Inesperado «Jasper Hale x Bella Swan»

Capítulo 8

Bella Swan

—¡No puedo! ¡Ya no aguanto! ¡Me voy a morir! —esos y más gritos salían de los labios de mi prima mientras yo intentaba consolarla sin ningún éxito.

—No te vas a morir, son solo cólicos —ella niega y después se acuesta boca abajo sobre un cojín aplastando su abdomen.

—¡Duele mucho! —gimotea. Hago una mueca y me levanto de la cama, dispuesta a salir de la habitación—. ¡Bella, no me dejes!

—Emma, iré por algo que te ayudará.

Respiro hondo y ella asiente.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina para poner a calentar una bolsa con semillas que una vez me hizo mamá, eso sin duda me ayudaba a calmar el dolor y caliento un poco de agua para hacerle un té.

Ayer fue que estuvimos en casa de los Cullen. Al ser domingo no tenemos que ir al instituto, lo cual agradezco, de lo contrario, Emma me trataría de maquillar.

Hemos faltado bastante al instituto y el hecho de que ella solo asistió un día me preocupa bastante, pues seguramente hay materias en peligro de desacreditar. Por suerte la dejarán reponer los trabajos ya que presentamos el acta de defunción de mis tíos, así que tendrá solo una semana, pues queda menos de un mes para que podamos graduarnos, por lo que he decidido que la ayudaré, al menos para reponer un poco lo que ha hecho por mí.

Una vez todo listo, regreso a la habitación con la bolsa y el té. Ella se queja en voz baja y yo no sé si realmente le duele demasiado o solo está exagerando, pero cuando alza su rostro en mi dirección, me doy cuenta que realmente se siente mal.

—Vamos, sientate un poco —las cosas en un buró y me acerco a ayudarla. Después pongo la bolsa con semillas en su vientre y acerco el té a su boca para que beba un poco—. ¿Qué tal?

—Se siente mejor —suelto un suspiro y me dispongo a recostarme junto a ella, cuando el sonido de la puerta llama mi atención.

—Iré a ver quién es. No tardo, ¿de acuerdo? —ella asiente y sonríe con desgano.

Bajo las escaleras y abro la puerta.
Siento que mi corazón deja de palpitar por un segundo al encontrar a mi amiga Alice Cullen, pero ella no se encuentra sola, pues la acompaña Jasper.

¡Por Dios! ¡¿Que hacen aquí?!

—¡Bella! —Alice se lanza a abrazarme. Miro unos segundos más al rubio y después pongo toda mi atención a mi amiga.

—Alice, ¿q-qué haces aquí?

No Tartamudez, Bella. Me reprendo.

—Vi que Emma no se sentiría bien, así que le traje algo para animarla —señala a Jasper, quien tiene una pequeña caja.

—Hola, Bella —aprieto mis labios sin saber que decir. Solo me está saludando, pero en realidad eso es más de lo que puedo manejar en estos momentos.