por mi cuarto en un rato, buscaré algo que te sirva.

Ambas se marcharon y yo me quedé mirando hacia la puerta sin saber que hacer. Supongo que me tocaría usar uno de los pijamas de Isabela.

Narra ____.

Isabela me arrastró hasta su cuarto y abrió un gran armario para comenzar a buscar prendas en él.

-Isabela- Alguna idea en mente.

-____- Lo más sencillo posible y de pantalón largo.

-Isabela- ¿Y no prefieres esto?

Isabela me mostró un camisón rojo con unos encajes negros haciendo que ambas comenzáramos a reír.

-Isabela- Oh vamos, estoy segura de que a mi querido primo le encantaría.

-____- Puede ser pero imagina la cara que pondría tu abuela.

Volvimos a reír y ella sacó un conjunto compuesto por un pantalón largo negro estampado con copos de nieve y una camiseta de manga corta de color azul. Me miró sonriente.

-Isabela- Este es el que te había preparado, es perfecto para ti.

-____- ¿Cómo tienes tanta variedad de estilos?

-Isabela- Que va, fui a una de las tiendas del pueblo antes. Quería regalártelo.

-____- Aw, muchísimas gracias Isabela, no tenias que hacerlo.

-Isabela- Es solo un detalle, pero atenta al que le conseguí a Camilo.

La joven me mostró un conjunto similar al que ahora sería mío. Una camiseta amarilla y un pantalón largo del mismo color con pequeñas filas de camaleones. Volvimos a reír. Me entregó mi nuevo pijama, para pedirme que le dijera a su primo que fuera. Yo volví a darle las gracias y salí de la habitación en busca de el chico.

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Se acabó. Re cute la escena de la vueltecita y las flores. Lo bueno de escribir yo la historia es que puedo meter todas las cursilerías de película Disney y cuento de hadas que yo quiera. Me hace tan feliz escribir estos detalles tan pequeñitos...
Espero que los disfruteis tanto como yo.


Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora