04. oasis

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ari despierta de casualidad y muy poco a poco. el fuerte rayo de sol que ingresa por debajo de la persiana ilumina la habitacion. los pajaros cantan muy fuerte. mira el rifle al cual ha dormido abrazada y suspira. estira su mano para fijarse la hora en su celular que descansa en la mesita de luz a su lado. las 6:12 a.m. lo deja en su lugar y suspira otra vez, muy somnolienta. voltea un poco para ver a cesar durmiendo muy placidamente y en silencio al lado de ella, dandole la espalda y abrazado tambien al rifle. el sol lo ilumina a la perfeccion y ella sonríe. se reincorpora y se sienta en la cama, dejando su arma en el suelo. en silencio se va al baño a hacer su rutina mañanera, y cuando sale, cesar aún duerme con mucha tranquilidad. ari vuelve a sonreir y camina hasta el rifle que ha dejado en el suelo para colgarselo, agarra un cigarrillo de su mesa de luz y sale de la habitacion sin despertar a cesar. mira para todos lados con el fin de que no haya nadie de empleados del hotel o familias por allí, que la vean con tremenda arma colgada en la espalda. no hay nadie, nisiquiera autos en la ruta. como si de un apocalipsis se tratara. entonces aprovecha y se sienta contra el bora. mala idea, ya que sin saber porqué está muy paranoica con las bombas. decide sentarse sobre uno de los troncos que hay en cada estacionamiento y allí prende el cigarrillo. mientras fuma, siente el intenso calor que está haciendo, por lo que sabe que a la tarde será un infierno. el pasto humedo y los arboles mojados más algunos charcos de agua y barro dejan rastros de la tormenta de anoche. el cielo totalmente despejado y celeste, el sol muy fuerte para ser la hora que es, y un muy pero muy pequeño vientito fresquito. mira a su alrededor, nada se escucha. como si no hubiera nadie, como si estuviera totalmente sola a pesar de que hay otros autos en sus respectivas habitaciones. mira el cartel de oasis apagado, y tanta paz la intranquiliza y la pone nerviosa. pero se distrae un segundo cuando ve el cielo pintado de rosa y mezclado con amarillo al este. ese amenecer la pone tan nostalgica y la hacen recordar todo lo que ha hecho, otra vez. como aquella noche en que quisieron matarla en su casa. los mismos sentimientos que ese día. las cosas que hizo y a quienes mató. los ojos se le llenan de lagrimas y se toma unos segundos para hacer un pequeño duelo por eso, mientras mira la postal en el cielo que desaparece cada vez mas rapido. algo interrumpe la silenciosa paz y se trata de una amarok negra entrando al estacionamiento del hotel. que no haya frenado en recepcion es lo que la alerta y de inmediato agarra el rifle aunque permanece sentada firmemente. la camioneta se acerca hacia ella con lentitud y cada vez mas hasta que las cuatro ventanillas se bajan, revelando a tres hombres dentro con pasamontañas. de inmediato se levanta y dispara a la camioneta haciendo que todos se oculten y que el vehiculo se detenga de golpe. logra ocultarse detras del tronco con rapidez. cuando siente todos los disparos rebotando contra este. "¡cesar!" grita llamando desesperada. "¡cesar!" ahora sí, entre los sonidos de los tiros escucha a las familias gritando dentro de sus habitaciones. en la recepcion, ambos empleados gritan y se ocultan debajo del mostrador escuchando el desastre a unos metros. cesar se despierta de golpe al oir los disparos y se levanta de la cama a la corridas. cuando abre la puerta, encuentra a tres sujetos caminando hacia el escondite de ariana y disparando sin parar. cesar se oculta detras del bora para esperar su momento mientras la observa a ella cubriendose con todo lo que le dan sus brazos. cuando ya los tiene en el tiro perfecto, sale detras de su auto y dispara a los tres sujetos mientras corre a ocultarse con ariana. logra herirlos a todos, haciendolos caer al pasto y gana tiempo para esconderse al lado de ella. ariana se reincorpora de inmediato y cesar le grita;

"ahora!" ambos salen del escondite y disparan una lluvia de balas a los tres hombres, rematandolos y haciendolos morir al instante. dejan de disparar de golpe y el puro silencio otra vez se hace presente. sólo se escucha el llanto y la desesperacion de las familias que se encuentran dentro de sus habitaciones encerrados. cesar y ariana quedan en shock unos segundos mirando a los tres cadaveres frente a ellos a unos metros. cesar reacciona y corre dentro de su habitacion dejando a ariana sola allí, mientras ella trata de procesar lo que acaba de pasar tan rapidamente. poco a poco se levanta del suelo respirando entrecortadamente. cesar aparece otra vez con los dos bolsos y la cartera en sus dos manos. ariana reacciona y lo ayuda. no tienen tiempo de acomodar nada y revolean todo adentro del auto, incluidas las cosas pequeñas como accesorios, cosas de higiene y demás. a la velocidad de la luz los dos se suben al auto y cesar arranca a toda velocidad. los empleados de la recepcion se acercan a las puertas de vidrio y desde adentro ven el bora negro escapando arando y subiendose a la ruta, perdiendose totalmente de sus vistas a gran velocidad.

"llamá a la policia" le dice él a su compañera, pero está tan asustada que se pone a llorar ruidosamente al ver a los cadeveres a unos metros y ninguno es capaz de salir. la angustia de su compañera lo obliga a él a llamar a la policia con los dedos temblorosos. por su parte, ariana y cesar tratan de recuperar el aire a tan solo minutos de lo que acaba de pasar.

"¿estás bien, no?" le pregunta aun agitado y obligado a no quitar la vista de la ruta, pero apoyando fugazmente la mano en su pierna.

"sí" responde de inmediato ocultando el susto que aún tiene en el cuerpo.

"ya está, los matamos a todos. nadie nos está persiguiendo" le dice obviando a la justicia.

"¿vos decis que el hermano del popeye estaba ahí?" le pregunta tragando saliva.

"sí. no creo que sea tan cagón de haber mandado gente por él. quedate tranquila, los matamos a todos" vuelve a afirmar. una esperanza y una luz atraviesa el cuerpo y la mente de ariana. creyendo, aunque las dudas no se le vayan, pero creyendo que están a seis horas de su libertad. y cesar voltea a mirarla fugazmente para volver la vista a la ruta, pero esta vez sonriendo. sonriendo picaramente y complice. ariana sonrie igual que él, contagiandose del mismo sentimiento. y se rie. se le escapan carcajadas de confirmar que solo falta eso; el último tramo.

el marginal (cesar)Where stories live. Discover now