#𝟘𝟜

318 45 0
                                    

"así que pon tus brazos alrededor de mí esta noche.
deja que la música te eleve como sí nunca hubieras llegado tan alto.
ábreme tu corazón.
deja que la música te eleve como sí nunca hubieras sido tan libre.
hasta que sientas el amanecer, deja que la música caliente tu cuerpo como el calor de mil fuegos".

crying in the club — camila cabello.


¿Qué más podía hacer? Absolutamente nada. No tenía poder sobre lo que pasaba, era todo tan automático, como sí estuviera ensayado, planeado hasta al más pequeño de los detalles.

Sin dejarme la más mínima oportunidad de reclamar, de mirar a atrás, de ponerle un alto a la situación y luego correr a casa. Correr y olvidarlo, ponerme mi pijama, ver una película y tener esta noche como un recuerdo más, un vago intento de saber lo que Nayeon hacía cuando no estaba con nosotras.

Primero, Nayeon tomó mi mano y me levanté con ella, luego saludamos con sonrisas y miradas a las miembros de la banda, terminando por dejarme sola al irse con la baterista a quien sabe donde. Tuve que fingir ser su fan, pero me fue bien, elogié su música y su actuación, incluso me tomé la libertad de comentarles que habían superado mis expectativas. Tampoco pude hablar mucho, las verdaderas fans captaron más su atención. Ellas o la poca ropa que traían, no importa, volví a quedarme sola.

Podía oir alguno que otro comentario, así que me aprendí sus nombres. La baterista era Momo, la del teclado Dahyun, la guitarrista Tzuyu y la del micrófono Chaeyoung. Aunque, para mi impresión, las cuatro eran las voces principales de cada canción.

También había una barra ahí, aunque más pequeña, pero lo suficiente para tomar asiento en esta. El chico que había estado sirviendo las bebidas me ofreció una, iba a rechazarlo.

— Empecemos con un trago suave, que sea sorpresa.— dijo alguien junto a mí.

Sana.

Por primera vez estaba escuchando su voz claramente, pero no la quise mirar demasiado. En su lugar me limité a mirar mis uñas azules, por la mañana me gustaban, ¿por qué ahora se las notaban tan desastrosas?

— Casi me engañas.— habló otra vez. Ya no podía simplemente ignorarla, eso sería de mala educación. Así que respondí en su mismo tono de voz, algo alto para poder escucharnos entre tanta palabrería y música de fondo.

— ¿A qué te refieres?

— No conoces ni una sola canción de Twice.— el chico volvió a nosotras, dejó dos pequeñas copas de cristal con una bebida transparente antes de volver a su trabajo. Sana tomó una, la otra quedó frente a mí.

— ¿Por qué crees eso? — al fin de cuentas era la compositora de la banda, ¿no sería hiriente decirle que no tenía ni el más mínimo conocimiento sobre sus canciones?

— Te he visto.

— Oh, créeme que lo he notado.— solté sin pensar. Cerré los ojos por un segundo, no debía sonar con tanta confianza. Era la primera vez que la veía, no podía soltar cualquier comentario solamente porque si.— Lo siento.

— ¿Por qué te disculpas? — Sana negó dando un trago de su bebida.— Quería que lo notaras.

— ¿Por qué? — acerqué la copa con mis manos, sin embargo no bebí. No quería hacerlo.

— Porque no soy ciega, cualquiera puede notar que jamás habías estado en un lugar así.— otro trago, su copa estaba vacía.

— A decir verdad, a esta misma hora, hace una semana, ya estaba apagando el televisor y preparándome para dormir.

If you want love  Ꞝ  SahyoWhere stories live. Discover now