CAPÍTULO 42

15.8K 1.4K 637
                                    

Narra Camilo.

Estaba repasando mentalmente todo lo que había pasado en el día de hoy, había sido un día muy largo y estaba totalmente seguro de que podía clasificarlo como el mejor día de mi vida, incluso mejor que el día en el que recibí mi don.

____ era mi pareja oficialmente, ella me quería y yo a ella. Además, había logrado controlar su don, al menos lo suficiente para que pueda besarla. Estaba terriblemente feliz. Me quedé dormido pensando en ella, en su sonrisa, en sus labios, en el olor a moras de sus sábanas...

La luz comenzaba a filtrarse entre las rendijas de mi persiana dándome de lleno en la cara. No sabía que la luz daba en la litera de arriba desde tan temprano, puede que esa fuera la razón por la cual ____ siempre madrugaba tanto, me alegraba haberle cambiado el sitio aquella noche. Ayer había hecho un uso totalmente excesivo de su don, debía estar cansada todavía y yo quería que pudiera descansar lo máximo posible.

Bajé con cuidado de no hacer ruido de la litera con ayuda de las escaleras, me aseguré de que ____ estaba completamente y tras observarla durante unos segundos con una sonrisa en mis labios suspiré y me di la vuelta para cambiarme de nuevo.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, mi tía era siempre la primera en levantarse y por el olor a café y pan recién hecho que provenía de esa sala estaba seguro de que ya llevaba rato en pie.

Entré en la cocina para ver que Dolores estaba sentada desayunando junto a mi madre y mi tía, tomé asiento frente a mi hermana y bostecé.

Sonreí pero cuando me di cuenta ellas me miraban con una gran sonrisa que me hizo sentir que algo se me escapaba, las miré extrañado.

-Camilo- ¿Pasa algo?

-Julieta- Dolores ya nos ha puesto al día en cuanto a ti y ____. Enhorabuena Camilo.

Mi respiración se detuvo por un momento y abrí mis ojos sorprendido. Mi madre se levantó y corrió a abrazarme antes incluso de que yo pudiera reaccionar. Un arcoíris se formó sobre ella y yo miré a mi hermana frunciendo el ceño, pero con un notorio sonrojo en mis mejillas.

-Camilo- Anda que te esperas a que yo de la noticia.

-Dolores- Te pasa por lento.

La fulminé con la mirada mientras que ella se limitaba a encogerse de hombros mientras que daba un sorbo de su taza. Mi madre comenzó a darme besos en la mejilla y a hablarme emocionada.

-Pepa- Lo sabía, sabía que estabais hechos el uno para el otro. Un chin es un chin a fin de cuentas, por muchas dificultades que encontréis en el camino estáis destinados a estar juntos.

-Camilo- Mama...

Dolores y mi tía soltaron una pequeña risita.

-Pepa- Mi niño se está haciendo tan mayor, me alegra que sea ella. Es una joven increíble, debes cuidarla bien Camilo.

-Camilo- Mamá sabes que haré lo posible por hacer las cosas lo mejor que pueda.

-Pepa- Lo sé mi niño.

Ella se separó un poco de mí para mirarme directamente a los ojos. La abracé para luego besar su mejilla.

-Camilo- Estate tranquila mami, no me voy a permitir estropear esto.

Me acarició la mejilla con ternura para luego levantarse y colocar frente a mí unos bollos de pan recién hechos y una tacita con café. Volvió a sentarse en su sitio y yo le sonreí.

-Pepa- Toma, ahora a desayunar. Necesitas fuerzas para cuando se lo contemos al resto. Verás que feliz se pone tu padre.

-Julieta- Todos estarán encantados con la noticia.

Estábamos desayunando tranquilamente cuando mi tío Bruno entró a la cocina y se acercó hacia mí con los ojos muy abiertos. Yo me eché un poco hacia atrás algo intimidado.

-Bruno- Estoy seguro de que fue hoy. ¿Fue hoy? ¿Fue hoy?

-Camilo- ¿El qué fue hoy tío Bruno?

-Bruno- No puedo decírtelo, podría alterar los acontecimientos si no estoy en lo cierto.

-Camilo- Entonces no puedo saber de que hablas.

Mi tío miró a Dolores.

-Bruno- ¿Dolores, fue hoy?

Ella asintió y mi tío dio un saltito emocionado.

-Bruno- SI, LO SABÍA. SABÍA QUE SE LO PEDIRÍAS.

En ese momento me encontraba todavía demasiado dormido para enterarme de nada, cosa que me estaba poniendo bastante nervioso.

-Camilo- ¿Se puede saber que es lo que pedí y a quien?

Mi tío me miró como si fuera lo más obvio del mundo.

-Bruno- Anoche le pediste a ____ que fuera tu pareja y ella te dijo que si. ¿No es así?

Asentí lentamente con un sonrojo en mis mejillas y mi tío me revolvió el pelo con una gran sonrisa en su rostro.

-Bruno- Lo sabía sabía que era ella, tenía que serlo. Todo va a la perfección.

-Camilo- ¿Eso significa que puedes contarme mi futuro con ella?

Él solo se quedó callado. ¿Había dicho algo malo?

-Bruno- Camilo, pienso que si te lo muestro perderías la oportunidad de enfrentarte a todas esas nuevas experiencias y emociones. Además, podríamos poner en peligro un hermoso futuro.

-Camilo- ¿Entonces tendré un hermoso futuro con ella?

Mi queridísimo tío abrió la boca como si estuviera a punto de decir algo mientras levantaba su dedo índice. Lo miré expectante y fue entonces cuando giró su muñeca indicando que se marchaba. Se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a las escaleras.

-Bruno- Bye.

-Camilo- ¡OYE! ¡Espera! ¡Tío Bruno!

Me puse de pie y comencé a seguirlo pero cuando lo alcancé él estaba ya subiendo las escaleras, se encontró con ____ a mitad de camino quien bajaba aún adormilada. Tomó sus manos y le dedicó una sonrisa sincera.

-Bruno- Felicidades pequeña, lograrás grandes cosas. No dejes que nadie te diga o te haga pensar lo contrario.

-____- ¿Gracias?

-Bruno- Gracias a ti por convivir con nosotros.

La joven de ojos castaños le sonrió con dulzura y mi tío le acarició la mejilla con cuidado, se giró hacia mí y cuando me vio al pie de la escalera continuó su camino escaleras arriba.

-Bruno- Bueno, ____. Un placer, te dejo con tu enamorado.

-____- Está bien... Adiós Bruno.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

@lala_madasi en Instagram

Espero les guste.

Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora