#𝟘𝟡

242 28 0
                                    

A la mañana siguiente desperté en una cama vacía que no era la mía. Temí por un momento, hasta que recordé porqué estaba ahí.

Por Sana.

Con Sana.

Habíamos hecho el amor hasta dormirnos, sin decir ni una sola palabra habíamos sido capaces de demostrar amor. Y era mutuo.

—Vaya, ya has despertado.— escuché, al ver por la puerta la imagen de Sana con su cabello hecho un desastre y solamente una camiseta gris cubrir su cuerpo hasta sus muslos me había dejado sin habla.— ¿Quieres comer algo? Podemos ir a la cafetería, no está muy lejos de aquí.

— Me encantaría.— accedí.

Me vestí frente a ella, y Sana hizo lo mismo frente a mí. Como sí no fuera la primera vez. Y es que, tal vez, para nuestras almas no lo era.

En el camino a la cafetería hablamos de todo un poco, contando cosas triviales sobre nosotras. Le conté de mi hermano, ella me habló de su madre. Parecía que cada vez que nos conocíamos más, menos ganas de volver a casa tenía.

Porque eso significaba ver a Mina destrozada, ver una habitación vacía y recuerdos rotos en las fotografías de las paredes. La realidad me golpeó tan pronto como terminamos de comer. Yo debía irme, debía estar para mi mejor amiga así como ella siempre había estado para mí.

Definitivamente me sentía una idiota por estar ahí, mas no hacía nada para cambiarlo. Ni siquiera se lo mencioné a Sana y pasamos toda la tarde juntas en su departamento.

Mientras veía sus ojos luego de volver a besarnos, supe entonces que jamás volvería a ser la misma persona. Ya no existía mi yo del pasado, ahora era simplemente Jihyo, Park Jihyo enamorada de Minatozaki Sana.

— ¿En qué tanto piensas? — me pregunta pasando sus manos por mi rostro, acariciando mis mejillas y dejando cortos besos sobre estas.

— En nada.— mentí.

— No mientas.— llegó a mi cuello.— Sí no quieres decirme está bien, pero no mientas.

— Lo siento.— salió un suspiro de mi boca, pues estaba en una zona sensible para mí.

Hicimos el amor una vez más, como sí no tuviéramos nunca suficiente de la otra. Porque así era, no lo teníamos, no ahora que sabíamos que era amor.

Amor.

— Amor.— susurré sobre sus labios.— ¿Es esto estar enamorada?

— No lo sé.— me responde Sana.— Pero, cariño, ¿a quién mierda le importa?

En medio de la madrugada pude despertar por unos segundos, me di la vuelta y pude divisar a Sana sentada en la cama con su cuaderno y un lápiz en la mano. Pude ver que batallaba con ella misma por un nombre para la primera canción del álbum.

— Ponle Rainbow.— sugerí.

— ¿Rainbow?

— Sí.

— ¿Por qué?

— Porque es bonito.

Y ella se lo puso, ella nombró la canción 'Rainbow'.

— Sigue durmiendo, cariño.— me dice acariciando mi cabello.

— Mañana deberé irme.— digo pasando mi brazo por su cintura, quedándome completamente pegada a ella.— Debo tomar una ducha y cambiarme de ropa.

— Podemos comprarte ropa nueva, no tienes que irte.

— Sana.— sonreí sobre su piel.— Volveré.

If you want love  Ꞝ  SahyoWhere stories live. Discover now