Doctor Styles. La Sombra Del Pasado.•S.E• ||Larry Stylinson||

Capítulo 22.❀

Chiquito pero bonito.

Dedicado a:

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Habrían pasado 3 semanas antes de que Harry, su padre y todo el equipo de trabajo en el hospital entendieran que no se trataba de una enfermedad cualquiera. Las personas se estaban contagiando unas a otras, primero creyeron que se trataba sobre un tipo de coronavirus y/o gripe, pero conforme pasaban los días, los síntomas de los pacientes iban cambiando, incluso en algunos siquiera existía similitud alguna. 

Los alfas y los betas eran los más infectados, sorprendentemente, pues los omegas eran quienes tenían las defensas más bajas, eran mucho más vulnerables, sin embargo, los casos sobre ese rango de raza eran escasos. 

Louis estaba preocupado, la primera semana Harry había vuelto a casa, pero las siguientes no. Hablaban todas las noches por videollamada, lo que aliviaba algo de su sufrimiento. 

Ese día el omega tenía permitido visitarlo, era tan extraño cómo el hospital se había vuelto una cárcel y como de ser un lugar seguro para la salud, era el contagio de la enfermedad. 

El omega iba vestido con un uniforme quirúrgico que consistía en dos piezas de pijamas sanitarias, su ropa normal por debajo, una mascarilla y una careta. El alfa le había pedido ropa y un poco de comida, por lo que llevaba todo en bolsas, dentro de una maleta.

Cuando llegó al hospital, había dos guardias en la entrada, Louis tuvo que marcarle a Harry para que lo dejaran pasar, pues no tenía una identificación, mucho menos una del alfa, y la marca no era una prueba válida de su noviazgo. 

—Hola.—ambos se sonrieron. 

—Hola, amor.—Ni siquiera se atrevió a abrazarlo. — Toby, Marlo, él es Louis, mi omega.

Louis vio como sus ojos se arrugaban, por lo que supuso que le estaban sonriendo, así que levanto su mano en señal de "Hola".

—Para la próxima no lo haremos esperar, Dr Styles, una disculpa.

—Muy bien. No se preocupen.

Atravesaron el pasillo en silencio, Harry mantenía una distancia de 10 centímetros de Louis y aquella distancia creo un vacío enorme en el corazón del omega. 

Había muchas personas en camillas, con aparatos que los ayudaban a respirar y muchísimos tubos que Louis no se atrevió a preguntar para qué servían. El dolor, la angustia y la esperanza en sus ojos le hicieron bajar la vista a sus zapatillas y morderse el labio.