el marginal (cesar)

01. perfecto

                             Cesar se queja una vez más mientras se aprieta con fuerza los tiros en su abdomen, sintiendo más sangre bañarle la palma de la mano. "pará, pará. me tengo que sentar" pide muy adolorido.

"sí amor sentate" afirma de inmediato y lo ayuda a sentarse sobre la vereda, recostando su espalda sobre la pared de una casa. ari saca el celular de su bolsillo y marca un numero con muchos nervios y rapidez, hasta que espera ser atendida. "hola paisa. soy ariana galarza" llama a los contactos de nico, quienes la habian sacado del hospital unos años atrás. "necesito que me vengas a buscar. estoy con el cesar, tiene dos tiros. estamos a la vuelta de san onofre. necesito que vengas lo mas rapido que puedas..." mira a cesar fugazmente. verlo en ese estado, cerrando los ojos con fuerza tragandose todo el dolor, le rompe el corazon en mil pedazos. "¿cuánto vas a tardar mas o menos?.... ¿quince minutos?" pregunta exasperada. "bueno dale, vení ya" pide desesperada y corta la llamada. de inmediato se arrodilla ante cesar. "ya nos estan viniendo a buscar, aguantá un rato mas, vos podes amor" cesar asiente con la cabeza reiteradas veces. ariana coloca ambas manos sobre la herida de cesar y hace presion sobre ella sin avisar. cesar grita. "lo tengo que hacer" le dice sin más. él no aguanta.

"no puedo, basta. dejame" pide delirando del dolor. ella lo mira muy triste de no poder hacer nada para ayudarlo. "me quedo aca quieto esperando, quedate tranquila. aguanto" ariana no responde y se levanta. camina de un lado a otro en la vereda pensando en mil cosas. recuerda la moto en la que vino, pero cesar no puede manejar y mucho menos podría aguantar mucho tiempo agarrandose de ella. mira el celular a cada rato, para ver cuanto tiempo pasó. a medida que avanzan los minutos, más se llena de miedo y paranoía de que venga la policia a buscarlos del penal. los gritos y el desastre a la vuelta se escuchan desde donde está parada. voltea a mirar a cesar otra vez y ahí está él, firmemente. ariana observa que alguien está viniendo caminando a media cuadra. se pone paranoica y no sabe muy bien que hacer. tampoco le da tiempo, porque viene casi trotando. pero a medida que se acerca, y que ambos hacen contacto visual, ella se queda paralizada al reconocerlo, cuando él detiene su caminata. pastor está ahí, a una corta distancia de ella. con rapidez los sentimientos y sensaciones de aquel año en que salvó su vida, le recorren todo el cuerpo. siente mucha emocion y sorpresa de verlo ahí. unos segundos en silencio entre los dos bastan para que ella acorte la distancia y corra a él para abrazarlo con fuerza. pastor le corresponde igual que ella. cesar los mira en silencio desde su lugar, con una pequeña sonrisa. ari lo aprieta más para transmitirle todo el agradecimiento que siente para con él, por haberle salvado la vida dos veces. cuando rompen el abrazo, ella lo mira en silencio con los ojos lagrimosos y una sonrisa asomando en la esquina de su boca. él recibe a la perfeccion todo lo que ella quizo transmitirle y se siente muy agradecido también con ella. pastor le asiente con la cabeza y le sonrie de igual forma. un bora negro polarizado frena haciendo ruido junto a ellos, interrumpiendo el momento. de él se bajan tres hombres que corren hacia cesar. ari sabe que la ayuda ha llegado. se encamina apurada a cesar y entre los cuatro lo levantan, haciendo que él se queje otra vez. mientras ellos lo meten al auto, ariana vuelve a pastor, quien sigue allí mirando la escena. ella saca una tarjeta de su bolsillo y se la entrega.

"para que cambies tu identidad y empieces una vida nueva, afuera, con quien vos quieras" le explica de antemano. pastor mira la tarjeta entre sus dedos y vuelve a ella. "gracias. nunca me voy a olvidar de lo que hiciste por nosotros. la sub21 está para vos" es lo ultimo que dice y le dedica la ultima sonrisa, antes de correr y meterse al bora, el cual arranca arando y pastor lo observa alejarse a toda velocidad hasta desaparecer.

(...)

3 días despues...

cesar despierta y lo primero que ve es a ariana en la habitacion cerrando dos bolsos. sonrie al verla, al saber que está ahí con él. y no en el cuarto de visitas de un penal. ari se reincorpora y voltea, encontrandose con un cesar viendola con ojos enamorados. "¡ey! ¡te despertaste!" le exclama con ternura sentandose en la cama con él, ya que creyó que cesar dormiría una siesta de seis horas. "ya nos tenemos que ir, gordo, tenemos que dejar la casa del paisa. le compré el bora para irnos"

"re cheto. siempre quise un bora" comenta sentandose en la cama. "¿con qué plata lo pagaste?"

"con la guita que me hice en la tranza esos años tengo como para irnos a dubai" se rie. cesar se rie con ella.

"estas re loca" le responde y pasa el brazo por sus hombros, para juntar sus labios en un corto beso. "¿vamos a brasil, entonces?" ella asiente mordiendose el labio. el destino de ambos, que habia sido muy charlado en los ultimos tres días, era esconderse en la favela de rio de janeiro para empezar una nueva vida. si la justicia se propusiera buscarlos, la favela era un lugar muy dificil de entrar. "la que nos vamos a gastar en nafta... ni ropa tengo" comenta cesar y ambos se rien.

"allá te compras" responde sonriente. cesar la encuentra muy hermosa y vuelve a darle otro corto beso. con su mano libre acaricia su mejilla, observandole el precioso rostro. el hecho de que estén por iniciar el viaje a su nueva vida juntos, le hace dudar por momentos de que esto se trate de un sueño del que no quiere despertar jamas.

"vamos" dice cesar y ambos se levantan, agarran sus bolsos y salen de la casa. el vientito fresco y el sol radiante iluminan el gran campo en el que se encuentran. caminan hasta el auto siendo acompañados por el ruido de la naturaleza pura. guardan los bolsos en el baúl y ambos ingresan al auto, cerrando las puertas.

"¿podes manejar?" le pregunta ariana desde el copiloto para asegurarse, ya que sus heridas son muy recientes.

"sí bebé" ella sonrie. cesar arranca el bora y comienza a conducir lentamente por la calle de tierra del campo, dando así comienzo al viaje de sus sueños.