En ocasiones te das cuenta que la persona a quien amas, es esa que estuvo cercanamente lejos.
Bella sabía perfectamente a quién quería, pero estaba claro que no podía dejarse llevar por sus sentimientos.
Y el inesperado acercamiento de Jasper Hale...
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Al salir del instituto, pude ver a Jacob en el estacionamiento. Alice se había ido antes, por lo que no comprendí que hacía de nuevo aquí.
Jasper iba a mi lado. Jessica me había hastiado de tantas preguntas que me hizo, todas referentes a Jasper y a mí, y sé que no solo ella hablaba del asunto, también gran parte del alumnado. Algunos me miraban con actitud reprobatoria, otros solo sonreían y el resto no le daba importancia.
De cualquier manera no me dejé intimidar, siempre mantuve la cabeza en alto y estuve serena, tal como Emma me decía, solo que esta vez, no tuve problema en hacerlo por mi misma.
—Jake, ¿qué haces aquí? —le pregunté en cuanto estuvimos frente a él.
Mi amigo miró unos segundos a Jasper, y después a mí. Parecía indeciso sobre si decir lo que tenía en mente.
—Esperaba que me acompañaras un rato a la reserva, hace tiempo que no damos un paseo.
Miré a Jasper, él parecía tranquilo. Cuando sus ojos vieron los míos, me sonrió.
—¿Qué pasa? —me pregunta.
Lo cierto es que cuando estaba con Edward, él realmente se enojaba porque estuviese con Jacob, puede que hayan sido celos, pero tan solo estar cerca de mí amigo ya era lo más peligroso para mí.
Jasper se percató de mi duda sobre si ir, a lo que nuevamente habló.
—Jacob, ¿nos permites un momento? —el nombrado asintió y se dirigió a donde su motocicleta se hallaba—. Bella, te diré algo y solo lo diré una vez. Edward fue un idiota contigo —mi corazón se aceleró al oírle decir aquellas palabras—. Soy tu novio, Bella, no tu dueño. Eres libre de tomar tus propias decisiones —agarró mis dos manos, su piel helada me provocó un estremecimiento—. Es cierto que me preocupo, pues sé que los quileute no tienen el mejor autocontrol, pero también confío, como sé que tú lo haces, en que Jacob no te hará daño. Y no me enojaré porque salgas con tus amigos, así apesten a perro —solté una risa ante lo último que dijo.
Por esos gestos que Jasper tiene conmigo es que cada vez me enamoro más de él.
—Y aquí viene la pregunta, ¿tú quieres ir con Jacob? —asentí de inmediato—. Bien, siendo así, pasaré por tu casa más tarde.
Separé mis manos de las suyas y, después, en un rápido movimiento lo abracé.
—Gracias —susurré contra su pecho. Él correspondió a mi abrazo y dejó un beso en mi frente.
Nos separamos y me acompañó con Jacob, quien me pasó su casco cuando me vio decidida a ir con él.
—Cuida de ella, por favor —le dijo a mi amigo, quien asintió.
—La regresaré sin un rasguño.
—Dudo que eso sea posible con Bella —abrí mi boca con indignación ante las palabras de Jasper.
