Narra Camilo.
Se llevaron a Marco de la fiesta, creo que la abuela se encargó de llevarlo a su casa e informar a sus padres pero no estoy del todo seguro, no quería volver a saber de ese rubio en mucho tiempo. Mamá nos llevó a ____ y a mí a su habitación para apartarnos de la gente y que pudiéramos estar un rato tranquilos, al menos ____ necesitaba calmarse.
Nos sentamos en la cama y mi madre se quedó de pie frente a nosotros.
-Pepa- Contármelo todo.
La joven sentada a mi lado suspiró y comenzó a juguetear con sus manos.
-____- Estaba bailando en el corro del centro del patio con la gente del pueblo cuando tropecé y choqué con Marco que evitó que me cayera al suelo. Él actuaba de forma extraña.
Hizo una pausa.
-____- Más extraña de lo normal, comenzó a hablarme de una forma muy... poco cortés... y luego intentó tocarme de más y pegarme a él con la excusa de bailar. Entonces lo empujé y me agarró de la muñeca, fue ahí cuando llegó Camilo.
Puse una mueca de disgusto mezclada con asco, yo no sabía que le había hablado de esa forma pero me lo podía imaginar. Miré a mi madre y comencé a hablar.
-Camilo- Le pedí que la soltara por las buenas.
Guardé silencio y mi madre se cruzó de brazos.
-Pepa- ¿Y...?
-Camilo- Y como no la soltó sino que tiró de ella le arreé un puñetazo en la mandíbula, él fue a pegarme pero ____ lo tiró al suelo al congelar sus pies.
Mi madre me miró, pero no estaba molesta conmigo. Suspiró cansada y se acercó a mí para darme un beso en la frente.
-Pepa- Siento que hayáis tenido que pasar por esto chicos, habéis hecho lo que teníais que hacer.
Ambos asentimos y ella se acercó a la puerta.
-Pepa- Debo bajar, pero vosotros podéis volver a la fiesta cuando queráis, ambos debéis tranquilizaros un poco antes. Si necesitáis algo no dudéis en avisar.
-Camilo- De acuerdo mamá.
____ asintió en silencio y mi madre abandonó la habitación. Me giré hacia ____ para ver como se abrazaba a sí misma por la cintura manteniendo sus manos dónde antes habían estado las de Marco sin permiso alguno. Suspiré.
-Camilo- Siento no haber llegado antes.
Ella me miró sin entender muy bien a qué me refería hasta que pareció darse cuenta y retiró sus manos.
-____- Oh, no. Hiciste suficiente, no sé que habría llegado a pasar si no hubieras aparecido. En el mejor de los casos lo habría congelado.
-Camilo- Sinceramente no sé como pudiste reprimirlo en ese momento. Yo no pude evitar pegarle.
Ella rio un poco, cosa que me alivió infinitamente. Miró sus manos.
-____- Supongo que estoy empezando a controlarlo mejor, o puede que estuviera agotada después del día que tuve.
-Camilo- Prefiero pensar que estás un paso más cerca de lograrlo.
Ella sonrió y apoyó su cabeza en mi hombro, le resultaba cómodo pues estábamos sentados uno al lado del otro en el borde de la cama, La rodeé con mi brazo y comencé a jugar con uno de los mechones de su pelo que quedaban cerca de mi mano.
-____- Yo también.
Nos quedamos en silencio durante unos minutos, pero no era un silencio incómodo, sino todo lo contrario. Alargaría ese momento todo lo que pudiera si por mi fuera, pero se terminó cuando ella habló, de todas formas no me molestó en absoluto poder escuchar de nuevo su voz.
-____- Creo que ya podemos bajar.
-Camilo- ¿Estás segura? Para mi no es problema esperar un poco más eh.
-____- Segura.
-Camilo- Entonces detrás de ti.
Ella se levantó y se acercó a la puerta, yo la imité pero se detuvo antes de abrir. No se giró cuando me habló.
-____- Camilo.
-Camilo- ¿Si?
-____- Gracias.
-Camilo- No hay de qué.
-____- Oye Camilo.
-Camilo- ¿Si?
-____- ¿Puedes quedarte conmigo hasta que se vayan los invitados?
Me enterneció escucharla decir eso pero a la vez me sentí un poco mal, tenía miedo. Al menos parecía sentirse más segura a mi lado.
-Camilo- Claro. Podemos estar en el salón, no habrá tanta gente.
Se giró para mirarme con una tímida sonrisa.
-____- Preferiría bailar.
Me sorprendió un poco, pensé que se me habían acabado todas las oportunidades de pedirle un baile esa noche. Así fue que no pude evitar que una sonrisa tonta se formara en mis labios.
-Camilo- Si es lo que quieres, me ofrezco para ser tu pareja de baile durante toda la noche.
-____- Nada me gustaría más.
Le tendí una mano y ella la tomó, estaba fría, abrió la puerta y bajamos al patio para mezclarnos con la gente. Me obligué a mi mismo a dejarle el mayor espacio posible y a colocar las manos con cuidado de no incomodarla pero fue ella la que se iba acurrucando contra mí con cada vuelta. Realmente me sentía muy agradecido de poder darle seguridad, se veía tan pequeña e indefensa que casi olvidaba que había sido ella la que me había librado de probablemente un ojo morado.
Continuamos bailando, ambos estábamos agradecidos de que ese estúpido no nos hubiera arruinado la noche, pero a fin de cuentas el evitar que eso sucediera estaba en nuestras manos y nosotros no lo permitimos, así que fue una fiesta maravillosa.
Los invitados comenzaron a marcharse y nosotros comenzamos a recoger un poco para poder pasar el resto de la noche en el salón toda la familia reunida frente a la chimenea intercambiando algún que otro regalo, era parecido al amigo invisible pero con un chocolate caliente y risas.
____ y yo nos encargamos de recoger la cocina y algunas mesas con restos de comida que se aprovecharían al día siguiente. Luisa y Mirabel retiraron las mesas y el resto limpiaron la casita. Todo quedó incluso mejor que antes de la fiesta así que cuando todos los invitados se marcharon ya estábamos listos para reunirnos en el salón.
Subí a mi habitación a recoger la pequeña cajita envuelta. Por total casualidad y no porque Isabela fuera la mano inocente que cogió los papelitos a mí me tocó hacerle un regalo a ____. Regresé al salón para dejar la caja bajo el árbol, me quedé de pie apoyado en el marco de la puerta mirando como Antonio organizaba los regalos que los miembros de mi familia iban colocando bajo el árbol por color y tamaño.
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@lala_madasi en Instagram.
Espero les guste el capítulo.

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Un corazón helado. Camilo Madrigal y tu (Encanto)
FanfictionEn esta historia tú eres la protagonista. Conoces desde niña a todos los miembros de la familia Madrigal al menos de oída pues tu madre nunca te permitió salir de casa para proteger al mundo de tu don. Ahora tienes una oportunidad de demostrarle que...