Capítulo 25 "Miedo"

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El tiempo seguía su curso con normalidad.

Hasta ahora.

Grace seguía asistiendo a sus sesiones de quimioterapias, siempre terminaba muy agotada y comenzaba a perder el cabello.

Cada día le resultaba más difícil sobre llevar su enfermedad, al punto de no poder ocultarlo más a toda su familia.

Se encontraba con Selim después de estudiar para los exámenes finales, Zoe tuvo que dar tutoría por lo que no pudo acompañarlos.

—¿Cómo te sientes hoy?

—Cansada. Hoy mientras me peinaba noté como mi cabello se iba cayendo, es cuestión de días para que lo pierda por completo.

—Por lo menos ya casi terminamos la escuela, así no podrán molestarte.

—Tienes un punto. —algo que también era un hecho, es decirle la verdad a su padre.

—Grace... sé que ta vez soy imprudente pero ¿Has hablado con tu padre sobre tu enfermedad?

—No quiero decirle. —dentro de sí misma sentía miedo. —Temo que si lo hago sienta que lo estoy ofendiendo, imagina que el gran empresario Adam Lümbitz tenga una hija con leucemia, sería muy humillante para él.

Se formó un silencio bastante incómodo en ambos, por un lado era comprensible el temor que sentía Grace, por otro Selim estaba para brindarle su total apoyo, tal como la había demostrado hasta el día de hoy.

—Si hay algo que entiendo perfectamente es que las enfermedades y los problemas no tienen clases sociales. ¿Recuerdas que hace unos años la familia Zuckerman se vio envuelta en muchos problemas?

—Claro que lo recuerdo, el abuelo Arthur no paraba de hablar de lo mismo cuando vino de Alemania. Pero lo mío no se trata de un secuestro, estoy enferma y bajo tratamiento, no se compara en nada a lo que esa familia sufrió.

—Te equivocas. En este caso ambas familias sufren, ellos casi pierden a su hija por culpa de un loco, tú estás aquí, llevando el dolor de tu enfermedad sola, tu madre se preocupa por tu salud, al igual que tu tío y la loca de Zoe y estoy seguro que el señor Lümbitz ya está sospechando.

—Sabré en que momento hablar con él.

Ninguno se percató de que Adam había escuchado toda la conversación y menos de las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

*********

En otro lado de la ciudad

—Señor, hemos estado vigilando a los niños tal y como lo ordenó.

—Perfecto, esperaremos un poco más para dar el primer golpe. Quiero que sigan vigilando muy bien a cada miembro de esa familia, incluyendo a los que vengan de Alemania.

—Como ordene señor.

Casa de los Lümbitz

La cena transcurrió con normalidad, a excepción de Adam, quien apenas probó bocado.

A pesar de estar al tanto de su condición, iba a respetar la decisión de Grace y esperar hasta que ella misma le cuente.

—Papá, Maeve preparó lasaña ¿Por qué no comes? —le preguntó Ethan.

—Son cosas de adultos hijo. Tú no te preocupes.

Aunque duelaWhere stories live. Discover now