Capítulo 18: ¿Perdonar o no perdonar?

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- ¿Vas a decir algo?- pregunté. Tenía a un Austin, pálido, sentado enfrente mía en el pasillo. Como habíamos movido los muebles y no había donde sentarse, decidimos salir de mi habitación y sentarnos en el pasillo. Cada uno apoyado en una pared- Austin-

Su mirada no se apartaba de mí pero no podía decir lo que estaba pasando por su cabeza en ese momento.

¿Porque está así?

Recapitulemos.

Como bocazas y persona con conciencia que soy no podía ocultarle la otra parte que me faltaba de lo que había pasado ahí. Era lo único que me quedaba de mi vida antes de esto. Es lo único que tengo, así que no podía ocultárselo.

Comencé relatando mi llegada aquí. Hasta ahí todo bien. Pero cuando le conté sobre lo que ocurrió en mi habitación, el lobo, la luz en el lago, lo que me contó Aetos, Ethan, lo que ocurrió en la feria, lo que me contó Adeleine...todo cambió. Dejó de comentarlo todo y reírse, lo cual me puso muy nervioso porque casi nunca le había visto sin expresión, nunca conmigo al menos.

Y no sé cómo se lo ha tomado porque lleva cinco minutos callado.

Y me está poniendo de los nervios.

-Austin, entiendo que te resulte complicado entenderlo- comencé diciendo para rellenar el silencio- Pero, no puedo cambiarlo y sinceramente me vendría genial saber qué es lo que estas pensando-

Ví que parpadeó. Nada más. Estaba como ido.

-¡Austin!- chille arrojándome hacia delante y golpeándolo en el brazo. Estaba harto- ¡Dí algo por dios!-

Y por fin, vi una reacción en él. Inexplicablemente, ví como en su boca se formaba una leve sonrisa.

-Así que ya lo sabes- dijo simplemente. Me desinfló por completo. Me quedé de rodillas, mirándole confuso- Nunca pensé que sabrías la verdad-

-¿Lo sabías?- pregunté confuso. No entiendo nada.

-Tu madre me lo dijo hace mucho Abel- desveló- Bueno, solo lo que eras y un poco de tu ascendencia-

-¿Mi madre te lo contó?- pregunté. No sabía si estaba más confundido o sorprendido- ¿Te lo dijo a tí antes que a mí?-

-Abel- intentó acercarse pero me alejé. Se sorprendió pero continuó- Eras muy joven para saberlo-

-¿Y por eso te lo cuenta a tí, un conocido, antes que a su propio hijo?- pregunté dolido- Además, ¿¡porque no me lo dijiste!?-

-¡Porque no podía!- chilló de vuelta- Me hizo jurar que no te lo diríamos hasta que tú lo descubrieras-

-Eres mi amigo Austin- dije levantándome brusco- No el de mi madre-

-Entendí lo que quería hacer así que te lo oculté- dijo levantándose. Me separé de él. No podía creer lo que estaba oyendo- Eres mi amigo, mi familia, pero tu madre también me importaba-

-¡Era una mentirosa!- chille fuerte. Mis ojos se aguaron pero no me importaba. Estaba muy enfadado- Me ocultó, todo. ¡Hasta quién era mi padre! ¿Para qué? ¡Para dejarme solo!-

-¡No estás solo maldita sea!- chilló agarrandome de los antebrazos. Intenté zafarme pero no pude- ¿Es que no lo entiendes? Siempre me has importado. ¡Mucho! Por eso no te lo dije, porque hubieras sido un blanco fácil para aquellos que mataron a tu padre-

Enseguida dejé de forcejear. Austin me miraba angustiado. Quería que le entendiera, pero, ¿quien me entiende a mí?

Sin pensarlo mucho, me acerqué a él fuerte para abrazarlo. Escondí mi cabeza en su cuello y rompí a llorar. 

EL ALFA Y EL BANSHEE: LOS GUARDIANES DEL ZODIACOWhere stories live. Discover now