Capítulo 15❀.

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Niall apareció en la puerta de Zayn, podía sentirse temblar, sus manos su daban y su respiración parecía atascarse, como si respirar no fuera tan sencillo. No es fácil volver con la persona que has dañado.

La puerta se abrió cuando dos toques sonaron, Zayn se dejó ver y Niall lo observó de pies a cabeza.

—Hola. —mención por lo bajo y dio un paso, quería tenerle cerca, pero no sabía cómo.

—Niall, ¿Qué haces aquí?— la respuesta fue fría, cortante.

—Quiero hablar. — la última vez había dicho esa frase, las cosas no habían terminado bien y tampoco había hablado mucho.

— ¿Ahora quieres? Creo que no tenemos nada de que hablar.— Niall vio como se cerraba la puerta y a su vez se le hacía añicos el corazón.

—Tenemos un hijo— impidió que la puerta se cerrará metiendo la punta de su pie.

El aire se había vuelto tan pesado que de pronto un calor les invadió el cuerpo a ambos. Zayn no dijo nada más, lo dejó pasar y en un inmenso silencio ambos sufrían en compañía.

Naill solamente lo miró, no sabía cómo comenzar o que debería de decir. Volvió a sentirse cómodo en aquellas cuatro paredes que algún día lo habían abrazado con amor y no pudo evitar sonreír al pensar que todo sería mejor si él no hubiera sido tan brusco.

—¿Qué dirás?

—¿Quieres tenerlo?

La risa de Zayn fue amarga y lo hizo una manía de que se fuera. El omega negó y con la voz temblorosa dijo:

—Es que quiero tenerlo, bueno, no y sí. Tengo miedo Zayn, no es tan sencillo para mí, en mi casa no será visto de una manera buena y no quiero tener un hijo sin casa, sin papá y sin mí.

—Nunca me hablas de tu familia... Pero si el miedo es que ellos lo tomen mal, ¿por qué no decirme? Podrías vivir aquí.

El omega se puso pálido y negó, no podría dejar a su familia, ¿qué les podría decir? Su padre lo mataría si se enterará.

— No es tan sencillo decir 'tendré un hijo con este alfa y me iré a vivir con él'... Realmente quiero una vida contigo, pero si hago esto nunca te quedarás en ella.

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Harry observaba cada facción de Louis mientras dormía, trataba de memorizar lo fino de su cara, lo redonda y bonita de su nariz, sus delgados labios, sus enormes pestañas castañas, todo. Cerró los ojos y comenzó a acariciarlo, era tan suave y frágil. Si un día lo perdía, si un día por algún motivo no se encontraran juntos, su recuerdo lo acompañaría.

Memorizarlo era su salvación para cuando un día, con los ojos cerrados y el alma perdida, pudiera tenerlo otra vez.

Podía imaginar cualquier cosa menos una vida sin él, podía crear miles de historias con miles de amores y personas, pero Louis tenía que estar en cada una de ellas, sin importar nada, sin importar cómo.

Había sabido que era él desde el primer día que lo vio y podía agradecer al cielo y al infierno, porque jamás se había sentido tan completo y feliz.

—Buenos días. — la vocecita del omega se escuchó a lo bajo, apenas despertando.

— Buenos días, sol, ¿descansaste? — lo vio asentir y sonrió de lado. Se inclinó y le dejó un beso sobre la frente — Vamos, cachorro, hoy tenemos que hacer muchas cosas.

Los brazos del omega se enredaron al cuerpo del alfa y gimió bajito.

—Quiero estar en casa, nunca estás y hoy sí.

Una media sonrisa se formó en los labios del alfa "Pero fuera de casa existe un mundo y lo tienes que disfrutar"

— Te quiero disfrutar a ti.

Una carcajada inundó la habitación.

— Lo harás cuando volvamos. — lo tomó de la mano y comenzó a alejarlo de la cama. Louis se dejó como si fuera un bebé pequeño, siendo tirado por su madre.

Fuera ya había una ensalada, jugo de zanahorias y un par de chuletas para desayunar. 

Las vacaciones de Harry habían sido para pasar tiempo con Louis, que no se sintiera solo y triste, tenía que ocuparse de que comiera bien, para que después por voluntad propia se hiciera cargo de sí mismo.

El amor puede ser doloroso, incluso cuando las personas digan que el amor no duele, lo hace. Tiene diferentes maneras.

A Harry le dolía que Louis no hablará de su madre, que su padre lo tratara de esa manera tan vacía y egoísta, que Nana no pudiera hacer más y que el omega se rindiera a la primera. Pero también trataba de ponerse en su lugar, ¿cómo agarrar valor en amarse a sí mismo, si siempre trataba de complacer a los demás?

Después salieron a caminar, Harry disfrutaba de ello, le gustaba que el aire le golpeara el rostro, ver a las personas y distraerse. Vivía un mundo diferente, trataba de verlo así, con otra perspectiva.

Louis no iba tan contento, era más lento al caminar, no tenía ánimos, solamente quería mantenerse en cama abrazado al alfa y fingir que el resto de las personas no existían, únicamente ellos dos.

Aunque tuviera una marca le daba inseguridad, cuando salía con Harry o anteriormente, él veía la manera en que las omegas y algunos betas lo veían, podía incluso recoger la baba de muchos. El alfa era maravilloso, carismático, inteligente, divertido, con un gran corazón, era guapo, guapísimo, podría gustarle a cualquier con tan solo escuchar su voz.

Él no se sentía menos, sabía que tenía lo suyo, vaya que sí. Pero por mucho que fuera para Harry, existía el miedo de perderlo.

— ¿Alguna vez viajaste con amigo sin plata y permiso?

— No.

— Es lo mejor, un día iremos, tengo planeado algo. — Harry le beso la frente — Cuándo viajas solo te conoces mejor a ti mismo, ahora somos una pareja, así que nos conoceremos mejor, porque estaremos fuera de nuestra zona de confort.

Louis sonrió y se detuvo, el alfa se puso frente a él y lo miró.

— Tú ya me conoces bien, sabes que dejó las puertas del armario y la cocina abiertas, que de momentos no existe quien me pueda callar, que duermo mucho y siempre necesito que me des cariño, que soy algo bueno para cocinar y que me tardo en el baño...— un leve sonrojo se apoderó de la cara del omega y sin dejar que Harry dijera algo, le dio un beso en los labios, cortito. — Y que te amo.



Doctor Styles. La Sombra Del Pasado.•S.E• ||Larry Stylinson||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora