C44: Culpa

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Narra Kendall Jenner

— ¿Entonces ustedes regresaron? - Pregunta por milésima vez Hailey.

— Si, ella me perdonó y acepto regresar conmigo. Debo aceptar que tuve miedo de que ella me rechazara pero no lo hizo así que estoy feliz - Conteste con una sonrisa boba.

— ¿Pero no te parece extraño que después de tanto tiempo ella a la primera te perdonara y regresara contigo? - Parecía preocupada al preguntar.

— ¿Que quieres decir? - Cuestione confundida por sus preguntas.

— Si mira, si a mi me hubieran hecho eso nunca lo abría perdonado y más por que fueron años los que pasaron y tú la tratabas como mierda - fruncí las cejas confundida, era cierto que me porte como una imbecil pero estaba aterrada.

— Se que fui una perra con ella, pero lo hice por miedo y tal vez ella lo entendió. Yo solo quería protegerla y pensé que tratándola mal ella se olvidaría de mi o yo me olvidaría de ella, pero no fue así Hailey. Sabes lo increíble que es volver a estar en sus brazos - Ella solo negaba mientras tomaba de su vino.

— Solo digo que me parece muy extraño, pero te apoyaré en todo, ya lo sabes - Comento resignada.

— Gracias, sin ti no hubiera tenido el valor para acercarme de nuevo a ella - Hailey sonrió de lado y se lanzó a darme un cálido abrazo.

Seguimos platicando hasta que llegó la hora de irme para alistarme y llegar a tiempo a la cena de mi madre, ¿Ahora que tendrá en mente esa señora?. Marque el número de Kai para ver si ya estaba desocupada pero solo me mando a la contestadora, después de varios intentos me resigné. Sabía la dirección de su departamento pero no quería incomodarla al llegar sin previo aviso.

Cuando caí en cuenta ya estaba frente a su edificio y no tuve más opción que bajarme, el portero me dejó entrar apenas me miro, pues sabe que quien soy yo y quien es Kai. Entré en el ascensor que me dejó en su departamento, toque una y otra vez pero no obtuve respuesta. La puerta no están cerrada con llave así que pude entrar. Mire a todos lados y no mire a nadie.

— ¡Kai!, ¿Estas en casa? - grite pero no obtuve respuesta.

Entré en su habitación y la vi dormida profundamente en su cama, se miraba tan tierna que no quise despertarla. Deje mi bolso en su mesa de noche y me dispuse a explorar su departamento.
Su armario es grande pero no tanto como el mío, tiene buen estilo y se sabe vestir.

Entré al baño de su habitación y observé en el lavado un residuo de un polvo blanco. Mi corazón quiso salir disparado por mi pecho de solo pensar en que ella estuviera recayendo en sus problemas de adicción. Mis ojos empezaron a picar y salí del baño para poder verla, de alguna forma me sentía culpable de que ella consumiera.

No sabía que hacer ahora, no es como que pueda regañarla o algo. Apenas y regresamos, no quiero que ella piense que quiero controlarla. Salí de su habitación, me serví un trago de vino que tenía por ahí y me senté en el sillón. Ella no podía estar tan mal, sabía que tenía problemas con el alcohol y que consumía drogas pero pensé que eso había quedado en el pasado, se miraba tan bien estos últimos días que no me di cuenta.

Narra Kai Jenner

Desperté por el sonido de mi alarma marcando las 7 de la noche, me quedaba exactamente una hora para llegar a casa de Kris, agarre mi celular de mi mesa de noche y me pareció extraño ver un bolso de mujer pero igual pensé en qué tal vez una de las chicas que a veces duermen en mi departamento lo abrían dejado. Mi celular no tenía mensajes de Kendall y eso me pareció extraño, solo algunas llamadas perdías pero nada más. Me estire y salí de mi cama en busca de agua ya que mi garganta estaba totalmente seca.

— Mierda, carajo. Casi muero del susto - Mire a Kendall sentada en la obscuridad de mi apartamento con una copa de vino. — ¿Como entraste?.

— ¿Eso es lo único que tienes para decirme?, ¿Como entre a tu departamento? - Frunció el ceño y dejó la copa de vino en la mesa que estaba delante de ella. — Respondiendo tu pregunta, la puerta no tenia seguro y el portero de tú edificio me dejó pasar.

— Lo siento, no quería ser descortés. Es solo que me asuste - Me aproxime a ella y deje un suave beso en su mejilla. — Deja me cambio para ir con Kris, estaré lista en un momento.

Sin esperar una respuesta fui a mi habitación y entré a mi armario. Me pareció extraño que ella apenas y dijo unas cuantas palabras, parecía ¿Enojada? o ¿Triste?. No le preste mucha atención, no es como que me interese lo que ella siente. Una vez lista regrese con ella.

— Lista, vámonos - Me detuve un momento y la examiné. — ¿Te vas a ir así?.

— ¿Me veo mal? - Contestó con otra pregunta y ahí me di cuenta que lo estaba haciendo mal.

— Para nada, te ves hermosa - Conteste rápidamente tratando de arreglar mi error. Ella asintió no muy convencida y tomo su bolso de mi habitación y regreso.

— Vámonos - No me dejó contestar y solo salió del departamento, se fue de largo en lo que cerraba con llave y tuve que correr para alcanzarla.

— ¿Que tienes?, ¿Te molesto lo que te dije?. Por que te juro que no lo pensé, de verdad te ves preciosa. Con todo te ves geni ... - Fui interrumpida por un beso.

— No estoy molesta, solo cansada - Una sonrisa a medias se asomó por sus labios.

No le creí mucho, la conocía bastante bien como para saber que algo tenía. Pero sé que no me lo dirá hasta que ella quiera así que no indague más.

— De acuerdo, vámonos de una vez para que pronto puedas ir a casa y descanses - Tome su mano y la entrelace con la mía.

— Nos iremos en mi auto, tú conduces - Me lanzo las llaves y abrió la puerta del copiloto entrando en el auto.

— Supongo que no tengo opción - Murmure para mi misma y entre el coche.

Los minutos pasaban y el tráfico era denso por lo que nos demoraríamos un poco más en llegar a casa de Kris, por su parte Kendall no me dirigió la palabra. Solo mantuvo su vista en su celular y en el camino.

— Entonces, ¿Como estuvo tu día? - Trate de romper el hielo.

— Bien, supongo. Estuve con Hailey en la mañana y después vine a tu departamento, no hice gran cosa - Se notaba desinteresada en hablar contigo.

— Se que ya te lo pregunté pero has estado muy callada en todo el camino, ¿Debería preocuparme? - Mi curiosidad no me permitía no indagar acerca de su comportamiento.

— No lo se, ¿Deberías? - Ahí va de nuevo contestando con otra pregunta.

— Puedes por favor dejar de contestar mis preguntas con más preguntas, es irritante - Voltee a verla y parecía molesta. Dios por favor dame paciencia para soportarla.

— Ahora no quiero hablar Kai, solo por favor mantengamos el silencio hasta llegar - Asentí frustrada, lo que menos quiero es seguir peleando con ella.

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