Doctor Styles. La Sombra Del Pasado.•S.E• ||Larry Stylinson||

Epílogo.✿

Sus ojos se abrieron lentamente, la confusión se refleja en su rostro intentando comprender dónde está. Todo a su alrededor le parece un lienzo en blanco, estaba en desconcierto. Las luces del hospital parpadean con una frialdad que le recorre el cuerpo, y los sonidos distantes de maquinaria médica llenan la habitación.

Parpadea, confundido. Sus ojos se posan, sobre todo, buscando respuestas.

Sabe que ha estado antes ahí, pero no lo tiene claro.

Sus ojos se centran en la puerta, que comienza a abrirse con lentitud. Ve entrar al Doctor Styles y siente alivio.

—Hola, Louis. ¿Cómo estás? —Siempre lo saluda con entusiasmo, con una sonrisa en su rostro. Como si él le produjera felicidad.

Lo ve caminar hasta quedar a un costado de la camilla y le revisa el pulso, luego anota algo en su libreta.

—Bien. —se limita a decir.

—¿Qué es bien? —las manos del alfa le acarician en rostro, llevando una linterna hasta sus ojos y encendiendo la luz. —Ve hacia arriba.

Lo hace. Aquella cercanía le ha dejado de parecer extraña, ha vuelto a ser familiar, si es que en algún momento fue así.

—He despertado. —menciona y se da cuenta por los ojos del alfa que eso es demasiado obvio. —Volví a sentirme desorientado, no sabía dónde estaba hasta que te vi entrar en la habitación.

Le indica que se incorpore y lo hace, le retira las vendas, pero esta vez no las sustituye por nuevas, siente un fuerte dolor en la cabeza.

—¿Cómo te sentiste con eso? —tarda en responder, no tiene si la pregunta va de la conversación o si se ha percatado de su dolor.

—Frustrado. No entiendo por qué me sucede esto.

El Doctor deja la libreta sobre el mueble que está a un lado, junto con las vendas y se desprende del uniforme, ve su cabello largo caerle sobre los hombros, y se sienta en un costado de los pies del omega.

—La terapeuta te ha dicho que estás experimentando una respuesta común a un trauma extremo.

Asiente y por el rostro de Harry, puede ver que se ha dado cuenta de cómo se le descompone la respiración.

—Quiero que acabé.

—Lo hará. No seas tan exigente contigo. —le da la mano y un leve apretón, para hacerle saber qué está ahí, está para él. —Estaré contigo hasta pasé.

La terapeuta también le había dicho que su mente ha creado mecanismos de defensa para protegerlo, pero a veces esos mecanismos pueden causar confusión entre lo que realmente ocurrió y los pensamientos que se generaron en respuesta al dolor.

Era como si su mente hubiera tejido una tela entre la realidad y la forma en que su cerebro ha procesado esos eventos. Un mecanismo de supervivencia, una manera de lidiar con algo que podría haber sido abrumador.

Y tenía sentido. Sí, él había comenzado una relación con Harry, supone que no debió de haber sido sencillo, y qué, si habían encontrado el cuerpo de su madre, debió de entrar en pánico. Retrocedió todo lo que en algún momento avanzó, por miedo, un miedo irracional al fantasma que ya no exista, pero que, en vida, lo convirtió en su peor versión.

Desde muy pequeño su vida fue marcada por la sombra de la intolerancia. Su madre, una mujer de ideas arraigadas y tradicionales, lo había criado bajo el peso de prejuicios y estereotipos. Así que, desde joven aprendió a temer a la diferencia y a ocultar cualquier rasgo que pudiera ser interpretado como "débil" o "femenino".