Aunque duela

Capítulo 17 "¿Amenazas?"

Ese simple comentario hizo que sus nervios se pusieran de punta. Nunca imaginó que se enfrentaría a ella por Megan.

—Megan tiene un padre, se llama Mason Hicks. Él y sólo él es su padre.

—Mientes, sé perfectamente que Megan es mi hija biológica. ¿Por qué te empeñas en negarlo? ¿Acaso se te olvidó lo que ocurrió entre nosotros? Porque yo lo tengo muy presente.

Asco, fue lo que sintió de solo recordar lo ocurrido hace casi cuarenta años.

—¡Estás enfermo! Entre nosotros no ocurrió nada, porque si la memoria te falla, entraste a mi casa, te aprovechaste que mi marido estaba de viaje y me violaste desgraciado —escupió con todo su odio—. Nunca lo entendí, Mason te ha considerado su amigo toda la vida. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué?

—Porque Mason te vio primero, porque yo quería ser el único hombre en tu vida y porque no merecía que mi matrimonio fuera una completa tortura y Mason y tú vivieran muy felices jugando a la familia feliz.

Amanda estaba muerta de miedo, en ese momento maldijo haber querido salir sin su personal de seguridad, pero de algo estaba segura, no iba a permitir que le hiciera daño de nuevo.

—Ya no soy aquella mujer ingenua de hace años, te lo diré solo una vez. No te acerques a mi, ni a mi familia, tus amenazas no tienen ningún efecto ya.

—¿De veras? ¿Cómo crees que reaccionará Mason al saber que tuviste una aventura con otro hombre? —trató de intimidarla con ese detalle, lo que él no sabía era que Amanda le contó todo a su marido.

—Ese truco barato no te servirá de nada. Mason ya lo sabe, sabe que en su ausencia un vil desgraciado me tomó por la fuerza y que no le importó que tuviera a un bebé cerca. No seas patético.

—¡Vaya! Entonces sabe que fui yo el que entró a su casa esa noche —el rostro de Amanda, haciendo evidente su nerviosismo. —No lo sabe, bien, tienes dos días para decirle a Megan que yo soy su verdadero padre, o de lo contrario no me va a importar armar un escándalo en tu casa. Nos vemos Amanda.

Se marchó del lugar dejando a una muy nerviosa Amanda, no quería que Megan supiera a quien estaba ligada y quién era la persona que había lastimado a su madre, tampoco quería que se diera cuenta por ese hombre.

Así que, con todo el dolor que supuso que le causaría no solo a ella, sino también a su familia, decidió contarles todo, aprovechando que los había invitado a cenar hoy por la noche.

La decisión estaba tomada, no iba a dejar que él le arruinara la vida de nuevo, ya no más.

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Todos estaban saliendo de la empresa, después de una larga mañana de reuniones y acuerdos para proceder en el arresto de la persona responsable del desfalco a los Lümbitz.

Logan y Sally fueron a reunirse con uno de sus contactos en la policía para contar con más herramientas, pues a pesar de contar con la ayuda del almirante Hoenick, no era suficiente.
Megan invitó a su hermano y cuñada a almorzar con ellos, pero declinaron amablemente la oferta y les dieron la privacidad que necesitaban.

Ya se encontraban en el restaurante y ordenaron sus platillos favoritos, pues de tanto estar encerrados en cuatro paredes, sus estómagos le demandaban por algo de comida.

—¿Crees que tu hermano logre encontrar algo?

—No lo creo, sé que podrá ayudarnos. Confía en él por favor.