Apenas llegue a mi departamento me tumbé en mi cama, estoy demasiado cansada. La vida nocturna no perdona, si quiero que esto salga bien debo poner de mi parte, así que eso haré; le mostraré a todos que soy una persona competente.
Kris no ha dejado de llamarme desde que llegue a casa, parece ser importante ya que insiste demasiado.
Kai: ¿Que sucede Kris?, ya hice lo que me correspondía. Déjame descansar.
Kris: ¿Por que te fuiste de la sesión?, que parte de que debes acompañar a Kendall no entendiste.
Kai: Hice lo que tenia que hacer, ella no necesita que yo la observe mientras hace su trabajo, tú no lo haces con las demás.
Kris: No voy a discutir contigo Kai, tienes 20 minutos para ir a donde Kendall y ayudarla con su atuendo.
Sin dejarme contestar como es costumbre en esta familia me corta la llamada. Que acaso Kendall es una niña o por qué no puede hacer las cosas sola. No entiendo por qué quiere tenerme pegada a ella todo el tiempo, eso solo lo hace más incómodo.
No he olvidado todo lo que sufrí por ella y el amor que sentía se esfumó y solo se convirtió en resentimiento y dolor, es como un mal sabor de boca. Y es difícil olvidarlo cuando no puedes alejarte de esa persona, de una u otra forma siempre estamos conectadas.
Salgo nuevamente de mi apartamento para dirigirme a donde Kendall, si no le hago caso a Kris la única que perderá seré yo, así que por el momento no quiero más problemas.
[...]
Llego a las oficinas de Chanel, ellos vestirán a Kendall para la gala benéfica. Un evento donde las personas ricas solo van a posar y vender una imagen falsa de humildad, es un circo.
Me recibe una chica bastante simpática, me lleva hasta una sala donde hay percheros enteros llenos de ropa, seguramente es la que se probará Kendall.
Me informan que ella aún no a llegado lo cual hace que mi enojo crezca más, primero llama a mamá para decirle que me fui y prácticamente me obligan a venir para que ella ni siquiera esté aquí.
Pasan dos horas y ni rastro de Kendall por ningún lado, resignada me pongo de pie para marcharme.
Kendall: ¿Ya te vas? — Dice sonriendo divertida.
Kai: Eres una maldita idiota, le hablas a mamá para decirle que te deje y después la haces que me obligue a venir para que tú llegues dos horas tarde; eres una perra — Ella y su asistente se quedan en shock por mis palabras.
Kendall: Tu trabajo es estar conmigo, no sé de qué te quejas — Tomo su brazo con fuerza y la meto a su camerino. — ¡Oye suéltame!, me lastimas idiota.
Kai: ¿Yo te lastimo? — Pregunto con ironía. — Yo no fui la que te rompió el corazón en mil pedazos a los 16 años y encima de todo te obliga a verla todos los días a todas horas. Me debes al menos dejarme vivir en paz.
En la habitación se forma un silencio incómodo, mi respiración se corta del enojo y la ira que siento en este momento.
Kendall: Yo... Lo siento, de verdad lo hago — Sus ojos se cristalizan. — Siento todo lo qué pasó, se que no merezco tu perdón ni nada de ti, pero yo te amo. Eres mi familia y ver todos los días lo mal que estás me parte el corazón.
Kai: En qué momento empezamos a hablar de mi, no me interesa tus disculpas o tu arrepentimiento, tú no sabes lo difícil que fue para mi — Mi voz empieza a quebrarse, pero recuerdo con quien estoy así que me tranquilizo. — Sabes que, eso no importa, ya pasó y el pasado no se puede cambiar, así que mejor sigamos adelante y solo limitémonos a lo laboral, desde hace tiempo ustedes me sacaron de su familia.
Salgo de aquel camerino con el alma desecha, recordar todo de nuevo fue mucho para mi. Acomodo mi sudadera y pongo la mejor sonrisa que puedo para evitar que todos sepan de la pequeña discusión que acabamos de tener.
Una vez logró llegar a los sillones donde puedo sentarme en paz y sola, pasó mi mano por mi cabello tratando de relajarme un poco.
XX: Día difícil ¿Eh? — Dice una chica castaña como de mi edad.
Kai: No te interesa, mejor sigue con lo tuyo — Digo indiferente, lo que menos quiero es desahogarme con una extraña.
XX: Mi nombre es Madison, un gusto — Extiende su mano para que yo la tome.
Me pongo de pie de mala gana y la estrecho.
Kai: Kai Jenner, un placer. Ahora si no te molesta quiero estar sola — retiro mi mano que por alguna razón ella no soltaba.
Madison: Una Jenner, vaya hoy es mi día de suerte — Dice con una enorme sonrisa, digna de un comercial.
Kai: No lo creo, te encontraste con la menos interesante — Ella toma asiento a mi lado.
Madison: Creo que me he encontrado a la más guapa de todas — Dice coqueta.
Kai: Eres rápida ¿No? — pregunto divertida.
Madison: Solo cuando realmente me gusta alguien — Dice sonriendo.
Kai: Ya veo, por que siento que te he visto en alguna otra parte — Digo curiosa.
Madison: Bueno, soy cantante y creo que tenemos amigos en común — en ese momento la reconozco.
Kai: Que tonta soy, tú eres Madison Beer; ¿Cierto? — Ella asiente con una sonrisa.
Madison: Mi amigo Justin Bieber es muy amigo de tus hermanas y de tu familia en general. Me sorprende no haberte encontrado antes.
Kai: Bueno, trato de no ser tan apegada o relacionada al nombre de mi familia. Pero prefiero no hablar de eso. — Digo algo incómoda.
Madison: Entiendo. Que te parece si me das tu número y así podemos salir en otra ocasión — Inmediatamente saco mi celular donde ella anota el suyo y yo le paso el mío. — Escríbeme.
Dicho esto último se pone de pie no sin antes dejar un beso en mi mejilla. Vaya que está chica es guapa y atrevida sobre todo.
Jena: ¡Kai!, necesito que vengas. Te buscan para que firmes unas cosas administrativas — Resoplo y me pongo de pie para ir.
Sin duda este trabajo va acabar conmigo.
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Al Límite
قصص الهواة¿Que pasaría si dos hermanas empiezan a tener sentimientos la una por la otra?, ¿A donde las llevará estos sentimientos?, ¿Cuales secretos serán revelados?, ¿Quien de las dos sufrirá más?.
