05. oid mortales (anteúltimo)

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ariana camina por una plaza en especifico y encuentra a quien está buscando. se acerca a un hombre que está paseando un perro. "disculpá, ¿tenes hora?"

"las 16:15" responde amable. ariana finge sorpresa.

"¿te acordás de mí?" le pregunta muy emocionada. el hombre frunce el ceño y niega con la cabeza mientras sonrie. "¿no?... ¿y de cesar? ¿mi novio? ¿al que le liberaste la zona para que lo violen?" de inmediato el hombre transforma la cara. ariana rapidamente saca el arma y le pega dos tiros en el pecho, matandolo en el acto. corre a toda velocidad huyendo. mientras tanto y al mismo tiempo, en san onofre se bate la misma justicia.

"¿te acordás de mí?" le pregunta cesar al preso responsable de su traumatico episodio del otro día. "¿te acordas de mí, puto?" repite, con un fierro en la mano, con la sub21 entera detrás de él.

"pará" pide, levantando sus manos en inocencia, escoltado por cuatro de su banda que en ese momento no podrán salvarlo.

"¡arrodillate!" le grita cesar. de inmediato hace caso y comienza a rogar por su vida. "¡pedime perdón!" grita. "¡pedime perdón!"

"¡perdón!" suplica.

"¡la concha de tu madre!" es lo ultimo que dice cesar y le rompe la cabeza con el fierro. toda la sub21 se encarga de masacrar a los responsables con sus palos, sus fierros y sus filosos cuchillos. por su parte, ariana corta la llamada que acaba de hacer a la sub21 del penal de don torcuato, dando rienda suelta a la orden que cesar le dejó a cargo. en unas horas, el cuñado de borges sería asesinado. cuando deja el celular sobre la mesa, se apura a la cocina a revolver en el cajón y saca su caja de cigarrillos. saca uno y lo enciende, se asoma en su ventana mientras observa la vista de la 1-11-14, su nuevo hogar provisoriamente, ya que en la 31 no puede vivir más debido a su reconocido rostro en el barrio. el atardecer anaranjado la hacen pensar en donde está, con quien esta y las cosas que hace. mira su casa silenciosa, solitaria, oscura y fría. piensa en quienes tiene con ella. su hermana no está. cesar tampoco. traga saliva y vuelve a mirar por la ventana. piensa en el pasado, las cosas que hizo, como jamás le tembló el pulso para jalar un gatillo, a quienes le quitó la vida, en la orden que acaba de dar por telefono. entonces reacciona en lo que es capaz de hacer por cesar. y a su vez, la clase de persona que es él. ambos. las fichas le caen, y sabe que está completamente enferma. apaga el cigarrillo y camina hasta el pequeño santuario a Cristo que tiene sobre un mueble, en la que acompañan fotos de su papá y su hermana. cuando eran felices, cuando ella hacia las cosas bien, cuando no era un desastre de persona. inevitablemente, se pone a llorar.

(...)

mario borges ordena con toda su bronca acumulada que le abran la reja del patio, pero no le hacen caso. "¡hijo de puta! ¡negro de mierda!" le grita a cesar agarrandose de la reja. poco a poco cesar se acerca hasta quedar a unos metros de él, mientras lo mirando sonriendo y gozandolo. "¡la concha puta de tu madre! ¡te metiste con la familia hijo de mil puta! ¡te voy a matar, la concha de tu madre!" cesar no dice nada, solo disfruta el espectaculo. pastor, la sub21 y todos en el patio se acercan a escuchar. "te metiste con mi familia hijo de mil puta, vos no tenes codigos, vos sos una mierda"

"¿de qué codigos me hablas? si vos sos el primero en romperlos" le responde cesar muy tranquilo.

"¿qué te pasa? ¿te duele la cola? ¡te duele la cola! ¿le contaste a los muchachos que te rompieron el orto y gozaste como una yegua? ¡puto, negro puto culo roto!" grita totalmente sacado. cesar borra su sonrisa y lo mira asesinamente. "cuidate el culo ahora, hijo de puta, y el de todos tus compañeros negros de mierda. yo te avisé" es lo ultimo que dice y se va. cesar voltea a ver a sus compañeros y todos le hacen saber solo con una mirada que tiene el apoyo de todos y cada uno de ellos. pastor se acerca a él y le coloca una mano en el hombro.

el marginal (cesar)Where stories live. Discover now