el marginal (cesar)

02. un milagro

ariana camina por el medio de la calle, perdida, sin entender. la luz del primer sol de la mañana permite ver aunque sea un poco entre la niebla. no puede sentirlo, pero sabe que hace frio. a medida que va acercandose a la esquina, divisa a cesar allí parado, en el medio de la calle aún. ariana se frena un poco al verlo, pero sus sentimientos brotan a flor de piel cuando se da cuenta de que se trata de él. trota hasta él, mientras es recibida con una sonrisa de oreja a oreja, tan hermosa como él. "tardaste mucho" dice su voz masculina que tanto extrañó. se detiene frente a él. cesar permanece quieto. ari, curiosa, coloca sus dos manos sobre la campera de él, como viendo, analizando, conociendo. sus dedos acarician la tela. lo mira a los ojos, y sabe que todo lo que quiere está ahí. y se siente bien. se siente tan bien. cesar de inmediato se agacha y la besa en la boca, envolviendo los brazos en su cintura. ella, desesperada, lo abraza y profundiza el beso. ariana despierta de golpe, como si hubiera tenido una pesadilla. su corazon late fuerte. no entiende nada. pero al cabo de tres segundos, cae en la realidad de donde se encuentra. voltea en su cama a ver a diosito en la cama de enfrente allí durmiendo la siesta placidamente. ari vuelve a su posicion. está sucediendo otra vez; esa nostalgia abrupta y pesada la golpea. siente unas ganas irremediables de volver al pasado. pero tambien siente una angustia en el pecho. interpreta el sueño como una muerte de ambos, un reencuentro en el mas allá o algo por el estilo. y eso la asusta. se destapa, se pone las zapatillas y sale de la habitación sin despertar a diosito. camina por el taller y encuentra su campera colgada en una silla. se la coloca y camina hasta la salida en donde se encuentra su compañero, triste, mirando la torrencial lluvia de la tarde. ari se coloca junto a él y se cruza de brazos, mientras ambos miran el agua mojar la calle y la vereda. algunas gotas salpican sus zapatillas.

"como duermen eh" menciona el chico riendo mirandola.

"estaba muerta, te juro" responde sin reir y sin quitar la vista de la lluvia. él frunce el ceño.

"¿todo bien?" pregunta curioso. ari no se mueve ni un centimetro. solo hace una mueca. "¿te peleaste con diosito?" ella niega como si el ex platinado fuera lo menos importante en su vida. "sabes que si necesitas hablar contás conmigo eh..." por fin, ari lo mira y le sonrie. un poco, pero lo hace.

"lo conoces a cesar, ¿no?" pregunta ella. Triste parece pensarlo pero de inmediato su rostro expresa que acaba de acordarse de ese nombre.

"sí, de san onofre" ari asiente con la cabeza. "si, él era de la sub21"

"yo estuve con él" le dice y Triste se sorprende.

"¿posta? ¿con cesar?" pregunta como si fuera una cosa de locos.

"sí. lo conozco desde mucho antes de san onofre. lo conozco desde que nací, del barrio"

"no me dijo nada diosito..."

"na, que te va a decir ese" decide a proseguir. "no te voy a contar toda nuestra historia, alta paja, voy al grano"

"no, quiero saber" interrumpe. "contame" le dice acercando los dos banquitos para que se sienten y agarra el mate y el termo que descansan sobre el capó del auto. ariana por primera vez siente que alguien quiere escucharla, que a alguien le interesa lo que tiene para decir o que por lo menos alguien presta su oído para con ella. esto hace que ella decida abrir su corazón y contar su maldita inquietud de hace un par de días. una vez sentados y comodos, en la puerta del taller, con la lluvia de fondo, le cuenta toda la historia con lujo de detalles; desde que eran bebés, niños, adolescentes, el distanciamiento, el reencuentro de grandes, todo por lo que tuvieron que pasar, san onofre, el escape, puente viejo y el triste final de la historia.

"...no sueño muy seguido con él pero cada vez que pasa, siento todo eso. pero el sueño de recien, te juro que me dejó mal. te juro por Dios que pensé que nos habiamos muerto" cuenta con un poco de angustia en su voz.