En ocasiones te das cuenta que la persona a quien amas, es esa que estuvo cercanamente lejos.
Bella sabía perfectamente a quién quería, pero estaba claro que no podía dejarse llevar por sus sentimientos.
Y el inesperado acercamiento de Jasper Hale...
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—Ha cambiado —murmura Ángela con una sonrisa.
—¿Qué se hizo en el rostro? —inquiere Jessica con evidente envidia en su voz—. Y la otra, su cabello es ridículo, realmente no sé quién es más ridícula.
Todos los estudiantes veían a Isabella Swan, la que conocían como la torpe chica mal vestida que siempre estaba encorvada y con la mirada baja, ahora la observaban entrar junto a una chica muy parecida a ella. Ambas con estupendos vestuarios, utilizando unas botas negras y largas con tacón. Bella se había maquillado un poco, o bueno, su prima lo había hecho, pero lucia fantástica. Y ni hablar de Emma, ella demostraba poder a donde quiera que fuera.
Habían llegado en el auto de Emma, un lindo Audi, regalo de sus padres cuando cumplió 16 años. Se sentía feliz por ver a Bella tan diferente a cómo era antes, seguía siendo la misma, pero con más seguridad e incluso más amor propio.
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Bella Swan
Todos me observaban, sentía sus intensas miradas sobre mí. Quería regresar al auto y esconderme o al menos bajar la cabeza. Pero no quería desilusionar a Emma, mucho menos a mí. Esto lo hago por mí, para ser mejor y que ya no me vean como la triste chica que dejó uno de los Cullen.
Tan solo con pensar ese apellido se me revuelve el estómago.
Acompañé a Emma por su horario y ahora le enseñaba la escuela. Por donde quiera que pasáramos, nos veían, a Emma por ser la chica nueva, y claro, por ser muy hermosa. A mí, por mi nuevo cambio de look. Aunque no era un cambio, solo fue la ropa y Emma insistió en delinear mis ojos, también me puso corrector, para que cubriera un poco mis horribles ojeras, puso rubor y labial de un tono muy claro; nude, dijo que así era el tono del labial.
Estuvimos en clases durante todo el día. No había sol, como era costumbre en Forks, pero tal vez la cercanía de mi prima me hacía sentir en un ambiente más cálido.
—Debes de comer otra cosa, Bells, no solo lechuga —aunque ella no entendía del todo lo que consistía ser vegetariana—. Esta hamburguesa está muy buena, ¿quieres? —le dio una mordida a la hamburguesa.
